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Arqueología y Evangelio, por J. G. Echegaray.PDF - El Mundo Bíblico

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22 La Palestina de los años 30<br />

te territorio, sino también el relieve de un personaje local, Herodes,<br />

hijo de Antípatro, primer ministro de la monarquía asmonea,<br />

apoyándole para que, hundida irremisiblemente esa<br />

monarquía sacerdotal, se hiciera cargo del poder y fundara en<br />

el país un nuevo reino vasallo de Roma o aliado (socius), como<br />

con evidente eufemismo decían los romanos.<br />

Herodes (40-4 a. C), hombre <strong>por</strong> otra parte muy helenizado,<br />

había demostrado, además, su odio al enemigo público de<br />

Roma, los partos, contra los cuales y su aliado Antígono había<br />

luchado no sólo con valentía y astucia, sino también con éxito,<br />

contribuyendo a que retrocedieran hasta sus fronteras más allá<br />

del Eufrates. Esta condición era un punto clave a los ojos de<br />

Roma para reafirmarle en el poder. Por otra parte, Herodes, a<br />

lo largo de su prolongada vida, había demostrado ser un hombre<br />

fiel a Roma, ciudad que conocía personalmente y a donde<br />

mandó para educarse a sus hijos y nietos. Era obsequioso hasta<br />

convertirse en servilista cuando se trataba de halagar al poder,<br />

pero a la vez astuto hasta el punto de que fue capaz de<br />

granjearse la amistad sucesiva de todos aquellos personajes romanos<br />

que tras las guerras civiles entre sí fueron ocupando el<br />

poder.<br />

Concretamente, Augusto supo valorar sus cualidades y le<br />

apoyó hasta conseguir que con él se estabilizara en Palestina<br />

un reino de no despreciables dimensiones que comprendía lo<br />

que hoy es el Estado de Israel (salvo el Negev) y los llamados<br />

«territorios ocupados», más una buena parte de Jordania en su<br />

zona más fértil contigua al valle del Jordán. A todo ello se<br />

añadía una zona de la Siria actual, en la región del Haurán, al<br />

norte del Yarmuk entre el Golán y Jebel ed-Druz. Sólo le faltaba<br />

al territorio descrito para redondear sus fronteras una<br />

franja costera <strong>por</strong> el norte que iba desde Dor a Tiro, incluyendo<br />

el Carmelo y la ciudad de Akko (San Juan de Acre), entonces<br />

llamada Ptolemaida, así como la zona de Beth Shean en el<br />

valle del Jordán en ambas orillas, con las ciudades de Escitópolis<br />

(la antigua Beth Shean) y Pella, y en la costa sur la ciudad<br />

de Ascalón. Estos territorios dependían directamente de la<br />

provincia romana de Siria. Pero, en su conjunto, desde los<br />

tiempos de Salomón no había existido en el país un reino israelita<br />

con un territorio más amplio.<br />

Con razón, Herodes es conocido en la historia con el sobrenombre<br />

de «<strong>El</strong> Grande», aunque en realidad este apelativo<br />

fue originariamente usado <strong>por</strong> Josefo en el sentido de «<strong>El</strong><br />

Mayor», para distinguirle de sus sucesores de igual nombre.<br />

En efecto, además de unas dilatadas fronteras y un prestigio<br />

indudable en todo el oriente, Herodes engrandeció <strong>por</strong> dentro<br />

el país, creando ciudades y puertos y, sobre todo, convirtiendo<br />

a su capital Jerusalén en una de las mayores urbes del mundo,

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