10.06.2013 Views

Actas de formación de juntas y declaraciones de independencia ...

Actas de formación de juntas y declaraciones de independencia ...

Actas de formación de juntas y declaraciones de independencia ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Alicante y Cartagena, el temor <strong>de</strong> ser envueltos en las<br />

ruinas que la amenazaban, y <strong>de</strong> caer en las asechanzas<br />

<strong>de</strong> Napo león, el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> concurrir á salvarla por una<br />

parte; el conocimiento <strong>de</strong> nuestros <strong>de</strong>rechos, las pocas<br />

esperanzas que veíamos <strong>de</strong> que éstos se reconociesen,<br />

los males que nos acarreaba un gobernador insolente,<br />

por la otra, hacían un contraste bien difícil <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidirse.<br />

Quisimos, sin embargo, abundar en mo<strong>de</strong>ración y en<br />

sufrimiento, y aunque tomamos medidas <strong>de</strong> precaución<br />

para alejar <strong>de</strong> nosotros los peligros que temía mos,<br />

nunca rompimos la integridad <strong>de</strong> la monarquía, ni nos<br />

separamos <strong>de</strong> la causa <strong>de</strong> la nación. Nuestra seguridad<br />

exigió imperiosamente pre pararnos <strong>de</strong> todos modos<br />

para no caer en la común calamidad, y al efec to<br />

quisimos que el Cabildo, como un cuerpo compuesto<br />

<strong>de</strong> patricios, interviniese con el Gobernador en la<br />

administración <strong>de</strong>l gobierno, y cuando ya no bastaba<br />

esta provi<strong>de</strong>ncia fue preciso <strong>de</strong>poner á este mismo<br />

Gobernador entrando en su lugar el que las leyes<br />

llamaban a suce<strong>de</strong>rle. Las causas que nos movieron á<br />

este hecho estaban legalmente justificadas con todas<br />

las formas jurídicas; el comisionado que la Re gencia<br />

nos envió no pudo menos <strong>de</strong> aprobarlas; y a<strong>de</strong>más<br />

sometíamos a aquel Gobierno nuestra conducta.<br />

Le ofrecimos fraternidad y unión, le enviamos<br />

cuantiosos socorros <strong>de</strong> dinero para sostener la<br />

guerra contra la Francia, le protestamos sinceramente<br />

que nuestros sentimien tos serían inalterables,<br />

siempre que se atendiese nuestra justicia, se remediasen<br />

nuestros males y hubiese esperanzas <strong>de</strong> que<br />

se salvara la na ción. Nada bastó, nada conseguimos.<br />

La Regencia, orgullosa con un re conocimiento que<br />

apenas se atrevió á esperar, mostróse indiferente<br />

a nuestras reclamaciones, y en vez <strong>de</strong> escucharlas<br />

como merecían, dictó ór<strong>de</strong>nes dignas <strong>de</strong>l favorito <strong>de</strong><br />

Carlos IV. A nuestras sumisiones, a nuestras protestas<br />

<strong>de</strong> amistad, correspondió con palabras agrias é insultantes;<br />

y para acallar nuestras quejas, para darnos<br />

las gracias por los tesoros que le prodigamos, improbó<br />

269<br />

Colección Bicentenario

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!