REBELDIA 40.qxp - Indymedia Argentina
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<strong>REBELDIA</strong> <strong>40.qxp</strong> 21/04/2006 01:40 p.m. PÆgina 47<br />
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exige, 60 años después, la presentación de micas,<br />
contratos y talones de pago para regresarles el dinero<br />
que les fue despojado. Cerca de 7 mil personas se<br />
encuentran en este problema por lo que ellos exigen<br />
el cumplimiento del convenio realizado para que los<br />
ex braceros, sus viudas e hijos, reciban lo que les fue<br />
injustamente despojado. El gobierno foxista les ha<br />
ofrecido 38 mil pesos para cubrir su deuda, empero<br />
los compañeros lo han rechazado porque no están<br />
dispuestos a recibir migajas después de haber dejado<br />
la salud, la juventud y la vida en tierras norteamericanas.<br />
Además, con coraje y rencor en la mirada, nos<br />
informan que en sus comunidades hacen falta obras<br />
públicas para el beneficio del pueblo y que las pocas<br />
obras que se realizan se construyen con desdén y<br />
poco interés. Generalmente, las construcciones quedan<br />
mal y se deterioran rápidamente puesto que “en<br />
lugar de contratar a la gente de la misma comunidad<br />
se trae a gente de otros lugares”. Las obras públicas<br />
sólo son un negocio más para los de arriba: invierten<br />
poco, reportan mucho y ganan aún más.<br />
Igual sucede con las condiciones de salud. Las<br />
comunidades sufren de serias carencias; los enfermos<br />
no pueden acceder a tratamientos porque no<br />
existen medicinas en los hospitales públicos. El sistema<br />
educativo no se queda muy atrás; una compañera<br />
nos cuenta que en su comunidad “el preescolar<br />
es una casita de varas” y que la sociedad debería<br />
luchar para que esto ya no sea así. Por su parte, otros<br />
compañeros comentan que “en Jalpan se han creado<br />
muchas oportunidades de instituciones educativas,<br />
pero no se ha relacionado la oferta educativa con la<br />
calidad que necesitamos y con las necesidades de<br />
los jóvenes”; además “la preparación deja mucho<br />
que desear en cuanto a los conocimientos”. De igual<br />
modo, comentan que el presupuesto<br />
asignado a la educación es cada vez<br />
más bajo; que los alumnos desertan<br />
porque no tienen dinero para sustentar<br />
sus estudios y que no existen programas<br />
de apoyo ni para los estudiantes ni<br />
para las escuelas. La mayor preocupación<br />
de los jóvenes es la incertidumbre<br />
laboral. Escuchamos a una compañera<br />
que denuncia la falta de ofertas de trabajo<br />
para los que terminan sus estudios<br />
y revela la necesidad de “espacios<br />
donde desarrollarnos, donde se nos dé la oportunidad<br />
de adquirir la experiencia en el campo laboral”.<br />
Los jóvenes piden experiencia y formación “para<br />
seguir adelante y ser buenos profesionistas; ser buenas<br />
personas que sirvan a la Patria”.<br />
Los hacendados, los rancheros, el caciquismo<br />
político y la corrupción son algunos otros de los<br />
males que asedian la Sierra Gorda. Un compañero<br />
manifiesta: “aquí las presidencias municipales son<br />
como herencia de familia” y aunque los políticos<br />
hablan de transformar la realidad social, hay un<br />
“cambio nada más de persona”.<br />
Procede: el camino para<br />
la privatización de la tierra<br />
La Veracruz recibió a la Otra Campaña con fiesta y<br />
alegría. Los honores a la bandera y los bailes regionales<br />
pintaron de colores la reunión con adherentes<br />
en esta comunidad serrana. Pero las historias y testimonios<br />
escuchados nos demuestran que la vida diaria<br />
no se forja con júbilo y satisfacción, pues los<br />
embates capitalistas han golpeado con fuerza al<br />
mayor tesoro de esta comunidad: la tierra.<br />
Con la reforma al artículo 27, el gobierno mostró<br />
que lo único que le interesa es que “desaparezcamos<br />
los campesinos” y para lograrlo instauró el<br />
Procede, programa que intenta desbaratar las relaciones<br />
comunales y el trabajo colectivo de la tierra<br />
para transformarlas en pequeñas propiedades que le<br />
permitan a los empresarios comprarlas como una<br />
mercancía más. La rabia se dejó oír a través de un<br />
compañero: “le estorbamos al gobierno los pobres<br />
(…) es un gobierno de empresarios y nosotros no<br />
somos empresarios, tenemos una tierrita y a ellos<br />
los ricos les hace mucha falta”.