You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Librodot La novia muerta R. L. Stine<br />
«Es guapísimo -pensé-. Debería estar en Hollywood protagonizando alguna serie de<br />
televisión.»<br />
De repente recordé algo que mi madre había dicho hacía mucho tiempo: «No salgas con<br />
chicos más guapos que tú.» Es curioso las cosas que acuden a la mente sin motivo aparente.<br />
Sonó el timbre y salí corriendo de la sala para ir a abrir la puerta.<br />
Jonathan parecía muy contento de verme. Hablamos unos minutos sobre cosas sin<br />
importancia. Le quité una larga brizna de hierba del pelo.<br />
-¿Cómo ha llegado esto aquí? -le pregunté, jugando con la hierba entre mis dedos.<br />
- He estado cortando el césped esta mañana -contestó malhumorado-. Mi padre siempre<br />
quiere ser el primero del barrio en tenerlo cortado. ¡Pero soy yo el que tiene que hacerlo! -Se<br />
rascó la cabeza y frunció el ceño-. Luego dice que ya que cortamos el césped tan pronto<br />
tenemos que rastrillarlo y claro, también me toca hacerlo a mí. ¡Estoy hecho polvo!<br />
-¿Así que no quieres ir en bicicleta? -le pregunté incapaz de disimular mi decepción.<br />
Soltó una carcajada.<br />
-Al contrario, necesito montar en bici... siempre y cuando no sea sobre césped.<br />
Cuando apareció mi madre con una de las numerosas cajas sin desempaquetar, le<br />
presenté a Jonathan. Dejó la caja y le dio la mano. Me di cuenta por su expresión de que<br />
estaba impresionada por lo guapo que era.<br />
Al cabo de un rato saqué mi nueva bici del garaje y la llevé hasta donde estaba Jonathan,<br />
que me esperaba fuera.<br />
Era un día soleado y caluroso con alguna que otra nube blanca en el cielo y había mucha<br />
humedad, casi como si estuviéramos en verano.<br />
-¡Qué bici más bonita! -exclamó Jonathan, pasando la mano por encima del metal<br />
resplandeciente pintado de color azul-. ¡Realmente bonita!<br />
-No se nota que es de segunda mano, ¿verdad? -le pregunté-. Sólo tiene una rascadita<br />
aquí, en este lado, ¿ves?, nada más.<br />
Jonathan admiró la bicicleta durante un buen rato.<br />
-Tiene diez marchas, ¿no?<br />
-No, veintiuna.<br />
-Perfecto. -Levantó la mirada y dijo-: Venga, salgamos de una vez.<br />
-Bueno -contesté con entusiasmo. Subí a la bici y avancé con los pies, preparándome<br />
para deslizarme cuesta abajo-. ¿Adónde vamos a ir?<br />
Jonathan entrecerró los ojos, concentrándose.<br />
-Bueno...<br />
El sol quedó oculto tras unas nubes y empezó a refrescar. Me entraron escalofríos<br />
cuando Jonathan se me quedó mirando y me propuso:<br />
-Podríamos ir en bici a lo alto de las cascadas.<br />
11<br />
¿Por qué me entró esa sensación de pánico cuando Jonathan me sugirió subir en bici a las<br />
cascadas? Me enfadé conmigo misma por semejante reacción. No tenía ningún motivo para<br />
temer a Jonathan; parecía que yo le gustaba bastante.<br />
Algo horrible había ocurrido en las cascadas, pero ése no era motivo para tener miedo a<br />
Jonathan. Llegué a la conclusión de que él estaba intentando olvidar a Louisa y superar lo de<br />
su muerte.<br />
Al volver a las cascadas conmigo se estaba obligando a rehacer su vida y dejar atrás a<br />
Louisa y las cosas horrorosas que habían sucedido.<br />
Librodot<br />
30<br />
30