Arqueología y Evangelio, por J. G. Echegaray.PDF - El Mundo Bíblico
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3. Singladuras 133<br />
los evangelios, en este caso en los cuatro, es la que se halla en<br />
relación con la «primera multiplicación de los panes y los peces»,<br />
y también con la segunda borrasca, en este caso nocturna.<br />
La partida probablemente es asimismo desde Cafarnaún,<br />
aunque no se dice expresamente. <strong>El</strong> destino es un lugar solitario,<br />
donde Jesús pretende cambiar impresiones con sus discípulos,<br />
a quienes había enviado a predicar en distintos lugares<br />
de Galilea (Me 6, 30-31; Le 9, 10; cf. Mt 14, 13).<br />
Dónde ha de localizarse este lugar es un problema controvertido.<br />
No obstante, Lucas lo dice claramente: «Hacia una<br />
ciudad llamada Betsaida» (Le 9, 10). Lo que ocurre es que, en<br />
temas de topografía, este evangelista no es considerado precisamente<br />
como un experto, según ya hemos visto en otras ocasiones.<br />
Desde luego, alguna relación tiene este episodio con<br />
Betsaida, puesto que Marcos se refiere a ella al iniciarse el viaje<br />
de regreso (Me 6, 45). Por su parte, Juan alude sólo a la «otra<br />
orilla» (Jn 6, 1), que en un sentido muy amplio pudiera ser<br />
también Betsaida, vista desde Cafarnaún. En todo caso, si se<br />
tratara de esa ciudad, el lugar solitario tendría que ser su comarca,<br />
y no precisamente el casco urbano. La frase aludida de<br />
Marcos es algo confusa. Su traducción más correcta parece ésta:<br />
«Enseguida (después del milagro) mandó a sus discípulos<br />
que subieran a la barca y fueran delante de él a la otra orilla<br />
enfrente de Betsaida» (Me 6, 45). Esto querría decir que les<br />
mandaba retornar hacia Cafarnaún, de donde habían partido;<br />
<strong>por</strong> tanto, el lugar solitario, donde se realizó la «multiplicación<br />
de los panes y los peces», estaba en la comarca de Betsaida. En<br />
este viaje de vuelta es en el que se presenta la tormenta y cuando<br />
Jesús aparece andando sobre las aguas.<br />
<strong>El</strong> punto de retorno está consignado en Marcos y Mateo:<br />
«Terminada la travesía, tocaron tierra en Genesaret, y atracaron»<br />
(Me 6, 53; Mt 14, 34). Es la ciudad de Genesaret, de que<br />
ya hemos hablado. Por su parte, Juan, que lleva otra preocupación<br />
en su evangelio, omite el pasaje del desembarco en Genesaret<br />
y coloca la siguiente escena directamente en Cafarnaún<br />
(Jn 6, 24-25), adonde Marcos acabará también llevando a Jesús,<br />
aunque un poco más tarde (Me 7, 17).<br />
Contra esta obvia reconstrucción de los hechos, los franciscanos<br />
arqueólogos Baldi, Loffreda y Bagatti propusieron<br />
otra, fundada en el hecho de que en Tabga existe la tradición<br />
de que allí tuvo lugar la multiplicación de panes y peces. En<br />
efecto, subsisten en el lugar los restos de un santuario de finales<br />
del siglo IV y de una magnífica basílica del V, que conmemoran<br />
el acontecimiento. Su nombre originario era Heptageon<br />
(las siete fuentes), de donde deriva el actual de Tabga.<br />
Estas son las fuentes famosas con cuyas aguas se regaba la llanura<br />
de Genesaret. Hasta el nombre de «siete» podría estar en