10.06.2013 Views

Actas de formación de juntas y declaraciones de independencia ...

Actas de formación de juntas y declaraciones de independencia ...

Actas de formación de juntas y declaraciones de independencia ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ciudadano y toda provincia reunida llevase la divisa<br />

<strong>de</strong> la libertad. Un lazo bicolor en que la mitad fuese<br />

amarilla y la otra mitad encarnada, puesto en los<br />

sombreros sería lo más conveniente y más sencillo.<br />

Don Bruno Espinosa fue comisionado por algunos<br />

miembros <strong>de</strong> la junta para que con gentes <strong>de</strong> la<br />

satisfacción guardase el parque y ayudase a don José<br />

Ayala, lo que ejecutó con prontitud y patriotismo.<br />

También merece una mención honrosa don Salvador<br />

Cancino y su hijo don José María. Todos estos han<br />

manifestado actividad y vigor en el servicio y custodia<br />

<strong>de</strong> la artillería.<br />

Mientras una parte <strong>de</strong>l pueblo se ocupaba en el<br />

triunfo <strong>de</strong> Rosillo, otra partió en busca <strong>de</strong>l ex fiscal<br />

Frías. Un pueblo numeroso se aboca a las puertas <strong>de</strong><br />

su casa: entra, le sorpren<strong>de</strong> y, en medio <strong>de</strong> la algazara<br />

y <strong>de</strong> improperios, le conduce a la casa consistorial. La<br />

Junta Suprema, que estaba congregada, no permitió<br />

que se le presentara; se le <strong>de</strong>tuvo en una sala, <strong>de</strong> don<strong>de</strong><br />

fue conducido a la cárcel. El pueblo en furor le habría<br />

mil veces asesinado; él pedía su cabeza, él pedía su<br />

suplicio.<br />

Si el pueblo odiaba a Frías, <strong>de</strong>testaba al oidor Alba con<br />

todo su corazón. Odio implacable, odio sin medida,<br />

venganza y sed <strong>de</strong> sangre eran los sentimientos que<br />

animaban a este pueblo. Ataca, entra, registra la casa<br />

<strong>de</strong> este ministro <strong>de</strong>sgraciado: no lo halla, redobla sus<br />

esfuerzos, hasta que Cortázar lo sosiega y promete<br />

presentarlo a la Suprema junta antes que acabe el día.<br />

Veinte años <strong>de</strong> un mando imperioso, veinte años <strong>de</strong><br />

procesos y <strong>de</strong> pesquisas, veinte años <strong>de</strong> velar sobre<br />

nuestra conducta, veinte años gastados en amontonar<br />

enemigos resentidos, ira, venganza, ¿qué consuelo<br />

podían prometer a su corazón? Sumergido en las<br />

más vivas agitaciones, viendo el puñal vengador por<br />

todas partes no le queda otro consuelo que echarse en<br />

Colección Bicentenario<br />

81

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!