Arqueología y Evangelio, por J. G. Echegaray.PDF - El Mundo Bíblico
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14 Aproximación histórica a Jesús de Nazaret<br />
una narración de hechos, sino una verdadera colección de «dichos<br />
de Jesús». Tan sólo hemos presentado este ejemplo, ya<br />
bien conocido <strong>por</strong> los historiadores, para que las personas no<br />
iniciadas en estos estudios se den cuenta de que la propia historiografía<br />
profana adolece de grandes limitaciones en lo que<br />
se refiere al concepto ideal que nosotros tendríamos de la<br />
«verdadera historia».<br />
Hay quienes creen injusto el trato que la crítica literaria<br />
actual dispensa a los textos bíblicos, como si se midieran <strong>por</strong><br />
distinto rasero la historiografía profana y la bíblica, siempre en<br />
detrimento de ésta, a la que se exigiría la comprobación estricta<br />
de los hechos y se sometería a una crítica de excesivo rigor.<br />
Puede ser que en algún caso esto sea verdad y, de cualquier<br />
forma, ello, más que molestar aL'creyente, debería producirle<br />
una satisfacción. Pero, de hecho, en la mayoría de los casos<br />
creemos que no es así.<br />
Por vía de ejemplo vamos a referirnos a una obra profana,<br />
bien conocida <strong>por</strong> todos los que han estudiado humanidades,<br />
y que probablemente incluso alguno de los lectores la haya<br />
traducido parcialmente en sus años de latín cuando estudiaba<br />
el bachillerato. Nos referimos a los Comentarios de la Guerra<br />
Civil de Julio César, obra que se considera continuación de la<br />
no menos conocida Comentarios a la Guerra de las Galias.<br />
Todos damos <strong>por</strong> sentado que lo que allí se contiene es una<br />
relación puntual de los hechos acaecidos entre cesarianos y<br />
pompeyanos en los años 49 y 48 a. C, debida a la pluma directa<br />
y veraz de uno de los protagonistas, el propio César. Sin<br />
embargo, podríamos decir que la crítica literaria «ha entrado a<br />
saco» en esta obra, como en tantas otras. Resumiendo aquí a S.<br />
Mariner, diremos en primer lugar que ha habido críticos que<br />
han negado a César la paternidad de este Comentario, incluso<br />
ya en la época romana, como el historiador Orosio que la atribuía<br />
con evidente error a Suetonio. En la segunda mitad del<br />
siglo XIX negaban la paternidad cesariana autores de tanta nota<br />
como Mosner, Heidtmann y Wutke. Aunque estas posiciones<br />
extremas han sido abandonadas hoy en día, la crítica actual<br />
sigue aún negando o poniendo en duda tal paternidad <strong>por</strong> lo<br />
que se refiere a ciertas partes de la obra, como la mayoría del<br />
Libro II, según han intentado demostrar R. y P. Menge y E.<br />
Meusel.<br />
Por otra parte, después de los estudios de S. Reinach y A.<br />
Klotz, el autor de la obra utilizó varias fuentes escritas, bien<br />
sean los informes de los legados de César, bien los comunicados<br />
de éste al senado, convenientemente refundidos, aunque a<br />
veces de forma un tanto arbitraria, pues ya Stoffel, Constans y<br />
Fabre, y sobre todo Rambaud, han señalado que César había<br />
acomodado los relatos con una clara intención política. Este