REBELDIA 40.qxp - Indymedia Argentina

REBELDIA 40.qxp 21/04/2006 01:43 p.m. PÆgina 65
cultura y zapatismo
“Para mí el zapatismo es un ejemplo. Cada vez
que me informo de lo que hacen los zapatistas y me
entero de la realidad de esa gente, de cómo están
poniendo la carne al asador, te pones frente a tí
mismo y te dices: ‘yo, comparado con esto, no estoy
haciendo bastante’. La primera cosa es que te ponen
frente al espejo: ‘ellos están haciendo eso ¿y yo, qué
hago ¿hasta qué punto me estoy entregando como el
EZLN’. Entonces es una referencia de entrega y de
tener acordes las ideas que tienes con los trabajos
prácticos. Es muy fácil tener ideas; luego, para aplicarlas
hay que ser muy valiente. Lo segundo que
agradezco muchísimo al movimiento es que después
de muchos años no se ha desvirtuado, y eso es algo
muy, muy raro. Yo me he metido en veinte mil movimientos,
ya tengo 44 años y me he metido mis batallitas
por ahí, pero siempre hay esa desgracia, que con
los años los movimientos se desvirtúan, por problemas
de ego, por problemas de liderazgo, y el zapatismo
no. Eso es una lección inmensa para mucha gente.
A mí es lo que me emociona más, porque han conseguido
sobrepasar eso. Yo creo que eso es importantísimo
porque yo he luchado en movimientos que se
han ido al carajo por desunión interna; porque no
tuvo ni que entrarnos la policía a palos. Uno quiere ir
para un lado y otro para otro, pero por ahora lo importante
es estar juntos. Cuando ganemos la batalla y
consigamos algo realmente importante y efectivo ya
será hora de decidir. Si tú quieres ir por aquí, pues lo
hablamos, pero no hablemos antes de conseguir algo
juntos”.
Cuidado en el barrio, cuidado en la acera,
cuida donde sea,
que van complotando los de la seguridad.
Cuidado en el campo, cuidado en la frontera,
cuida donde sea,
que van complotando, los de la CIA.
(Mano Negra. Peligro, 1989)
De esta forma Manu narra su vínculo con el
zapatismo; sin embargo, su figura nos lleva a la realidad
de los de abajo, que desde Europa y África hasta
América Latina luchan día a día por un lugar en este
mundo. Conocido principalmente por su música,
Manu Chao es una persona que pasa la mayor parte
de su tiempo realizando proyectos con la gente, convencido
de que la esperanza por la construcción de un
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mundo mejor aún es posible. Nos cuenta de él, de su
activismo, de su lucha cotidiana, de su vida y su historia.
“¿Qué soy... Ni idea. Me voy descubriendo
cada día. Soy Manu Chao, mi padre es gallego, mi
madre de Bilbao, nací en París, caí en la música y
desde entonces a muerte con eso y viviendo día a día,
buscando la vía de la honestidad.
“Me duelen tantas cosas, la lista de las cosas
que me duelen son demasiado largas desgraciadamente.
Las cosas que me hacen vivir y que me permiten
aguantar esto… pues la gente, encontrar gente,
una amistad, organizar cosas, intentar cambiar el
rumbo de las cosas a nuestro pequeño nivel, al nivel
del terreno. No tanto en grandes eventos, yo creo
mucho más en las acciones precisas y locales por una
razón muy simple: que puedes ver los resultados,
puedes ver si lo has hecho bien o si lo has hecho mal.
En cosas más masivas y más grandes es muy difícil
analizar luego la pegada de esos eventos. Yo creo
mucho más en las acciones locales y puntuales donde
realmente al día siguiente o al mes siguiente, a los tres
meses siguientes… depende de la semilla; puedas
darte cuenta de lo que has hecho, que a veces lo puedes
haber hecho bien, pero a veces lo puedes haber
hecho mal, pero puedes afinar el tiro después. Considero
que si se pueden arreglar las cosas, no será desde
arriba, la única solución que sigo viendo, es organizarnos
desde abajo, yo ya no creo en alguien que va a
llegar y va a solucionar el problema de todo mundo,
hace tiempo que ya no espero una persona así, la
única solución que veo es que cada uno a nivel de su
vecindario se organice, la palabra clave para mí es el
vecindario, ninguno de nosotros puede cambiar el
mundo, pero todos nosotros podemos cambiar nuestro
vecindario, y ya no creo en una gran revolución
que va a cambiar todo, creo en miles y miles y miles
de pequeñas revoluciones locales y donde cada uno
consiga entenderse con su vecino y organizarse para
que el vecindario funcione mejor, yo creo que es la
única revolución posible actualmente...
“Las últimas acciones que he realizado en Latinoamérica…
fue en noviembre, estuvimos en
Argentina, Uruguay y Brasil. Es que cada día hay
algo que hacer, no es sólo una acción. Yo llevo
mucho tiempo con el hospital psiquiátrico de Buenos
Aires, El Borda. Ahí tienen una radio alternativa,
La Colifata. Es una acción precisa y local que está