Arqueología y Evangelio, por J. G. Echegaray.PDF - El Mundo Bíblico
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2. <strong>El</strong> lago 123<br />
drés, hijos de Juan, naturales de Betsaida y vecinos de Cafarnaún,<br />
eran pescadores (Mt 4, 18-19; Me 1, 16-17; Le 5, 10),<br />
tenían en propiedad una embarcación con su aparejo de pesca<br />
(Le 5, 3), pero a veces también practicaban la pesca desde tierra<br />
(Mt 4, 18-20; 17, 27). Después de los descubrimientos arqueológicos<br />
de Cafarnaún, sabemos que tenían su casa en la<br />
ciudad muy cerca de la orilla del lago.<br />
Los hermanos Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, al parecer<br />
de Cafarnaún, eran también pescadores acomodados, pues,<br />
además de poseer al menos una embarcación de su propiedad<br />
con redes y aparejos, tenían jornaleros a su servicio con los<br />
que compartían las faenas de la mar (Mt 4, 21-22; Me 1, 19-<br />
20).<br />
De la lectura de los evangelios parece deducirse que entre<br />
los apóstoles había más que eran pescadores, aunque no se dice<br />
expresamente. Sólo el evangelio de Juan (Jn 21, 1-11) describe<br />
una faena de pesca en la que participan, además de los<br />
hermanos Pedro y Andrés y los zebedeos, Tomás el «Mellizo»<br />
y Natanael (probablemente Bartolomé). Pero no tenemos la<br />
certeza de que, <strong>por</strong> el hecho de acompañar a aquéllos, estos<br />
últimos pertenecieran también a la profesión, especialmente<br />
Natanael, que era de tierra adentro (Jn 21, 2). También en este<br />
texto se hace referencia a otros discípulos, cuyo nombre no se<br />
cita, uno de los cuales pudiera ser acaso Felipe, que ciertamente<br />
era de una ciudad ribereña, de Betsaida, lo mismo que Pedro<br />
y Andrés (Jn 1, 44).<br />
Es posible que algunos de estos pescadores del Genesaret<br />
hubieran aprendido el oficio en Ptolemaida u otros lugares del<br />
Mediterráneo, que realmente no están muy lejanos del lago,<br />
pero nada sabemos al respecto. Por otra parte, es curioso que,<br />
después de la muerte de Jesús, veamos a Pedro vivir algún<br />
tiempo en un puerto del Mediterráneo, precisamente en Jope o<br />
Jaffa (Hch 9, 43). Igualmente hay que consignar como dato<br />
posiblemente significativo que cuando Lucas nos presenta a<br />
Cristo resucitado apareciéndose a los discípulos en Jerusalén,<br />
éstos le ofrecen de comer un pescado asado (Le 24, 42), como<br />
si estuvieran en Galilea, lo que en el ambiente jerosolimitano<br />
resulta un tanto inusual, a pesar de que en Jerusalén había desde<br />
tiempos antiguos una llamada «Puerta del pescado» (Sof 1,<br />
10), y que éste era vendido allí <strong>por</strong> los fenicios (Neh 13, 16).<br />
En cualquier caso, ello supone que los discípulos seguían con<br />
sus costumbres y aficiones aun viviendo fuera de su ambiente<br />
ordinario.<br />
2. <strong>El</strong> lago La actividad marítima de Jesús y sus discípulos se realiza<br />
en el lago de Genesaret. Solamente Lucas le da a éste su verda-