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Arqueología y Evangelio, por J. G. Echegaray.PDF - El Mundo Bíblico

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1. Comedores y equipos 193<br />

reservado para las comidas más íntimas. <strong>El</strong> triclinium era la<br />

sala más im<strong>por</strong>tante de la casa, precisamente <strong>por</strong> el hecho de<br />

que la mejor forma de mostrar a los visitantes la categoría social<br />

del dueño era invitándoles a comer. Es sorprendente comprobar<br />

cómo las modas domésticas de tipo helenístico-romano,<br />

que se refieren a la arquitectura y mobiliario, se extendieron<br />

<strong>por</strong> todo el imperio con asombrosa uniformidad.<br />

No vamos a referirnos aquí a los grandes triclinio. de los<br />

palacios regios excavados en Palestina, tales como el Herodium<br />

o Masada, <strong>por</strong>que sería exagerado utilizar sus elementos<br />

como término de comparación. Sí lo vamos a hacer con las<br />

casas del siglo I d. C, puestas a la vista tras las excavaciones en<br />

el Barrio Judío de Jerusalén, de las que ya se habló en el capítulo<br />

5. En ellas se mantiene en líneas muy generales el esquema<br />

clásico, y puede conjeturarse, tanto <strong>por</strong> su ubicación en la<br />

planta, como <strong>por</strong> los materiales hallados, cuál era la estancia<br />

dedicada a comedor. En la llamada «mansión», las numerosas<br />

y espléndidas salas contiguas pueden hacer dudar sobre cuál de<br />

ellas se destinaría habitualmente a triclinio, pero no cabe duda<br />

de que una de ellas lo era, puesto que se han hallado entre los<br />

materiales dispersos numerosos elementos de comedor, como<br />

veremos después.<br />

No tenemos hasta ahora constancia directa acerca de coenacula<br />

en las casas de Jerusalén, pero la localización de escaleras<br />

que suben a una segunda planta, <strong>por</strong> ejemplo en la «mansión»,<br />

nos permite sospechar su existencia. Según sus excavadores,<br />

las casas halladas en la zona cercana a la actual Puerta<br />

de Sión, curiosamente al lado del lugar donde la tradición sitúa<br />

la casa del cenáculo de la Ultima Cena, ciertamente tenían dos<br />

pisos, y en algunos casos hasta tres, y no eran simples casas de<br />

vecindad, pues los hallazgos de bellos estucos que decoraban<br />

el interior de las paredes nos hablan de que se trataba de casas<br />

pertenecientes a familias de alta posición social.<br />

<strong>El</strong> nombre de triclinium, aplicado a la sala, proviene del<br />

mueble destinado a sentarse en las comidas. Era una especie de<br />

sofá, o más bien «chaise longue» con o sin respaldo sobre el<br />

que se tumbaba el comensal. La colocación ordinaria constaba<br />

de tres de estas camas (gr. clíne) rodeando una mesa; de ahí el<br />

nombre de triclinio. A veces éstas eran de fábrica y naturalmente<br />

estaban fijas al suelo, otras consistían en un bastidor de<br />

madera o de hierro, con patas, <strong>por</strong> lo general muy cuidado y<br />

con adornos. Sobre esta cama se colocaba el colchón, con colcha<br />

y almohadones. <strong>El</strong> triclinio en su forma primitiva, como<br />

hemos dicho, constaba de tres camas para tres hombres, pues<br />

las mujeres comían sentadas a los pies de los varones. Más tarde,<br />

ya en el siglo I d. C, las mujeres solían tenderse como los<br />

hombres, y el número o la largura de los lechos aumentaba de

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