You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ían planeado que algún día se irían a vivir<br />
al campo. Ahora habían realizado su sueño<br />
de vida agreste y vivían en esa finca sin teléfono<br />
en las afueras de El Retiro, al lado de<br />
una quebrada, con caballos y vacas y conejos.<br />
Pescaban truchas, paseaban los perros, y<br />
se bastaban tanto el uno al otro que casi nunca<br />
bajaban a Medellín.<br />
Después del primer estupor del abandono,<br />
que me dejó medio loco por semanas, aunque<br />
más herido en el orgullo que en el amor,<br />
yo me fui acomodando, y a los meses me sentía<br />
muy contento de vivir solo con los niños.<br />
Contento, pero también preocupado, porque<br />
con los horarios del periódico la vida diaria se<br />
me volvió imposible. Por un lado, todos los<br />
días tenía que despertarlos a las seis para que<br />
tuvieran tiempo de bañarse antes de que pasara<br />
el bus del colegio, y yo casi nunca podía<br />
acostarme antes de la una porque en un día<br />
bueno cerrábamos la edición a medianoche,<br />
y en los días difíciles el turno se prolongaba<br />
hasta más tarde, a veces hasta las dos o las<br />
tres de la madrugada. Había noches en que<br />
dormía menos de tres horas y después, en el<br />
periódico, no era capaz de hacer nada bien y<br />
a veces me quedaba dormido encima del escritorio.<br />
Yo no tenía que llegar temprano al<br />
periódico, podía llegar a las diez o a las once<br />
de la mañana, pero me angustiaba también<br />
10