20.06.2013 Views

Dinero - Confiar

Dinero - Confiar

Dinero - Confiar

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Damas y caballeros —anunciaba a la<br />

hora de la cena, alzando la copa—, éste es un<br />

Margaux del veintinueve. ¡El mejor año del<br />

siglo! ¡Un bouquet fantástico! ¡Huele a primavera!<br />

¡Y observen ese sabor que queda después,<br />

y el gusto a tanino que le da ese toque<br />

astringente tan agradable! Maravilloso,<br />

¿eh?<br />

Los invitados asentían, tomaban un sorbo<br />

y murmuraban alabanzas, pero nada más.<br />

—¿Qué les pasa a esos idiotas? —le preguntó<br />

el señor Cleaver a Tibbs, después de<br />

que esta situación se repitiera varias veces—.<br />

¿Es que nadie sabe apreciar un buen vino?<br />

El mayordomo torció la cabeza a un lado<br />

y dirigió los ojos hacia arriba.<br />

—Creo que lo apreciarían si pudieran catarlo,<br />

señor —dijo—. Pero no pueden.<br />

—¿Qué diablos quiere decir? ¿Cómo<br />

que no pueden catarlo?<br />

—Tengo entendido que usted ha ordenado<br />

a monsieur Estragón que aliñe generosamente<br />

las ensaladas con vinagre, señor.<br />

—¿Y qué? Me gusta el vinagre.<br />

—El vinagre —dijo el mayordomo— es<br />

enemigo del vino. Destruye el paladar. El aliño<br />

debe hacerse con aceite puro de oliva y<br />

un poco de zumo de limón. Nada más.<br />

—¡Qué estupidez! —exclamó el señor<br />

Cleaver.<br />

58

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!