Capítulo Primero

DE LOS INMUEBLES 623
perficie. Se citan las ordenanzas de aguas y bosques de
'1669 (tituló XXVII, nrt. 41), que mantienen ti los particu.
lares poseedores de m"linos, en sus titulos 1 posesiones y;ilidas.
Las or,lenanzas no dicen cuál es la naturaleza del de·
recho que ellas mailtienen, luego nopuecle inferirse de ellas
que sea un derecho de superlicie. Hay que decir, al contrario,
con la corte de oasación, que no puede ser uu derecho
real, porque éste implica un desmembramiento de la
propiedad y ¿se concibe que se desmembre el dominio púo
blico?
Núm. 2. De las cosechas y frutos.
419. El art. 520 establece que: «Lascosech:lS pendien·
tes de las raices, y los :l'ut"S de los árboles todavía no re ..
cogidos, son igualmente inmuebles.)) Debe agregarsé «por
naturaleza;» la ley lo indica por la palabra igualmente, la
cual 3e refiere á los dos articulas precedentes, en los que el
cóJigo habla de los hienes que son inmuebles por naturaleza.
Las Gosechas son inmuebles por naturaleza, porque
las raíces las adhieren al suelo que las nutre, fuera del cual
perecerían; luego se confunden con el suelo y toman lanaturaleza
inmobiliaria de éste. Por la mism~ razón los 'lrboles
son inmuebles pOI' llatUl'aleza, el art. tl21 lo dice implíci.
lamenlé, y el art. 520 saca una cOtl'ecuencia del principio,
declarando que los frutos de los árb01es sou inmuebles, ca·
mo que son una dependencia del arbol y por consiguiente
del suelo: de aqui la expresión de fr~¿tas colgantes de las
1'amas, de que se sirve el art. 5815.
Supuesto que las frutas 'lue cuelgan de las ramas ó de
las raíces son inmuebles, siguese que la hipoteca estableci·
da sobre el suelo toca también á los frutos que forman cuerpo
con el suelo. Pero no se concebiría que se estableciese
la hipoteca sobre los frutos sin establecerla sobre el suelo'