Arqueología y Evangelio, por J. G. Echegaray.PDF - El Mundo Bíblico
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1. Comedores y equipos 197<br />
das <strong>por</strong> Avigad, se han hallado restos de varios ejemplares. Se<br />
trata de tapas de mesa de unos 50 cm de diámetro, generalmente<br />
de caliza, y a veces de granito negro, las cuales conservan<br />
claramente las marcas donde iban insertas las tres patas.<br />
Estas no se han conservado, <strong>por</strong> ser de madera, pero sí los<br />
remates metálicos de sus extremidades, en forma de pezuñas o<br />
garras de animales. Pero todavía más sorprendente, si cabe, es<br />
la existencia de las mesas altas con tablero cuadrado sostenido<br />
<strong>por</strong> una columna. Más aún, dadas sus características y la técnica<br />
de su decoración, los arqueólogos piensan que eran de<br />
fabricación local, es decir, que había en Jerusalén un taller<br />
donde se hacían estas mesas romanas con estilo propio. Se han<br />
encontrado numerosos ejemplares. Los tableros suelen ser de<br />
unos 85 x 45 cm, con uno o tres de los frentes tallados con<br />
distintas decoraciones, principalmente geométricas y vegetales,<br />
pero en un caso hay también otros motivos, como es la propia<br />
representación de una de estas mesas, con todos los elementos<br />
y las jarras, tinajas, etc. Las columnas que sostienen estas mesas<br />
van sobre un plinto con una basa de varias molduras, y sus<br />
capiteles son más bien dóricos, aunque la columna de la mesa<br />
dibujada, a la que aludíamos, presenta un capitel jónico. La<br />
altura de estas mesas es de unos 70 u 80 cm.<br />
Junto a ellas se han hallado toda clase de jarras metálicas de<br />
distintos tipos y grandes tinajas de piedra. Hay preciosas vajillas<br />
no sólo de térra sigillata, sino de cerámica pintada de un<br />
tipo que recuerda al nabateo, que llama la atención <strong>por</strong> su extraordinaria<br />
finura y belleza. Finalmente, la cristalería es muy<br />
abundante y de buena calidad, en la mayoría de los casos fabricada<br />
en un taller jerosolimitano, pero al estilo romano.<br />
Naturalmente que, entre la gente humilde, en los pueblos o<br />
en las pequeñas ciudades provincianas, la vida era mucho más<br />
tradicional, y no se disponía de todos esos lujos. También conocemos<br />
la vajilla utilizada <strong>por</strong> ejemplo en Cafarnaún y en<br />
otras localidades semejantes. Es la llamada «cerámica común»,<br />
también de tipo romano, pero mucho más sencilla. Esta ha sido<br />
objeto de un interesante estudio <strong>por</strong> parte de un arqueólogo<br />
español, el padre Florentino Diez. Pero no podemos detenernos<br />
ahora en su descripción. Aun así, no faltan en las casas<br />
de Cafarnaún cerámica de tipo sigillata y vasos de cristal.<br />
Si el estilo de realizar los banquetes y el menaje y mobiliario<br />
para los mismos era muy similar en la Palestina judía que<br />
en el resto del mundo romano, incluidas las ciudades helenísticas<br />
de la propia Palestina, que servían de focos difusores, sin<br />
embargo lo que se llama la «cocina», es decir, el tipo de alimentos<br />
y su condimentación eran bastante diferentes, debido a<br />
las prescripciones religiosas judías, que distinguen entre alimentos<br />
puros e impuros. Quedaba, pues, eliminado todo