13.07.2013 Views

La Celestina - 10 reglas de oro para el exito

La Celestina - 10 reglas de oro para el exito

La Celestina - 10 reglas de oro para el exito

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

visitación siempre me alegrarás e que en esto no per<strong>de</strong>rás nada, si yo pudiere, antes te verná prouecho. Lo otro e segundo, que<br />

pues yo pongo mis ojos en ti, e mi amor e querer, auisarte que te guar<strong>de</strong>s <strong>de</strong> p<strong>el</strong>igros e más <strong>de</strong> <strong>de</strong>scobrir tu secreto a ninguno,<br />

pues ves quanto daño vino a Pármeno e a Sempronio <strong>de</strong> lo que supo <strong>C<strong>el</strong>estina</strong>, [172] porque no querría verte morir<br />

mallogrado como a tu compañero. Harto me basta auer llorado al vno. Porque has <strong>de</strong> saber que vino a mí vna persona e me<br />

dixo que le auías tú <strong>de</strong>scubierto los amores <strong>de</strong> Calisto e M<strong>el</strong>ibea e cómo la auía alcançado e cómo yuas cada noche a le<br />

acompañar e otras muchas cosas, que no sabría r<strong>el</strong>atar. Cata, amigo, que no guardar secreto es propio <strong>de</strong> las mugeres. No <strong>de</strong><br />

todas; sino <strong>de</strong> las baxas e <strong>de</strong> los niños. Cata que te pue<strong>de</strong> venir gran daño. Que <strong>para</strong> esto te dio Dios dos oydos e dos ojos e no<br />

más <strong>de</strong> vna lengua, porque sea doblado lo que vieres e oyeres, que no <strong>el</strong> hablar. Cata no confíes que tu amigo te ha <strong>de</strong> tener<br />

secreto <strong>de</strong> lo que le dixeres, pues tú no le sabes a ti mismo tener. Quando ouieres <strong>de</strong> yr con tu amo Calisto a casa <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong>la<br />

señora, no hagas bullicio, no te sienta la tierra, que otros me dixeron que yuas cada noche dando bozes como loco <strong>de</strong> plazer.<br />

SOSIA.- ¡O cómo son sin tiento e personas <strong>de</strong>sacordadas las que tales nueuas, señora, te acarrean! Quien te dixo que <strong>de</strong> mi<br />

boca lo hauía oydo, no dize verdad. Los otros <strong>de</strong> verme yr con la luna <strong>de</strong> noche a dar agua a mis cauallos, holgando e auiendo<br />

plazer, diziendo cantares [173] por oluidar <strong>el</strong> trabajo e <strong>de</strong>sechar enojo y esto antes <strong>de</strong> las diez, sospechan mal y <strong>de</strong> la<br />

sospecha hazen certidumbre, affirman lo que barruntan. Sí, que no estaua Calisto loco, que a tal hora auía <strong>de</strong> yr a negocio <strong>de</strong><br />

tanta affrenta, sin esperar que repose la gente, que <strong>de</strong>scansen todos en <strong>el</strong> dulçor <strong>de</strong>l primer sueño. Ni menos auía <strong>de</strong> yr cada<br />

noche, que aqu<strong>el</strong> officio no çufre cotidiana visitación. Y si más clara quieres, señora, ver su falsedad, como dizen, que toman<br />

antes al mentiroso que al que coxquea, en vn mes no auemos ydo ocho vezes y dizen los falsarios reboluedores que cada noche.<br />

AREUSA.- Pues por mi vida, amor mío, porque yo los acuse y tome en <strong>el</strong> lazo <strong>de</strong>l falso testimonio me <strong>de</strong>xes en la memoria<br />

los días que aueys concertado <strong>de</strong> salir e, si yerran, estaré segura <strong>de</strong> tu secreto y cierta <strong>de</strong> su leuantar. Porque no siendo su<br />

mensaje verda<strong>de</strong>ro, será tu persona segura <strong>de</strong> p<strong>el</strong>igro e yo sin sobresalto <strong>de</strong> tu vida. Pues tengo esperança <strong>de</strong> gozarme contigo<br />

largo tiempo.<br />

SOSIA.- Señora, no alarguemos los testigos. Para esta noche en dando <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ox las doze está hecho <strong>el</strong> concierto <strong>de</strong> su<br />

visitación por <strong>el</strong> huerto. Mañana preguntarás lo que han sabido, <strong>de</strong> lo [174] qual, si alguno te diere señas, que me tresquilen a<br />

mí a cruzes.<br />

AREUSA.- ¿E por qué parte, alma mía, porque mejor los pueda contra<strong>de</strong>zir, si anduuieren errados vacilando?<br />

SOSIA.- Por la calle <strong>de</strong>l vicario gordo, a las espaldas <strong>de</strong> su casa.<br />

ELICIA.- (Aparte. Escondida.) ¡Tiénente, don handrajoso! ¡No es más menester! ¡Maldito sea <strong>el</strong> que en manos <strong>de</strong> tal<br />

azemilero se confía! ¡Qué <strong>de</strong>sgoznarse haze <strong>el</strong> badajo!<br />

AREUSA.- Hermano Sosia, esto hablado, basta <strong>para</strong> que tome cargo <strong>de</strong> saber tu innocencia e la maldad <strong>de</strong> tus aduersarios.<br />

Vete con Dios, que estoy ocupada en otro negocio y me he <strong>de</strong>tenido mucho contigo.<br />

ELICIA.- (Aparte.) ¡O sabia muger! ¡O <strong>de</strong>spidiente propio, qual le merece <strong>el</strong> asno que ha vaziado su secreto tan <strong>de</strong> ligero!<br />

SOSIA.- Graciosa e suaue señora, perdóname si te he enojado con mi tardança. Mientra holgares con mi seruicio, jamás<br />

hallarás quien tan <strong>de</strong> grado auenture en él su vida. E que<strong>de</strong>n los áng<strong>el</strong>es contigo. [175]<br />

AREUSA.- Dios te guíe. ¡Allá yras, azemilero! ¡Muy vfano vas por tu vida! Pues toma <strong>para</strong> tu ojo, v<strong>el</strong>laco, e perdona, que<br />

te la doy <strong>de</strong> espaldas. ¿A quién digo? Hermana, sal acá. ¿Qué te parece, quál le embío? Assí sé yo tratar los tales, assí salen<br />

<strong>de</strong> mis manos los asnos, apaleados como este e los locos corridos e los discretos espantados e los <strong>de</strong>uotos alterados e los<br />

castos encendidos. Pues, prima, apren<strong>de</strong>, que otra arte es esta que la <strong>de</strong> <strong>C<strong>el</strong>estina</strong>; avnque <strong>el</strong>la me tenía por boua, porque me<br />

quería yo serlo. E pues ya tenemos <strong>de</strong>ste hecho sabido quanto <strong>de</strong>sseáuamos, <strong>de</strong>uemos yr a casa <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong>lotro cara <strong>de</strong><br />

ahorcado, que <strong>el</strong> jueues eché <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ti baldonado <strong>de</strong> mi casa e haz tú como que nos quieres fazer amigos e que rogaste que<br />

fuesse a verlo.<br />

[177]<br />

Aucto décimo octauo<br />

ARGUMENTO DEL DÉCIMO OCTAUO AUCTO<br />

Elicia <strong>de</strong>termina <strong>de</strong> fazer las amista<strong>de</strong>s entre Areusa e Centurio por precepto <strong>de</strong> Areusa e vanse a casa <strong>de</strong> Centurio, on<strong>de</strong> <strong>el</strong>las<br />

le ruegan que aya <strong>de</strong> vengar las muertes en Calisto e M<strong>el</strong>ibea; <strong>el</strong> qual lo prometió <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>llas. E como sea natural a estos no<br />

hazer lo que prometen, escúsase como en <strong>el</strong> proceso paresce.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!