Doc. Rect - Guias en Gastroenterología
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Posición g<strong>en</strong>upectoral: para algunos médicos es la más conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te. El<br />
paci<strong>en</strong>te se coloca de rodillas sobre la camilla, separa las rodillas y<br />
apoya los hombros y la cabeza (fr<strong>en</strong>te o una mejilla) sobre la misma,<br />
int<strong>en</strong>tando conseguir la mayor lordosis lumbar posible. Existe la variante<br />
de pie apoyando los antebrazos <strong>en</strong> el borde de la camilla e inclinando<br />
el tronco hacia delante.<br />
■ INSPECCIÓN<br />
Con ambas manos <strong>en</strong>guantadas se separan las nalgas para visualizar<br />
el ano, la piel perianal y sus alrededores (región sacrococcígea, nalgas,<br />
vulva y base del escroto). Tras traccionar suavem<strong>en</strong>te a ambos<br />
lados del orificio anal, se puede visualizar la porción distal del canal<br />
anal. Además también se debe realizar la inspección solicitando al<br />
paci<strong>en</strong>te que efectúe un leve esfuerzo defecatorio, para facilitar la<br />
protrusión de la mucosa. En la inspección se pued<strong>en</strong> visualizar: fisuras,<br />
ulceraciones, orificios de fístulas, abscesos, hemorroides externas,<br />
trombosadas o no, tumoraciones anales y perianales, lesiones<br />
neoformativas y hemorroides prolapsadas. Es importante visualizar<br />
la exist<strong>en</strong>cia de signos reci<strong>en</strong>tes de sangrado de alguna de las lesiones<br />
citadas.<br />
■ TACTO RECTAL<br />
Previam<strong>en</strong>te y sin lubricante se palparán las áreas perianal, perineal<br />
y sacrococcígea, buscando la exist<strong>en</strong>cia de masas, induración y fluctuación.<br />
Posteriorm<strong>en</strong>te, tras la aplicación de abundante lubricante<br />
<strong>en</strong> el dedo y depositar parte <strong>en</strong> el orificio anal, se apoya la yema del<br />
dedo <strong>en</strong> la comisura anterior del orificio. Se realiza habitualm<strong>en</strong>te<br />
con el segundo dedo de la mano dominante y se presiona firme y<br />
cuidadosam<strong>en</strong>te para v<strong>en</strong>cer la resist<strong>en</strong>cia esfinteriana y l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te,<br />
a través del canal anal, se introduce hasta el máximo posible <strong>en</strong><br />
la ampolla rectal.<br />
La profundidad máxima alcanzada dep<strong>en</strong>de de la longitud del dedo<br />
del médico, de la constitución física del paci<strong>en</strong>te y de su grado de<br />
relajación muscular, que puede llegar a 10 cm y la inserción efectiva<br />
estudiada de unos 7,5 cm. Durante el tacto se debe examinar circunfer<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te<br />
la mucosa rectal y el canal anal, valorando zonas<br />
de induración, tumefacción y fluctuación, irregularidades, excrec<strong>en</strong>cias<br />
y est<strong>en</strong>osis.<br />
Durante el tacto rectal se pued<strong>en</strong> localizar estructuras vecinas: próstata,<br />
cuello uterino y fondo de saco de Douglas. Tras finalizar el tacto<br />
rectal se debe visualizar <strong>en</strong> el dedo utilizado la exist<strong>en</strong>cia de restos<br />
hemáticos, heces o de otro tipo.<br />
ANEXOS • 81