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Arqueología y Evangelio, por J. G. Echegaray.PDF - El Mundo Bíblico

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68 Bajo las tropas de ocupación<br />

objetivo, los soldados romanos de la guarnición de Palestina<br />

son ampliamente citados en los Hechos de los apóstoles. Es el<br />

caso del centurión Cornelio, de la Cohorte Itálica de guarnición<br />

en Cesárea (Hch 10), el del tribuno de la cohorte de Jerusalén<br />

llamado Claudio Lisias, que aparece mencionado con sus<br />

centuriones y su tropa (Hch 21, 31-40; y caps. 22 y 23); <strong>por</strong><br />

cierto, que ésta debió ser una de las citadas cohortes equitatae,<br />

puesto que tenía una sección montada, parte de la cual, es decir,<br />

dos turmas con un componente de 70 soldados de a caballo,<br />

acompaña a Pablo hasta Cesárea. Es también el caso del<br />

centurión Julio, de la Cohorte Augusta, que con un piquete de<br />

soldados emprenderá el viaje <strong>por</strong> mar, custodiando a Pablo<br />

hasta llegar a Roma (Hch 27 y 28).<br />

La cita del evangelio de Lucas, que se refiere a soldados<br />

escuchando la predicación del Bautista, y a quienes éste les dice:<br />

«No uséis la violencia, no hagáis extorsión a nadie y contentaos<br />

con vuestra paga» (Le 3, 14), alude probablemente a<br />

soldados mercenarios del pequeño ejército de Herodes Antipas,<br />

de cuya organización no poseemos datos, pues un poco<br />

más adelante en este mismo texto se dice que el tetrarca mandó<br />

encarcelar a Juan (Le 3, 20). <strong>El</strong>lo pudiera sugerir que éste se<br />

hallaba entonces bautizando en territorio de su jurisdicción, es<br />

decir, en la ribera izquierda del Jordán, que corresponde a la<br />

Perea y no a la provincia romana de Judea (Jn 1, 28; 10, 40).<br />

Igual sucede con el famoso centurión de Cafarnaún, tan<br />

alabado <strong>por</strong> Jesús (Mt 8, 5-13; Le 7, 1-10), y que probablemente<br />

era un pagano del grupo conocido como «temerosos de<br />

Dios», de que ya hemos hablado. No debe tratarse de un centurión<br />

romano, como frecuentemente se dice, sino de un capitán<br />

de centuria del ejército mercenario de Antipas, ya que Cafarnaún<br />

no pertenecía entonces a la provincia de Judea, sino a<br />

la tetrarquía de aquél, y parece inconcebible la presencia de<br />

tropas romanas dependientes del prefecto de Judea en territorios<br />

de la jurisdicción del puntilloso y, <strong>por</strong> otra parte, políticamente<br />

bien situado, Herodes Antipas. La narración del evangelio<br />

de Juan, que suele considerarse como paralela, le llama<br />

simplemente «funcionario real» (Jn 4, 46-53).<br />

3. Los impuestos La opresión de una potencia dominadora sobre un país se<br />

materializa no sólo <strong>por</strong> la presencia física de las tropas de ocupación,<br />

sino <strong>por</strong> la misión que en buena medida vienen ellas a<br />

desempeñar y de la que son garantía: la exacción de impuestos<br />

con destino a la metrópoli.<br />

Judea, como otras provincias del imperio, estaba obligada<br />

al pago de cuantiosos tributos. En su caso concreto, la cuantía<br />

de los mismos se calcula que afectaba al 50% del total anual de

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