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LOS ALGARROBOS TAMBIEN SUEÑAN 11
Algunos autores habían publicado en una etapa anterior, así Marcio
Veloz Maggiolo había dado a conocer La vida no tiene nombre, relato
inspirado en la historia de uno de los mal llamados gavilleros, rebeldes
contra los americanos durante la primera intervención.
Otro relato fuerte y amargo, aunque por momentos más testimonio
y libelo que novela, es El Masacre se pasa a pie de Freddy Prestol
Castillo. Importante visión de la matanza haitiana, coincide en parte
con la obra de un escritor excepcional, el novelista haitiano Stephen
Alexis: Compadre General Sol (Compete Géneral Soleil].
Nos atrevemos a alamar que los sucesos de abril signan a toda una
generación. Si bien el tema de la guerrilla se testimonia en América
Latina luego de la revolución cubana y en una etapa similar: revisión
histórica y enjuiciamiento de una sociedad perimida-muerte y obras
del Che Guevara -la guerrilla citadina- abril del 65 marca y frustra
esperanzas.
En los mejores narradores, generalmente jóvenes que participaron
en, la guerra, se observa el intento de concebir el relato como una
totalidad que al surgir ha producido una significación eventualmente
perceptible, deseablemente captable o reconocible en la totalidad, es
decir, cambia la íntencíonabilidad: ya no se trata de la narrativa como
testigo de la opresión y del hombre pasivo, inmerso en la violencia de
los elementos y de los tiranos. La opresión no cesa de ser testimoniada
y denunciada, pero se le opone la búsqueda de una libertad individual o
colectiva. Por ende, el relato particular, integra, conjuga y acentúa de
diversas maneras los elementos; ejecuta las posibilidades de la gramática
narrativa sin dejar de lado planos políticos y eróticos tenidos
anteriormente como tabúes.
El lenguaje participa de tal forma en esta búsqueda por liberarse
que podemos llegar a hablar de novelas lingüísticas, donde la lengua es
el personaje por excelencia.
Una narrativa tan joven como la dominicana, joven por los mosde
aislamiento y estatismo, tendrá que seguir modelos. Y en 'al~lDOS
escritores esto es evidente, sobre todo en lo que atañe a la influencia de
Borges y de Cortázar. Sin embargo, existen escritores sumamente
talentosos, así Miguel Alfonseca, autor de El ene,migo, cuentos entre los
que recortamos el vigor que entrañan Los trajes blancos han vuelto,
Camino al Carnava~ Esta noche se va a acabarel mundo. En ellos se da
un tópico comÚB al tema de guerrilla: la tortura y los medios
psicológicos para evitar la delación en simbiosis con el presente y el
pasado evocado.