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Librodot La novia muerta R. L. Stine<br />
- He estado encubriendo a Ruby durante todo este tiempo -dijo Jonathan, volviéndose<br />
hacia mí.<br />
-¡Calla! -gritó Ruby. Luego se dirigió a mí-: No te creas lo que dice. ¡Es un repugnante<br />
mentiroso!<br />
-Ya estoy harto de mentir -dijo Jonathan en un arrebato de cólera-. Se acabó. No pienso<br />
encubrirte más, Ruby. No puedo seguir haciendo esto.<br />
-¡Cállate! ¡Te lo advierto! -amenazó Ruby.<br />
-En enero quería romper con Louisa -explicó Jonathan, vigilando a Ruby de reojo-.<br />
Louisa y yo nunca nos habíamos llevado bien, siempre nos estábamos peleando. La traje aquí<br />
para decírselo... Ruby y yo la trajimos aquí porque habíamos estado saliendo en secreto y se<br />
lo queríamos decir. Pero entonces...<br />
-¡Basta ya! -volvió a amenazar Ruby-. Cierra el pico de una vez. ¿Por qué le estás<br />
diciendo todo eso?<br />
-Empecé a explicárselo a Louisa -continuó Jonathan, ignorando a Ruby y mirándome a<br />
los ojos-. Le empecé a contar lo nuestro, pero entonces llegó Caleb en bici y yo me fui detrás<br />
de las rocas para hablar con él -dijo, señalando las rocas de granito-. Luego, mientras estaba<br />
charlando con Caleb, Ruby empujó a Louisa por la cascada.<br />
Ruby me agarró del brazo y me zarandeó con fuerza.<br />
- No le escuches, Annie. Todo eso es mentira.<br />
-Ruby... ¡Suéltame! -supliqué, retorciéndome para liberarme de ella.<br />
- ¡Es mentira! -repitió Ruby, lanzando a Jonathan una mirada acusadora-. Has estado<br />
mintiendo a todo el mundo desde enero, incluso a ti mismo.<br />
Pero Jonathan siguió ignorándola v hablándome a mí.<br />
-Después de que Ruby matara a Louisa, me sentí asqueado. No podía soportar la mera<br />
presencia de Ruby, pero continuó insistiendo para que saliéramos juntos. Me sentía muy<br />
culpable, tan culpable que no quería volver a hablar con Ruby nunca más. Pero siguió<br />
acosándome, sin dejarme en paz.<br />
-¡Mentiroso!<br />
-¡Incluso hoy! -la acusó Jonathan-. ¡Incluso hoy me has seguido! ¡Déjame en paz, Ruby!<br />
¡Déjame en paz!<br />
-¡Mentiroso! -rugió Ruby furiosa, y volvió a empujarle hacia el borde del precipicio-.<br />
¡Tú mataste a Louisa! ¡Tú la empujaste, yo no lo hice! ¡Tú eres el culpable, admítelo!<br />
Jonathan, Louisa y yo estábamos aquí -dijo Ruby dirigiéndose a mí-. Cuando habíamos<br />
empezado a hablar apareció Caleb. Jonathan fue hacia las rocas para hablar con él, y Louisa y<br />
yo nos quedamos al lado de la cascada. Luego oí que alguien me llamaba y dejé a Louisa para<br />
dirigirme hacia el bosque y buscar a Jonathan. Cuando volví, Jonathan se encontraba en el<br />
borde del precipicio mirando hacia abajo, y Louisa ya no estaba allí. Estaba muerta.<br />
-¡Eso no es verdad! -protestó Jonathan-. ¡Yo no la empujé, fuiste tú!<br />
En una explosión de rabia, Jonathan agarró a Ruby brutalmente por la cintura y la tiró al<br />
suelo. Ella se puso a chillar con todas sus fuerzas y empezó a golpearle con los puños.<br />
-¡Basta! -grité-. ¡Basta ya!<br />
Pero no me oían, y siguieron peleándose furiosamente en el suelo.<br />
-¡Basta ya, por favor! -volví a gritar.<br />
Se acercaban peligrosamente al borde del precipicio, dando revolcones y sin dejar de<br />
pelearse.<br />
Ruby le tiraba de los pelos y le daba puñetazos en la cara. Luego le golpeó el pecho con<br />
la cabeza.<br />
Corrí hacia ellos, suplicándoles que pararan. Se encontraban ya a pocos metros del<br />
abismo.<br />
-¡Ya basta, por favor! -Mi voz se perdía en el rugido de la cascada.<br />
Ruby le arañó la cara. Él soltó un grito de dolor mientras empezaba a brotar sangre de las<br />
heridas.<br />
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