Critica 145 - Revista Crítica
Critica 145 - Revista Crítica
Critica 145 - Revista Crítica
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
6<br />
serio es fácil. El chiste es hacerlo en<br />
pitorreo (…) yo admiro más a un ci -<br />
clista acróbata que a uno que sea cam -<br />
peón de carretera”. No sólo publicó<br />
Algunos poemas deliberadamente ro -<br />
mánticos y un prólogo en cierto modo<br />
innecesario, justificándose en que fue -<br />
ron hechos a fin de que se viera su ap -<br />
titud para ese tipo de poesía, sino que<br />
en realidad estaba enamorado al escri -<br />
birlos y versaba a tono de los Veinte<br />
poemas de amor y una canción deses -<br />
perada —muy de moda entre universi -<br />
tarios de la segunda mitad de los<br />
veinte—, todo sin descuidar el toque<br />
humorístico:<br />
Tal vez la quise mucho, pero tal vez la<br />
quiero.<br />
Esta frase te ofrezco, cuyo único pero<br />
es que la dijo antes un autor extranjero.<br />
Con Leduc estamos ante el Mé xico<br />
posrevolucionario, donde empieza a des -<br />
puntar la generación de Frida Kahlo<br />
y se abrirán paso, después, mu jeres co -<br />
mo María Félix (también ami ga del poe -<br />
ta). Al mismo tiempo, estamos ante un<br />
país que ya en 1918 había decepciona -<br />
do a López Velarde en su esperanza<br />
política y de cambio social. Es el país<br />
de la nueva repartición de la riqueza<br />
y de su renovada concentración; el país<br />
machista y misógino, violento y conser -<br />
vador; al mismo tiem po que aquel que<br />
requiere abrirse, aun que sea un poco,<br />
ante las necesidades de su propio mer -<br />
cado y el empuje de nacientes genera -<br />
ciones ilustradas. El país de licenciados<br />
y oratorias, que Le duc rechaza, pese<br />
a ser amigo de Mi guel Alemán y Adol -<br />
fo López Mateos desde la edad prepa -<br />
ratoriana. Por cier to, se ha hablado de<br />
misoginia y homo fobia en Leduc. ¿Có -<br />
mo explicar entonces sus vínculos con<br />
mujeres de todo estilo, o el verdadero<br />
afecto y amistad que le tuvieron Leo -<br />
nora Carrington, María Félix o la pintora<br />
Aurora Reyes (sólo por mencionar<br />
amigas de toda la vi da)?; ¿o su amistad<br />
con Monsiváis y su reconocimiento a No -<br />
vo o, en fin, su admiración por Proust?<br />
Nadie va a ne gar sus bromas y exa -<br />
bruptos (espíritu provocador), pero pa -<br />
rece haber teni do mayor pluralismo que<br />
los defenso res de una corrección po -<br />
lítico-cultural muy de hoy que se cree<br />
ahistórica e impoluta, y a veces no es<br />
más que otra forma de intolerancia y<br />
rigidez o, peor, bandera para escalar<br />
posiciones y ha cerse con prerrogativas<br />
a menudo ex cluyentes.<br />
Es Leduc un poeta adverso al mo -<br />
dernismo y su romanticismo tardío, y<br />
tampoco se apega al posmodernismo<br />
de López Velarde: comparte con el poe -<br />
ta de Jerez un tono jovial e inclusivo,<br />
escéptico e irónico; pero en Leduc la<br />
calle y el arrabal, la ilustración fran -