13.07.2013 Views

La Celestina - 10 reglas de oro para el exito

La Celestina - 10 reglas de oro para el exito

La Celestina - 10 reglas de oro para el exito

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>de</strong>muestran la experiencia. De verte o <strong>de</strong> oyrte <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r por la escalera, parlan lo que estos fingidamente han dicho, en cuyas<br />

falsas palabras pones <strong>el</strong> fin <strong>de</strong> tu <strong>de</strong>seo.<br />

SEMPRONIO.- <strong>C<strong>el</strong>estina</strong>, ruynmente suena lo que Pármeno dize.<br />

CELESTINA.- Calla, que <strong>para</strong> la mi santiguada do vino <strong>el</strong> asno verná <strong>el</strong> albarda. Déxame tú a Pármeno, que yo te le haré vno<br />

<strong>de</strong> nos, e <strong>de</strong> lo que houiéremos, démosle parte: que los bienes, si no son conmunicados, no son bienes. Ganemos todos,<br />

partamos todos, holguemos todos. [90] Yo te le traeré manso e benigno a picar <strong>el</strong> pan en <strong>el</strong> puño e seremos dos a dos e, como<br />

dizen, tres al mohíno.<br />

CALISTO.- Sempronio.<br />

SEMPRONIO.- Señor.<br />

CALISTO.- ¿Qué hazes, llaue <strong>de</strong> mi vida? Abre. ¡O Pármeno!, ya la veo:¡sano soy, viuo so! ¿Miras qué reuerenda persona,<br />

qué acatamiento? [91] Por la mayor parte, por la philosomía es conocida la virtud interior. ¡O vejez virtuosa! ¡O virtud<br />

enuejecida!. ¡O gloriosa esperança <strong>de</strong> mi <strong>de</strong>sseado fin! ¡O fin <strong>de</strong> mi <strong>de</strong>leytosa esperança! ¡O salud <strong>de</strong> mi passión, reparo <strong>de</strong> mi<br />

tormento, regeneración mía, viuificación <strong>de</strong> mi vida, resurreción <strong>de</strong> mi muerte! Deseo llegar a ti, cobdicio besar essas manos<br />

llenas <strong>de</strong> remedio. <strong>La</strong> indignidad <strong>de</strong> mi persona lo embarga. Den<strong>de</strong> aquí ad<strong>oro</strong> la tierra que hu<strong>el</strong>las e en lo reuerencia tuya beso.<br />

CELESTINA.- Sempronio, ¡<strong>de</strong> aqu<strong>el</strong>las viuo yo! ¡Los huessos, que yo soy, piensa este necio <strong>de</strong> tu amo <strong>de</strong> darme a comer!<br />

Pues ál le sueño. Al freyr lo verá. Dile que cierre la boca e comience [92] abrir la bolsa: que <strong>de</strong> las obras dudo, quanto más <strong>de</strong><br />

las palabras. Xo que te estriego, asna coxa. Más hauías <strong>de</strong> madrugar.<br />

PÁRMENO.- ¡Guay <strong>de</strong> orejas, que tal oyen! Perdido es quien tras perdido anda. ¡O Calisto <strong>de</strong>sauenturado, abatido, ciego! ¡E<br />

en tierra está adorando a la más antigua e puta tierra, que fregaron sus espaldas en todos los bur<strong>de</strong>les! Deshecho es, vencido, es,<br />

caydo es: no es capaz <strong>de</strong> ninguna re<strong>de</strong>nción ni consejo ni esfuerço. [93]<br />

CALISTO.- ¿Qué <strong>de</strong>zía la madre? Parésceme que pensaua que le ofrescía palabras por escusar galardón.<br />

SEMPRONIO.- Assí lo sentí.<br />

CALISTO. Pues ven comigo: trae las llaues, que yo sanaré su duda.<br />

SEMPRONIO.- Bien farás e luego vamos. Que no se <strong>de</strong>ue <strong>de</strong>xar crescer la yerua entre los panes ni la sospecha en los<br />

coraçones <strong>de</strong> los amigos; sino alimpiarla luego con <strong>el</strong> escardilla <strong>de</strong> las buenas obras.<br />

CALISTO.- Astuto hablas. Vamos e no tar<strong>de</strong>mos.<br />

CELESTINA.- Plázeme, Pármeno, que hauemos auido oportunidad <strong>para</strong> que conozcas <strong>el</strong> amor mío contigo e la parte que en<br />

mi immérito tienes. E digo immérito, por lo que te he oydo <strong>de</strong>zir, <strong>de</strong> que no hago caso. Porque virtud nos amonesta sufrir las<br />

tentaciones e no dar mal por mal; e especial, quando somos tentados por moços e no bien instrutos en lo mundano, en que con<br />

necia lealtad pierdan a sí e a sus amos, como agora tú a Calisto. Bien te oy e no pienses que [94] <strong>el</strong> oyr con los otros exteriores<br />

sesos mi vejez aya perdido. Que no solo lo que veo, oyo e conozco; mas avn lo intrínsico con los int<strong>el</strong>lectuales ojos penetro.<br />

Has <strong>de</strong> saber, Pármeno, que Calisto anda <strong>de</strong> amor quexoso. E no lo juzgues por eso por flaco, que <strong>el</strong> amor imperuio todas las<br />

cosas vence. E sabe, si no sabes, que dos conclusiones son verda<strong>de</strong>ras. <strong>La</strong> primera, que es forçoso <strong>el</strong> hombre amar a la muger e<br />

la muger [95] al hombre. <strong>La</strong> segunda, que <strong>el</strong> que verda<strong>de</strong>ramente ama es necessario que se turbe con la dulçura <strong>de</strong>l soberano<br />

<strong>de</strong>leyte, que por <strong>el</strong> hazedor <strong>de</strong> las cosas fue puesto, porque <strong>el</strong> linaje <strong>de</strong> los hombres perpetuase, sin lo qual perescería. E no solo<br />

en la humana especie; mas en los pesces, en las bestias, en las aues, en las reptilias y en lo vegetatiuo, algunas plantas han este<br />

respeto, si sin interposición <strong>de</strong> otra cosa en poca distancia <strong>de</strong> tierra están puestas, en que ay so <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> heruolarios e<br />

agricultores, ser machos e hembras. ¿Qué dirás a esto, Pármeno? ¡Neciu<strong>el</strong>o, loquito, ang<strong>el</strong>ico, perlica, simplezico! ¿Lobitos en<br />

tal gestico? Llegate acá, putico, que no sabes nada <strong>de</strong>l mundo ni <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>leytes. ¡Mas rauia mala me mate, si te llego a mí,<br />

avnque vieja! Que la voz tienes ronca, las barbas te apuntan. Mal sosegadilla <strong>de</strong>ues tener la punta <strong>de</strong> la barriga. [96]<br />

PÁRMENO.- ¡Como cola <strong>de</strong> alacrán!<br />

CELESTINA.- E avn peor: que la otra muer<strong>de</strong> sin hinchar e la tuya hincha por nueue meses.<br />

PÁRMENO.- ¡Hy!, ¡hy!, ¡hy!<br />

CELESTINA.- ¿Ríeste, landrezilla, fijo?<br />

PÁRMENO.- Calla, madre, no me culpes ni me tengas, avnque moço, por insipiente. Amo a Calisto, porque le <strong>de</strong>uo<br />

fi<strong>de</strong>lidad, por criança, por beneficios, por ser dél honrrado e bientratado, que es la mayor ca<strong>de</strong>na, que <strong>el</strong> amor <strong>de</strong>l seruidor al<br />

seruicio <strong>de</strong>l señor pren<strong>de</strong>, quanto lo contrario aparta. Véole perdido e no ay cosa peor que yr tras <strong>de</strong>sseo sin esperança <strong>de</strong> buen<br />

fin e especial, pensando remediar su hecho tan árduo e difícil con vanos consejos e necias razones <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong> bruto Sempronio,<br />

que es pensar sacar aradores a pala e açadón. No lo puedo sufrir. ¡Dígolo e ll<strong>oro</strong>!<br />

CELESTINA.- ¿Pármeno, tú no vees que es necedad o simpleza llorar por lo que con llorar no se pue<strong>de</strong> remediar? [97]

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!