CULTURA - CREA - Universidad UNIACC

12. Las Tecnologías, Los Medios y Los Contenidos: Las Falsas
Contradicciones de la Cultura.
Aunque la comprobación es un tanto difícil, creo que podemos afirmar que cuando el
hombre comenzó a inventar la escritura, a través de pictogramas o de ideogramas,
los sabios ancianos de la tribu dieron por terminados los buenos viejos tiempos,
asegurando que se terminaba la cultura.
Toda nueva tecnología es vista con desconfianza por los tradicionalistas, que creen
que las nuevas formas amenazan los viejos contenidos.
La realidad es que contenido y forma avanzan gloriosamente de la mano, para bien
o para mal, y que cada nueva conquista de la técnica se apega a la vieja cultura,
reviviéndola y dándole nuevo brillo.
Es con frecuencia la cultura tradicional la que no es capaz de adaptarse a las
nuevas realidades, perdiendo así las posibilidades de llegar más allá, a más
gente. Al hablar del temor de la cultura a los cambios es evidente que se habla de
aquéllos que se sienten sus dueños, y que temen que nuevas tecnologías la hagan
demasiado asequible, cerrando así las posibilidades de mantener lo alto como una
barrera para que no pueda llegar a los grupos que son vistos como un poco menos
favorecidos. Al mismo tiempo, y aquí se encuentra la contradicción esencial,
temen que estas técnicas impidan la mantención de la vieja cultura.
Es evidente que la tecnología nos cambia, pero lo hace enriqueciéndonos,
y dándonos mejores medios para llegar a la cultura que nos lleva más allá de
nosotros mismos.
La escritura inmortalizó el pensamiento, la imprenta lo hizo de fácil acceso, el cine dio
forma a nuestros sueños, la televisión unificó el mundo, para que Internet lo abriera a
todos. Cada nueva tecnología se afirma en las antiguas, las fortalece y les da nuevos
horizontes, pero, naturalmente, existen peligros, como en toda ruta interesante.
Lo que debemos evitar es la confusión entre vehículo y contenido, así como la
utilización de la forma, que es la tecnología, para entregar contenidos vacuos.
No hay contradicción entre técnica y cultura, ambas son parte de la otra. Lo que
hay es la utilización de la técnica en formas poco apropiadas que, en vez de
entregar una visión más humanista de nuestro quehacer, lo rebaja a sus más bajos
denominadores comunes, convirtiendo cultura y comunicación en proposiciones
puramente comerciales, vacías de todo sentido.
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