CULTURA - CREA - Universidad UNIACC

Katajitsenai: me siento insultado
Kino no doku: este sentimiento venenoso
Arigato: esta cosa difícil
Sumimasen: Oh, esto no termina.
El lenguaje-cultura sirve para reafirmar la profunda separación entre el deudor y
el acreedor, el dominado y el dominante. Toda una estructura social en que la
obligación hacia los superiores está en la base del quehacer de los individuos y
grupos se refleja en los términos en que se agradece. Las palabras, en vez de unir,
separan.
El lenguaje yakuza, en el hampa, establece su propia cultura revirtiendo las
palabras, en la misma forma en que el hampa sudamericana lo hace en la creación
de su barrera cultural, el coa en Chile, el lunfardo en Buenos Aires. La búsqueda de
barreras que indican pertenencia es universal. Frente al grupo mayor, siempre un
tanto ajeno, afirmamos, a través de las palabras, la cultura del grupo menor.
Habíamos ya mencionado el hecho de que las palabras que marcan los límites
culturales de un grupo son cambiadas en cuanto son asimiladas por un grupo visto
como culturalmente inferior, manteniendo así el acrolecto en exclusiva. Tenemos
entonces el lenguaje no como medio de comunicarse, como unión entre personas
o grupos sino como símbolo de estatus cerrado. Ejemplo extremo de este
lenguaje-cultura son los idiomas, en los que el modo de dirigirse a una persona
denota clase social, es decir cultura, o género. En el hecho, nosotros también
marcamos estas diferencias con el “tú” y el “usted”, eventualmente con el “vos”,
que difiere del mismo “vos” trasandino, además de las inflexiones más o menos
sutiles que indican nuestra posición frente a un interlocutor. Valga como anécdota
la observación de que el tú pasa a Usted en las relaciones sentimentales y que esta
costumbre ayuda a descubrir, para el chismoso, una relación secreta.
El lenguaje es el medio más importante para establecer estatus, es decir cultura,
lo que significa que el que quiere escalar socialmente, o culturalmente, tiene que
servirse del lenguaje ajeno, incorporándolo al propio. Es así como, junto a otros
factores concatenantes, el grupo trata de imitar el lenguaje del grupo que considera
superior. Cuando este grupo es muy diferente se aprende el idioma, el que se
asimila a la cultura, o, por último, se asimilan palabras clave.
Pero a un período de asimilación cultural suele seguir uno de resistencia, y de
purismo. Lenguaje y cultura no son funciones mecánicas en que se suceden
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