15.05.2013 Views

+Bayly

+Bayly

+Bayly

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

cada vez más prescinde de la "producción" a la hora de tocar<br />

lo suyo.<br />

–Te vi dos veces. La primera con la banda, en el Konex. Luego,<br />

con la guitarra en el ND. La espectación del público parece más<br />

intensa cuando estás solo.<br />

–En la industria le dan tanta importancia a la pro–ducción,<br />

a todo lo "pro". Prefiero que sea todo "pre". Y por eso elijo tocar<br />

solo con la guitarra, para poner un poco más el valor en el<br />

hombre y menos el valor en la electricidad, en la técnica.<br />

De esa posición política "pre" a la decisión de hacer un disco<br />

defintivamente dedicado al amor hubo apenas un año. El<br />

manifiesto ahora sí tuvo su rostro en pleno canto, y en primer<br />

plano. De pelo aún largo –como lo tenía cuando cantaba versos<br />

como "me arrancaré los pelos del pubis por ti Evaristo/ Me<br />

arrancaré los pelos del culo también por ti", en Porco– Gabo<br />

dice en estado de enamoramiento en el primer tema: "Para<br />

traerte a casa he escrito un cuento. Un cuento que ha germinado<br />

entre el deseo y el tiempo. Donde un cazador lastima a<br />

una paloma dormida. No tira para matarla, tira solo para<br />

37<br />

herirla". Si en ese disco Gabo Ferro toma la decisión confesa<br />

de cantarle al amor, el camino que inicia y continúa hasta hoy<br />

lo lleva a dar la vuelta completa al sentimiento más universal,<br />

hasta acercarse, como solo un romántico que parece salido de<br />

los rincones ingleses en los que se vareaban Shilley y Lord<br />

Byron en pleno siglo XIX, a la muerte.<br />

Nada más parecido a la muerte que una separación dolorosa.<br />

El duelo resulta tan dramático para el enamorado como la<br />

misma partida. Gabo no quiere hablar ya de la traición y el<br />

engaño que lo dejó sin casa y sin amante; del infierno que lo<br />

llevó a escribir las doce canciones de Amar, temer, partir. Ha<br />

dicho que se trató de una "arquitectura de mentiras", una<br />

"construcción de deshonestidad complejísima". De ese edificio<br />

derrumbado por el engaño Ferro pasó a un retiro en la casa<br />

paterna. Volvió a Mataderos.<br />

–¿Cómo fue regresar al barrio y deshacerte de los recuerdos?<br />

–Tengo como una casa aparte donde tenía mi biblioteca. Y<br />

preferí no quedarme con nada de lo que tenía, apenas los discos<br />

y los libros. Un amigo dice que tengo el mapa fóbico hiperactivo,<br />

todo me remite a... Todo está pregnado y preñado de<br />

historia, por eso no quiero nada de lo viejo. Me apropio de los<br />

lugares no muy fácilmente, y cuando lo hago, es mío, los pregno<br />

con mucho amor. A no ser que crea que ya no es mío, entonces<br />

lo dejo ir.<br />

–¿Cómo entendés esa relación tan cercana entre amor y<br />

muerte?<br />

–En el hardcore yo trabajaba la escatología. Eramos adolescentes.<br />

Fuimos la primera generación sin instrucción de prevención<br />

contra el VIH SIDA. Sin exagerar, nos encontrábamos<br />

mucho más en hospitales, sanatorios y velorios que en fiestas<br />

y muchas veces la erótica se encontraba en esos lugares de<br />

duelo, se cruzaba el deseo y la erótica con la muerte. Había<br />

levantes en entierros, en velorios, en sanatorios. Es la tristeza<br />

de esa generación, que se abría a la erótica y el deseo en un<br />

momento en el que el Estado no se hacía cargo de lo que estaba<br />

pasando. No sabía cómo atenderlo.<br />

–¿Y esto se expresa en canciones?<br />

–Mis nuevas canciones son sobre la muerte. Hay varias muertes,<br />

muchas muertes: hay una muerte vulgar, y hay grandes<br />

muertes. En algun costado la vida y la muerte pueden estar en<br />

manos de uno mismo. Lo sé porque cuando a mi me pasó todo<br />

eso, yo sabía que no quería matarme, pero sabía que no quería<br />

vivir más. Ahí creo que anidó la idea de una muerte que uno no<br />

quiere para sí, y en ese sentido no es la vida. Pero no querer la<br />

vida: ¿es la muerte? Es lo que me estoy preguntando.<br />

–No deja de ser romántico.<br />

–Sin duda que sí. Y creo que el romanticismo sin duda es mi<br />

lugar.<br />

Sangre y cortejo<br />

Sus primeras visiones estéticas llegaron cuando estaba en el<br />

comienzo del secundario, una escuela pública pero de elite de<br />

la que no quiere hablar: son cruentas imágenes de la guerra<br />

civil española. Rojos muertos. Masacres. Esa sangre que se<br />

puede oler todavía en ramalazos tibios mezclados con el olor<br />

a bosta de las vacas que van a morir al matadero, parece haber<br />

sido siempre una marca. La sangre, es el tema que investigó<br />

en su tesis de maestría como historiador, y que, otra vez ligada<br />

al romanticismo, no se aparta del camino del artista, sino que<br />

parece completarlo. La publicó como libro este año: se llama<br />

32-38-Gabo-120409.indd 37 08/04/2009 11:39:48 p.m.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!