Prisma - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad de Chile
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Miguel Serrano<br />
Ezra Pound y el Ángel<br />
Des<strong>de</strong> fines <strong>de</strong> los años treinta hasta mediados <strong>de</strong> los cuarenta y, más aún, <strong>de</strong>spués<br />
me interesó gran<strong>de</strong>mente la personalidad <strong>de</strong>l poeta<br />
estadouni<strong>de</strong>nse Ezra Pound. Me vi reflejado en él, en buena<br />
parte. En efecto, durante la Segunda Guerra Mundial él se puso<br />
en contra <strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong> su país y abrazó la causa <strong>de</strong> Italia y<br />
<strong>de</strong> Alemania. También yo lo hice <strong>de</strong> un modo parecido al<br />
oponerme a la posición que adoptara mi tío, Joaquín Fernán<strong>de</strong>z<br />
y Fernan<strong>de</strong>z Ministro <strong>de</strong> Relaciones Exteriores <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte<br />
Juan Antonio Ríos, quien también era partidario <strong>de</strong> Alemania.<br />
Mi tío rompió relaciones con el Eje y yo, por muchos años,<br />
rompí mis relaciones con él. Mi diferencia con el gran poeta fue<br />
que a él el gobierno <strong>de</strong> su país lo encarceló, primero en una<br />
jaula para animales, en Pisa, y luego lo confinó por trece años<br />
en una casa <strong>de</strong> locos en los Estados Unidos, a<strong>de</strong>lantándose así a<br />
las torturas soviéticas a los disi<strong>de</strong>ntes políticos en la URSS. A<br />
mí no me sucedió nada como esto, aun cuando las potencias<br />
aliadas (es <strong>de</strong>cir, un po<strong>de</strong>r extranjero, no <strong>de</strong> mi propia patria)<br />
me mantuvieron por cuatro años en una "lista negra"<br />
comercial, que prohibió darme cualquier trabajo en <strong>Chile</strong> y<br />
supongo que en el mundo. Fue un <strong>de</strong>sastre; sin embargo, nada<br />
comparable a lo sucedido a Ezra Pound y a Knut Hamsum, otro<br />
enorme escritor y Premio Nobel noruego, quien también fuera confinado en un asilo <strong>de</strong><br />
insanos a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> confiscarle todas sus propieda<strong>de</strong>s y pertenencias, por el mismo<br />
hecho <strong>de</strong> haber manifestado su apoyo a Alemania.<br />
Pasaron muchos años y no volví a oír <strong>de</strong> Ezra Pound. Supe, sí, que había sido liberado,<br />
regresando <strong>de</strong> inmediato a Italia. Declaró: "Me voy <strong>de</strong> los Estados Unidos, pues aquí<br />
sólo se pue<strong>de</strong> vivir en un asilo <strong>de</strong> locos"... Y se instaló en Venecia.<br />
Un día mi secretaria, en la embajada en Viena, me pasó un recorte con una fotografía<br />
<strong>de</strong> Pound en Londres, don<strong>de</strong> asistía a los funerales <strong>de</strong> su amigo, el poeta inglés T. S.<br />
Eliot, autor <strong>de</strong> la "La tierra baldía", poema que Pound le ayudara a componer. Ahí<br />
también se <strong>de</strong>cía que Ezra Pound residía en Venecia.<br />
Decidí ir en su búsqueda y viajé a esa bella ciudad <strong>de</strong>l Adriático, instalándome en una<br />
pensión conocida mayormente <strong>de</strong> los venecianos y que me había sido recomendada en