Capítulo Primero

652 DE LOS BIENES
to~os reconocen que un rebano de ovejas se vuelve inmueble
por destino. La palabra cultivo debe entenderse en el
sentido de la definición dada por el 3rt. 024: desde el momento
en que los animales se colocr¡n en un fundo para el
servicio y la explotación de éste, son inmnebles por des
tino. Ahora bien, animales que se colocan en un fundo para
que se nutran con los productos de éste, están ciertamente
ligados al servicio del fundo, porque éste es uno de los
modos más productivos de explotar una hacienda cuando
comprende praderas de las qlle frecuentemente no pue,ie
hacerse otro uso. El esplritu de la ley nos parece decisivo.
Si dichos animales siguiesen siendo muebles, podrian s~r
embargados separadamente del fundo; de lo que resultaría
que la explotación de ésté se estorbarla y se comprometerla,
no pudiendo utilizarse las yerbas de las praderas; ahora
bien, precisamente pard prevenir dicho grave inconveniente
es por lo que el legislador ha admitido la inmoviliza~i6n
por destino agrícola. Se objeta que la expresión fijos al
cultivo implica que los animales están colocados en el fun.
do á perpetuidadr De antemano hemos contestado, prohan.
do que la inmovilización por destin6 no exige el espit'itu de
perpetuidad.
444. No es suficiente que los animales estén colocados
en un fundo, y nutridos con los productos de éste para que
se vuelvan inmuebles: se necesita, además, que sirvan al
fundo, que formen parte de la explotación agríc:Jla. Esto
es lo que ordinariamente se expresa diciendo que los ani
males deben ser necesarios al cultivo. Es evidente que los
que sirven á la persona DO son inmuebles: no hay razón
ninguna para inmovilizarlos; tales serIan los caballos de lu.
jo. La aplicación del principio da lugar á algunas dificultades.
Se pregnnta desde Juego ¿si todos los animales que se