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aprendizaje vinculadas a la Educación Sexual Integral, y que permiten trabajar con los niños y las niñas<br />

sobre diversos aspectos: el reconocimiento de su derecho a ser cuidados, respetados, alimentados,<br />

enseñados; la ampliación de sus horizontes culturales; la expresión y valoración de sus emociones y<br />

sentimientos de modos que no perjudiquen a otros u otras. También son ocasiones para propiciar el<br />

cuidado y el respeto por su propio cuerpo y el de los y las demás; de construir el sentido de intimidad;<br />

de aprender a decir “no” cuando algo no les gusta.<br />

Es necesario señalar que también puede ser de utilidad recuperar experiencias institucionales previas,<br />

vinculadas a la temática de la educación sexual.<br />

Finalmente, queremos decir que, tradicionalmente, la educación sexual se ha trabajado en las instituciones<br />

llamando a especialistas externos (por lo general, del área médica o los Equipos de Apoyo y/o<br />

de Orientación Escolar) para que dieran entrevistas a “familias” 6 ; y “charlas a los alumnos y alumnas”. En<br />

este sentido, la Ley Nacional Nº 26.150 conlleva un reposicionamiento de la institución escolar, y también<br />

de los servicios de salud, y una transformación de las propias prácticas docentes. En todo caso, el<br />

mejor apoyo que los y las especialistas pueden dar a los y las docentes se traduce en instancias de formación<br />

o asesoramiento, y si trabajan en forma directa con el alumnado, es conveniente que lo hagan<br />

en el marco de un proceso de trabajo con la sala o el Jardín, en el cual la charla de expertos sea sólo un<br />

espacio posible y pensado en conjunto entre docentes y especialistas.<br />

3. El Jardín, las familias y la comunidad<br />

La Ley Nacional N° 26.150 da a la institución educativa un rol privilegiado como ámbito promotor y protector<br />

de derechos. Para el desempeño de este rol, la familia, como agente educadora, constituye uno de los pilares<br />

fundamentales —y no el único— a la hora de entablar vínculos, alianzas y estrategias. Es importante que la<br />

Educación Sexual Integral sea abordada por el Jardín de Infantes con el mayor grado de consenso posible, promoviendo<br />

asociaciones significativas entre el Jardín, las familias y la comunidad en general. Esto es una obligación,<br />

y también una oportunidad para abordar integralmente la formación de los niños y las niñas.<br />

El consenso y la atención a la diversidad son ejes estratégicos para promover la igualdad de oportunidades<br />

y la calidad educativa.<br />

La construcción de estos consensos será, seguramente, una tarea compleja y no exenta de tensiones. El<br />

Estado tiene la obligación de garantizar el derecho a la Educación Sexual Integral y las familias deben acompañar<br />

este proceso. En este camino, es importante “invitar a las familias a ser partícipes”. Para trabajar sobre estas<br />

tensiones e ir construyendo acuerdos, será propicio realizar talleres de sensibilización con las familias. Estos<br />

talleres podrían constituirse en espacios que permitan a los miembros de la comunidad educativa reflexionar<br />

en forma conjunta sobre los roles de la familia y del Jardín en lo que hace a la transmisión cultural de los temas<br />

relativos a la Educación Sexual Integral.<br />

Las familias suelen ser permeables cuando se las convoca por estos temas 7 . Para que dos instancias se articulen,<br />

hace falta que tengan intereses comunes. En este sentido, la Educación Sexual Integral puede convertir-<br />

6 Consideramos necesario utilizar el término“familias”, porque de ese modo no se desconoce a otras configuraciones<br />

familiares que están compuestas de diversas maneras, y no sólo por “padres”.<br />

7 Una encuesta realizada en el año 2004, en distintas jurisdicciones del país, muestra que el 96,9% de las mujeres<br />

y hombres encuestados (entre 16 y 55 años), considera que debe implementarse la educación sexual en la<br />

escuela. Así, el rol de los y las docentes como educadores en el campo de la sexualidad está legitimado, no sólo<br />

por el Estado y sus leyes, sino también por la opinión de la población en general. Cfr.:“Actitudes y expectativas<br />

acerca de la educación sexual”, ISPM-UNFPA, 2004 [en línea: http://www.ispm.org.ar/pdfs/actitudes_expectativas_<br />

acerca_educacion_sexual_argentina.ppt] Citado en FAUR, ELEONOR: Educación Integral de la sexualidad.<br />

Aportes para su abordaje en la escuela secundaria. Buenos Aires, Ministerio de Educación, UNFPA, 2007, p. 23.<br />

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