31.01.2015 Views

Mundo Narrado IV. La Perspectiva: Un Punto De Vista Sobre El ...

Mundo Narrado IV. La Perspectiva: Un Punto De Vista Sobre El ...

Mundo Narrado IV. La Perspectiva: Un Punto De Vista Sobre El ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

eforzar la perspectiva del narrador, convirtiéndose así en meros portavoces de la visión del<br />

mundo del narrador, como ocurre con frecuencia en la novela de tesis. O bien ciertos trozos<br />

de información pueden darse en narración seudofocalizada para disimular la perspectiva del<br />

narrador que es la que de hecho domina. Esto ocurre con mucha frecuencia en las novelas<br />

de Zola, donde proliferan personajes secundarios cuya única función es la de ofrecer una<br />

información que el narrador, por una especie de “pudor narrativo”, no quiere dar en su<br />

propia voz; incluso a personajes importantes les es conferida esta función. Más aún, esa<br />

perspectiva del narrador disimulada es evidente en muchas descripciones seudofocalizadas<br />

porque en ellas, efectivamente, la deixis de referencia inicial se ubica en la conciencia<br />

figural. En este tipo de descripciones, un segmento del relato —la “temática vacía”, como<br />

la ha denominado Philippe Hamon (1972)— no tiene otra función que la de verosimilizar<br />

esa ubicación para luego describir el lugar. Veamos una secuencia en la que, tras haber<br />

situado la acción en el camerino de Naná en el momento en que se está desvistiendo, se<br />

impone ya la descripción del lugar. <strong>El</strong> narrador la focaliza en el conde Muffat quien viene a<br />

visitar a la actriz por primera vez:<br />

En esto Bordenave, que acababa de llegar, por fin, al cuarto de Naná en el fondo del<br />

corredor, dio vuelta tranquilamente al pomo de la puerta y después, dejando sitio,<br />

exclamó:<br />

–Si su alteza se digna entrar...<br />

<strong>Un</strong> grito de mujer sorprendida dejóse oír; y vieron a Naná, desnuda hasta la cintura,<br />

ocultándose detrás de la cortina (...)<br />

(...) Naná no contestaba; la cortina se movía; iba a decidirse, sin duda. Entonces, el<br />

conde Muffat, teñidas de púrpura las mejillas, examinó el cuarto. Era una pieza<br />

cuadrada, muy baja de techo, tapizada enteramente de una tela de color de habana<br />

claro. <strong>La</strong> cortina, de la misma tela, sostenida por una varilla de latón formaba en el<br />

fondo una especie de gabinete. Dos grandes ventanas daban al patio del teatro, a<br />

tres metros cuando más de una tapia leprosa, sobre la cual, en la oscuridad de la<br />

noche, los cristales proyectaban cuadros amarillos. Había un gran armario de luna<br />

frente a un lavabo de mármol blanco, guarnecido de un amontonamiento de frascos<br />

y cajas de cristal para los aceites, las esencias y los polvos.<br />

<strong>El</strong> conde se acercó al espejo y se vio muy encendido, reluciendo en su frente finas<br />

23

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!