CULTURA - CREA - Universidad UNIACC

creados iguales tendría una profunda influencia en la historia de la humanidad, y
estaría en la base de la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos,
que es un documento extraordinario.
Pero, siendo la cultura lo que es, vemos el mundo a través de las realidades, o
prejuicios, de la época. Thomas Jefferson uno de los creadores de la Declaración,
no consideró liberar a sus esclavos para ser consistente con lo que declaraba,
y tenía dudas sobre su capacidad intelectual. Nuestra condición, vista como
experiencia y cultura, nos impone vivir los errores de nuestra época. A no ser
que las dudas simplemente sean una manera de justificar lo que en términos
humanitarios, para nuestra época, es inaceptable. Todos, en términos variables,
vivimos los paradigmas culturales de la época a que pertenecemos, y es difícil
juzgar las culturas de acuerdo a principios éticos universales. No podemos decidir
que hay valores morales y culturales universales, y que hay conductas éticamente
equivocadas. Si nos ponemos en ese caso tendremos pueblos superiores, no ya
por herencia, sino por cultura, lo que cual nos deja en el mismo auto centrismo en
que nos colocaba el modelo no cultural.
Esto no significa que no existan culturas con mayor desarrollo, que van cambiando, o
enriqueciendo, las otras. La historia de la humanidad es ésa, los cambios culturales,
las influencias de diversas vertientes en cada grupo, el aumento de la capacidad
del hombre para enriquecer su entorno. O para destruirlo, como sucede en la era
de la destrucción bienhechora y globalizada. No necesitamos preguntarnos por
qué razón hay tantas variedades en las culturas, lo importante es aprender de cada
una de ellas, y verlas como igualmente válidas, mientras no tengan elementos
de autodestrucción. Y debemos reflexionar acerca de lo que une a las culturas,
y hace que sean permeables. La mayor complejidad es característica de la alta,
marca también un escalón superior para el individuo, y es parte del proceso de
aprendizaje y de adaptación a un mundo más rico.
Más allá de la cultura como quehacer debemos entrar en la cultura como
apreciación de lo que tiene más valor. Afirmar la validez de todas las culturas no
significa negar la necesidad de entrar en la que más lleva a valores superiores, en
lo ético y en estético.
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