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LOS ALGARROBOS TAMBIEN SUEÑAN 23<br />
El próximo diálogo en orden inverso, sintetiza su enjuiciamiento a<br />
la estrategia del movimiento al que pertenece y la posibilidad de un<br />
alzamiento armado. Vuelve entonces a tocar el tema de la violencia y su<br />
propia incapacidad ante la misma.<br />
Quizás narrativamente estos dos episodios no logran los cierres<br />
trabajados de otros; sin embargo, son esenciales para la comprensión del<br />
protagonista no sólo como medio de elucidar sus motivaciones sino por<br />
el matiz político implicado.<br />
En el estudio de Dorfman sobre la violencia 8 el crítico menciona a<br />
este componente como el eje sobre el que se estructura la actual novela<br />
latinoamericana.<br />
De la novela escrita en nuestro continente hasta 1940, del<br />
padecimiento y del despojo se pasa al registro de la activa posición<br />
individual.<br />
Al ser componente esencial, la violencia no constituye el término<br />
de una antinomia, la alternativa que pueda racionalizarse; por consecuencia,<br />
el personaje está empapado de ella desde el comienzo y debe<br />
determinarcómo emplearla.<br />
Parte integrante del sistema latinoamericano, esa violencia se halla<br />
en su narrativa yen más alto grado'en la temática de la guerrilla.<br />
La muerte, la tortura, la acción armada, la clandestinidad, la<br />
transitoriedad del guerrillero pesan sobre él, aún más cuando proviene<br />
de una clase media que lo radicaliza en sus conflictos y contradicciones.<br />
Ya sea que se ejerza la rebelión y la violencia como una forma de<br />
liberación colectiva-violencia vertical, dirigida contra los de "arriba"<br />
-como respuesta a la opresión o se dirija hacia otro ser humano, sin<br />
sentido social- violencia horizontal o individual -como reafinnación<br />
individual; o quede latente en el repliegue íntimo de la concienciaviolencia<br />
inespacial o interior-, todas estas formas se acompañan de<br />
innovaciones técnicas-violencia narrativa contra las formas establecidas<br />
tradicionales. Por eso, la respuesta de Alberto, que se inscribe: en una<br />
acción conjunta, previa elección individual, es un poco la señalada por<br />
Dorfman:<br />
"El personaie latinoamericano está condenado a la violencia, pero<br />
al mismo tiempo importa esa entrega personal, esa visión desde<br />
dentro, como si al comprender un poco esa decisión, ese destino<br />
individual, se estuviera clarificando el problema mismo superando<br />
la violencia parcialmente al desentrañar el temblor vivo de algún ser<br />
americano cuya ficción es de carne y hueso".