04.05.2015 Views

4jNPzimH9

4jNPzimH9

4jNPzimH9

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

cuerpo, aunque al principio pueda generar risas o vergüenza. Al mismo tiempo, conocer y poder nombrar las<br />

partes del cuerpo y saber cuáles son las partes íntimas y por qué se las llama de ese modo puede facilitar la<br />

identificación de situaciones de abuso sexual infantil (esto último será abordado en profundidad más adelante,<br />

en el apartado de comportamientos de autoprotección).<br />

Cuando los niños y las niñas llegan al Jardín de Infantes, por lo general, nos encontramos con el uso de<br />

una diversidad de nombres para designar a los genitales. Ellos y ellas suelen utilizar las palabras que habitualmente<br />

se manejan en el vocabulario familiar. Excepto en los casos en que sean peyorativas u ofensivas,<br />

lo mejor es que estas palabras sean escuchadas, reconocidas e incorporadas por el o la docente, ya que se<br />

trata de ir ampliando este vocabulario y generar un código compartido entre la escuela y el hogar, basado<br />

en el uso de los términos adecuados para nombrar a los genitales. Esto se podrá lograr con más facilidad si<br />

los adultos de la casa y de la escuela se ponen de acuerdo y colaboran en la tarea de hablar sobre la sexualidad<br />

con la suficiente libertad y seguridad.<br />

El rechazo del vocabulario familiar puede generar en las chicas y los chicos un sentimiento de estar siendo<br />

sancionados, cuando lo importante es que sientan que el vínculo con la maestra o el maestro permite la<br />

confianza suficiente para que puedan expresar sus ideas y opiniones y formular las preguntas que los y las<br />

inquietan. Si, en sus hogares, los niños o las niñas no reciben respuesta a sus inquietudes o son reprendidos<br />

o reprendidas por preguntar, en el Jardín pueden experimentar otra forma de acercarse a la información que<br />

tienen derecho a conocer de acuerdo a su etapa de desarrollo. Como señala Carmen Hernández Sánchez del<br />

Río: “Si para hablar de los órganos genitales no tenemos palabras comunes aceptadas socialmente, quiere<br />

decir que la sexualidad en nuestra cultura no es aceptada con naturalidad” 1 .<br />

En el Jardín, los chicos y las chicas establecen relaciones interpersonales en las que se ponen en juego<br />

enseñanzas y aprendizajes sobre el cuidado del cuerpo y de la salud. Los cuidados hacia el cuerpo son variados:<br />

desde la alimentación, el abrigo, el afecto, el juego y la higiene corporal, hasta el aprendizaje de las necesidades<br />

de atención y cuidado de la salud cuando se enferman o se sientan mal. Reflexionar sobre la vida<br />

cotidiana permite ampliar el abanico de prácticas, actitudes e ideas saludables. Para ello, las posibilidades<br />

son variadas: habilitar oportunidades para conversar y pensar situaciones en las que los vínculos promueven<br />

el cuidado de la salud; incorporar los derechos de niños y niñas que enfatizan su protección integral;<br />

enseñar hábitos de cuidado y respeto del propio cuerpo y del cuerpo de los otros y las otras. Esto se reafirma<br />

también en los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios del nivel, en los que se propone trabajar el conocimiento<br />

de hábitos relacionados con el cuidado de la salud, de la seguridad personal y de los otros y las otras.<br />

Propósitos formativos 2<br />

• Propiciar el conocimiento del cuerpo humano, brindando información básica sobre la dimensión anatómica<br />

y fisiológica de la sexualidad pertinente para cada edad y grupo escolar.<br />

• Promover hábitos de cuidado del cuerpo y promoción de la salud en general y la salud sexual y reproductiva<br />

en particular, de acuerdo a la franja etaria de niños, niñas y adolescentes.<br />

• Presentar oportunidades para el conocimiento y el respeto de sí mismo/a y de su propio cuerpo, con sus<br />

cambios y continuidades tanto en su aspecto físico como en sus necesidades, sus emociones y sentimientos<br />

y sus modos de expresión.<br />

24<br />

1 Cfr. HERNÁNDEZ SÁNCHEZ DEL RÍO, CARMEN, obra citada, p. 42.<br />

2 Estos propósitos formativos forman parte del documento Lineamientos Curriculares para la Educación Sexual Integral,<br />

aprobado por el Consejo Federal de Educación en mayo de 2008.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!