Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Librodot La novia muerta R. L. Stine<br />
El ordenador no había borrado mis notas. Alguien se había dedicado a eliminar todo mi<br />
trabajo y luego había escrito aquel mensaje amenazador al final.<br />
-¿Quién? -grité sin darme cuenta de que estaba hablando en voz alta.<br />
Me di la vuelta y vi a dos chicas al fondo de la sala que levantaban la mirada hacia mí.<br />
Dejé el disquete dentro del ordenador y lo apagué. Luego metí los libros en la mochila y<br />
salí precipitadamente de la habitación.<br />
Respiraba aceleradamente y me estallaban las sienes. Eché a correr por el pasillo y bajé<br />
las escaleras, con las zapatillas golpeando ruidosamente el suelo.<br />
«¿Quién me puede haber hecho esto?», me pregunté. Todo mi trabajo... ¡Con lo atrasada<br />
que ya iba respecto a los demás!<br />
Me entraron ganas de llorar pero me contuve.<br />
«¿Quién lo habrá hecho?»<br />
Eché a correr entre clases vacías, me crucé con un hombre de la limpieza que llevaba dos<br />
grandes papeleras grises y pasé de largo la silenciosa hilera de taquillas.<br />
Me detuve bruscamente frente a la vitrina de Louisa. «No te pares», me dije.<br />
Pero algo me obligó a detenerme. Louisa me miraba intensamente. Su sonrisa había<br />
cambiado. Me estaba advirtiendo, me estaba avisando de que debía mantenerme alejada de<br />
Jonathan.<br />
«¡No!»<br />
-No desvaríes, Annie -me reproché en voz alta.<br />
Hice un esfuerzo por no mirar la fotografía y doblé la esquina corriendo. Oí risas más<br />
adelante.<br />
Dawn estaba apoyada en su taquilla junto a Caleb, con los libros y cuadernos a sus pies.<br />
Se estaban desternillando y pararon de repente cuando vieron que me acercaba.<br />
-Me tengo que ir -dijo Caleb agachándose para recoger algunos de los libros y dárselos a<br />
Dawn-. ¿Qué tal te va? -preguntó dirigiéndose a mí.<br />
-¡De maravilla! -repliqué con sarcasmo.<br />
Pero Caleb ya se había ido, saludando a Dawn con la mano y sin esperar la respuesta.<br />
-Hola Annie, ¿qué te pasa? -preguntó, recogiendo el resto de sus cosas.<br />
-Alguien ha borrado todo mi trabajo -le espeté casi sin aliento.<br />
Dawn se irguió, dejando sus libros en el suelo.<br />
-¿Qué?<br />
Repetí lo que acababa de decir y se quedó boquiabierta. Le dije lo del aviso al final del<br />
archivo que me advertía que debía mantenerme alejada de Jonathan.<br />
Se quedó pensativa y se pasó la mano por el cabello.<br />
-¿Quién puede haber hecho una cosa tan extraña? -preguntó.<br />
Me encogí de hombros.<br />
-Si ni siquiera conozco a nadie -me lamenté-. ¡Es mi segundo día en este estúpido<br />
instituto!<br />
-¿Quieres que vayamos a algún sitio y hablemos de lo que te ha ocurrido?<br />
-No lo sé -contesté, sintiéndome desgraciada-. Creo que me iré a casa. Hoy he tenido un<br />
día horrible.<br />
Guardé silencio al ver a Jonathan doblando la esquina. Tenía la cabeza gacha y andaba a<br />
paso rápido, dando grandes zancadas. Una sonrisa iluminó su rostro al verme.<br />
-¡Hola! -gritó. Se acercó rápidamente hacia nosotras, con su mochila al hombro y una<br />
raqueta con una funda azul en la mano-. ¿Qué hacéis aquí todavía?<br />
-Han castigado a Caleb y he ido a verle para que me dé unos apuntes -explicó Dawn.<br />
-Pues yo diría que debes de estar muy apurada para pedirle los apuntes a Caleb -bromeó<br />
Jonathan.<br />
-Son mis apuntes. Necesitaba que me los devolviera -dijo Dawn. Guardó silencio y se<br />
puso a recoger sus cosas del suelo.<br />
Jonathan fijó su atención en mí.<br />
Librodot<br />
25<br />
25