Capítulo Primero

616 DE LOS .BIENES
construcción se vu~lve mobiliario; lo era, conforme al rigor
del derecho, en el momonto mismo en que el loratario
construyó. Nosotros estarnos suponiendo que el locatario
constrnyó con la condición de demoler al término del arrendamieuto.
Cierto es que la construc~iÓ!l es inmobiliaria,
pero el derecho del locatario es mobiliario; en efecto, en el
momento en que él construye, lo hace con la condición
de demoler; disfruta, es la verdad, riel edificio corno tal,
pero como no tiene derecho real en la cosa, su goce no di,
fiere del que tiene sobre los bienes qne ha arrendauo; este
es, pues, un dérecho personal, y por tar;to, mobiliario. En
este punto, parece que el derecho se halla en oposición
'completa con la realiuad. Luego nos es pre"iso buscar un
apoyo en principio que to,b el muou::¡ reconoce. Las plan.
taciones se rigen por la misma ley que los edilicios. Puede
decirse de las plantas lo que no puede decirse de las rosas,
la naturaleza las ha fijado realmente en el ;;ueh, supuesto
que desarraigadas perecen. Pero la natul'aleza 'Iuicl'e tam·
bién que algun día sean arrancadas del suelo, es decir, movilizadas.
Un propietario del campo planta algunos árboles
destinados á ser trasplantados. ¿Su úrecho es inmobiliario
por todo el tiem¡:lO que loo árboles estén arraigados al suelo?
Nó, es un derecho mobiliario, y ¿por qué'l Porljue desde el
momento mismo en que se plantaron lns árbLJles estaban
destinados á ser arrancados. Este destino lus moviliza. Luego
son al mismo tiempo IJicoes rr,j('GS y Innebles, raícés
por su unión con el suelo, lIlueblus UD enanlo al derecho
del poseedor.
Se ha presentado una objeeiún muy eSjliJGÍo:;a Ú la corte
de casación de Bélgica. Tratase de saber si las construcciones
heehas por d locatario están sujetas it las leyes fiscales
concernientes á 103 bienes raíces. El hecho decide
la cuestión. ¿Acaso se negaría que el locatario debe pagar