REBELDIA 40.qxp - Indymedia Argentina
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<strong>REBELDIA</strong> <strong>40.qxp</strong> 21/04/2006 01:42 p.m. PÆgina 60<br />
de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Chile, Guatemala,<br />
Italia, Noruega, El Salvador y España. La actividad<br />
comercial de gran volumen fue acaparada principalmente por<br />
comerciantes e inversionistas europeos —franceses, españoles<br />
e italianos— y claro, por sus socios mexicanos pro-porfiristas.<br />
También se dedicaron a la actividad comercial pero en<br />
menor escala ciudadanos de países árabes —libaneses, iraníes<br />
y árabes principalmente— que recién llegaban a las principales<br />
poblaciones de la región como Salina Cruz, Ixtepec,<br />
Tehuantepec, Juchitán y Matías Romero.<br />
La ruta ferroviaria transístmica había empezado a construirse<br />
desde el siglo XIX. Y desde que inició su construcción<br />
implicó de forma inmediata la explotación expoliadora de<br />
bosques de madera tropical, que fueron arrasados para proveer<br />
durmientes a las vías del ferrocarril, y leña como combustible.<br />
A pocos años de que se inició la construcción del<br />
ferrocarril, se instalaron cientos de monterías a lo largo de la<br />
vía, donde se extraía intensivamente la caoba, el cedro para<br />
los durmientes y todo tipo de recursos maderables para leña.<br />
Pero sobre todo, la construcción del Ferrocarril Transístmico<br />
implicó desde el inicio de su construcción despojo<br />
y acaparamiento de tierras a costa de las comunidades<br />
indígenas. En 1879, 1880 y 1884, desde el Istmo oaxaqueño<br />
hasta el veracruzano, a lo largo de la ruta ferroviaria,<br />
existieron diversos conflictos agrarios entre<br />
comunidades indígenas y empresas que construían el<br />
ferrocarril. Para septiembre de 1906, en la zona norte del<br />
Istmo oaxaqueño y el sur de Veracruz, pueblos indígenas<br />
abrazaron la proclama magonista del Partido Liberal<br />
Mexicano para levantarse en armas y luchar contra el<br />
despojo de tierras. A costa de las comunidades indígenas,<br />
en esta zona se había registrado el acaparamiento de<br />
130 mil hectáreas por parte de Romero Rubio, suegro de<br />
Porfirio Díaz. Las tierras acaparadas fueron posteriormente<br />
vendidas a Pearson, el contratista inglés —favorito<br />
de Díaz— que terminó de construir la ruta del<br />
ferrocarril de Tehuantepec y que además fue el contratista<br />
encargado del acondicionamiento de los puertos de<br />
Salina Cruz y Puerto México (hoy Coatzacoalcos).<br />
En la rebelión de 1906, pueblos indígenas intentaron<br />
apoderarse de Puerto México, Acayucan, Minatitlán,<br />
Pajapan, Ixhuatlán, Soteapan y Mecayapan, logrando ocupar<br />
varias poblaciones menores. Este levantamiento fue reprimido<br />
ferozmente por el ejército federal en Acayucan. Aún cuando<br />
los rebeldes tuvieron algunos triunfos militares, la<br />
represión fue brutal y cuatrocientos insurrectos fueron enviados<br />
a San Juan de Ulúa, mientras sus pueblos fueron saqueados<br />
e incendiados.<br />
60<br />
No obstante que la correlación<br />
de fuerzas era muy adversa para oponerse<br />
a la empresa ferroviaria porfirista,<br />
en la última década del siglo<br />
XIX y principios del XX, tuvieron<br />
lugar una serie de sabotajes contra el<br />
ferrocarril en la parte oaxaqueña del<br />
Istmo, en territorio de comunidades<br />
zapotecas a lo largo de las vías del<br />
Ferrocarril Transístmico, que se<br />
extendieron desde Tehuantepec,<br />
Lagunas, El Barrio, Petapa, Ixtaltepec,<br />
Palomares, San Jerónimo (hoy<br />
Cd. Ixtepec), Mogoñé y Rincón Antonio<br />
(hoy Matías Romero). Sabotajes<br />
que nos indican redes de resistencia<br />
de baja intensidad de los campesinos<br />
zapotecos contra la prepotencia e<br />
impunidad de las empresas ferroviarias<br />
y el paso del ferrocarril.<br />
Dicha impunidad no se circunscribió<br />
sólo al despojo de tierras para<br />
abrir paso al ferrocarril, ni al desmonte<br />
intensivo de vastas áreas boscosas,<br />
sino que también puede ilustrarse con<br />
el gran incendio de 1899 en el barrio<br />
Santa María de Tehuantepec, provocado<br />
por las chispas de la locomotora