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LOS ALGARROBOS TAMBIEN SUEÑAN 29
de las imágenes, por ejemplo, retrocede en la instalación del campamento:
"Al alejarse algunos pasos para comprobar la eficacia del
'camouflage' y llegar rápidamennte a la conclusión de que éste
cumpliría su objetivo, recordó de pronto la avioneta y su vuelo lento y
acucioso sobre el campamento dos días atrás".
Las citas podrían multiplicarse, pero donde el recurso adquiere
mayo!" envergadura es en el séptimo movimiento en donde constatamos
tres partes: contacto con Diego que lo llevará a la cita clandestina;
diálogo rememorado sobre su integración en el grupo; retorno a la
situación inicial en la que sigue a su guía a quien confunde con un
militar.
Veamos el final. Díaz Grullón nos ha venido acostumbrando a los
cierres circulares o sorprendentes.
El viaje de Alberto por el tiempo y el espacio resulta doble; un viaje
a sus orígenes, a la violencia asumida y un viaje a la simple raíz del
algarrobo.
El título de la obra, que a primera vista puede ocurrírsenos sin
relación, se va aclarando en una orquestación de elementos. El
algarrobo es el punto iniciático de la búsqueda y del rin, es un árbol
conocido por Alberto, una señal para los compañeros, un escondite y
un develamientoo
El árbol sueña la historia, marca los compases del ritmo, los diez
movimientos que onírica, mágicamente introducen el final y lo
preparan por no estar precisamente planificado para el lector.
El lector asiste y participa, puesto que sin su lecturaaetiva no
podrá integrar la narración.
Los detalles aislados sobre el algarrobo y las semillas del flamboyán
pueden pasársenos por alto. Las Semillas, tesoro del niño, origen de la
toma de conciencia, señalarán también la irrupción del viaje y la salida
maravillosa.
Dijimos que no estimábamos fantástico propiamente dicho el cierre
del relato. Al traspasar los límites temporo-eespacíales, superarlos y
conseguir una síntesis histérico-dndividual, varían las circunstanciu
pero no las esencias. Alberto sigue siendo el niño que otorga su más
íntima y preciada pertenencia: la vida, en pos de un ideal revolucionario.
Si, como dice Carpentier 12 "lo maravilloso ·comienza a serlo de
manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteraeiónde la
realidad (el milagro), de una revelación privilegioda de la realidod, de
una iluminación inhabitual o singularmente favorecedora de las ínadver-