principales leyendas y mitos chilenos - Dean Amory
Compilacion de las leyendas y mitos populares de Chile.
Compilacion de las leyendas y mitos populares de Chile.
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La Huechula<br />
La leyenda dice que la Huenchur era una antigua y muy conocida Machi, por ello<br />
era muy visitada por las personas que necesitaban ayuda.<br />
Un día, al salir a buscar hierbas medicinales al bosque, encontró entre los<br />
matorrales a un leñador moribundo. Como era su deber, decidió ayudarlo y lo llevó<br />
a su ruca, que se encontraba entre el lago Cucao y el lago Huelde; y posteriormente<br />
utilizó sus habilidades para curar las heridas del leñador.<br />
Con el paso del tiempo el leñador se recuperó y nació el amor entre ambos. Como<br />
era la costumbre, ellos se casaron, y al pasar un año tuvieron una hija a la que<br />
llamaron Huenchula. La Huenchula era una muchacha muy admirada por todos los<br />
habitantes de la aldea vecina, por su hermosura y simpatía. Sus padres la adoraban.<br />
Era ella quien realizaba todas las actividades hogareñas ya que la madre, una<br />
famosa machi, dedicaba gran parte de su tiempo a labores propias de su profesión.<br />
Un día, al regresar de su cotidiana faena de transportar agua desde el lago cercano,<br />
manifestó a su madre su desagrado por este trabajo; no por el esfuerzo que el<br />
mismo le demandaba, sino por el temor que le producía la presencia de un raro<br />
animal, con ciertas formas de lobo y de hombre, que desde las aguas la<br />
contemplaba, cada vez con mayor insistencia.<br />
La madre, mujer acostumbrada a oír las ficciones y cuentos de sus clientes, no le<br />
dio importancia ni crédito. Pensó que se trataba de las propias fantasías de la<br />
muchacha, quien con su viva imaginación las hacía reflejar en el agua; así pues le<br />
indicó que siguiera cumpliendo sin temor sus tareas y desechara esas fantasías que<br />
podrían alterar su mente. Estos argumentos no convencieron a la Huenchula, quien<br />
temerosa continuó sus viajes al lago, y siguió contemplando la misma visión cuya<br />
realidad no le merecía duda y a la cual, poco a poco, fue perdiendo temor.<br />
Una tarde, al agacharse para llenar su "chunga" (vasija) en las aguas del lago, el<br />
misterioso animal alargó una mano, tomando suavemente la suya. El contacto de<br />
esta mano fuerte y suave la sobrecogió de espanto y todo su cuerpo fue presa de un<br />
fuerte escalofrío. Esta impresión se esfumó rápidamente ante la mirada tierna,<br />
humilde y suplicante del raro animal y se transformó en una atracción irresistible<br />
hacia él. Y a pesar de que no hablaba, sólo emitía una especie de balido, ella<br />
comprendió claramente sus intenciones, se dejó atraer y ambos, siguiendo las aguas<br />
del lago que bajan por el río, se perdieron hasta llegar al fondo del Océano Pacífico.<br />
En casa de la Huenchula todo era intranquilidad por la demora de la muchacha,<br />
siempre tan puntual en sus quehaceres. Ante esta situación, resolvió la madre salir<br />
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