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tercera epoca - revista hispano-america - Frente de Afirmación ...

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tón. Atrás estaba un amplio jardín , con cipreses. La resi<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong>l sabio tenía algo <strong>de</strong> 'villa' italiana . Seducíapor la originalidad , la blancura <strong>de</strong> las pare<strong>de</strong>s y los muros,invadidos ya por las plantas trepadoras . Cuando mehicieron pasar a la resi<strong>de</strong>ncia -el sabio me esperaba ala entrada <strong>de</strong> su escritorio, en el primer <strong>de</strong>scansillo yjunto a la larga escalera que ascendía hasta el ' hall'-me sentí atónito ante el riguroso sabor español <strong>de</strong> sumobiliario . La casa indicaba una cosa por fuera; peropor <strong>de</strong>ntro era española <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sótano a los tejados, osea, <strong>de</strong> los cabellos a los pies. Y era españolísimo el escritorio<strong>de</strong>l sabio, con estanterías repletas <strong>de</strong> libros, yun or<strong>de</strong>n más <strong>de</strong> museo que <strong>de</strong> investigación. El mismosabio, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que transcurriera ya un día <strong>de</strong> trabajo,aliñadísimo en su traje oscuro, parecía más un ciprés.Un ciprés gentilísimo, con ochenta y ocho años <strong>de</strong> edad.¡Y qué rumor <strong>de</strong> sabiduría <strong>de</strong>scendía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las ramasaltas! ¡Qué gentil ancianidad! ¡Qué sonrisa cordial! Habló<strong>de</strong> Portugal y <strong>de</strong>l orgullo que sentía por haber recibidoel diploma <strong>de</strong> doctor honoris causa <strong>de</strong> Lisboa. Habló<strong>de</strong>l portugués Lindley Cintra. Se sintió satisfecho por seryo el primer portugués, proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Angola, que iba avisitarlo . Habló <strong>de</strong> Carolina Michaelis <strong>de</strong> Vasconcelos. Yse sintió todavía más satisfecho cuando le afirmé queera un lector asiduo <strong>de</strong> Pío Baroja , Unamuno , Ganivet,Maeztu , Azorín, Valle Inclán, los Machados , Juan RamónJiménez y <strong>de</strong> toda la generación <strong>de</strong>l 98, a la que pertenecíami anfitrión . El maestro no ocultó su orgullo y meafirmó que el medio siglo (<strong>de</strong> 1880 a 1930) en que actuósu generación, era verda<strong>de</strong>ramente " un nuevo siglo <strong>de</strong>oro", tan rico o más que el <strong>de</strong> los tiempos <strong>de</strong> Cervantes,Lópe <strong>de</strong> Vega, Góngora , Quevedo , etc. Me mostró algunasediciones raras, me explicó algunas fotografías y meacompañó escaleras abajo, hasta la puerta . Fue cuandosentí una lástima súbita por sus avanzados años, conaquella escalera mal iluminada y que podría ser traicionera. De nada valió tratar <strong>de</strong> impedirlo. Antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedirmepara siempre <strong>de</strong>l genial sabio , miré a un cuadroal óleo , cerca <strong>de</strong> la escalera, que me pareció en seguida<strong>de</strong> Marcelino Menén<strong>de</strong>z Pelayo. ¡Si, es <strong>de</strong> mi maestro,don Marcelino !, me confirmó. Y añadió con voz suave:¡Le <strong>de</strong>bo mucho, fue mi maestro, el mayor <strong>de</strong> todos! ¡Nosomos nada a su lado!De allí me dirigí a la casa <strong>de</strong> Dámaso Alonso, no muydistante , a unos cuatrocientos metros. Iba asombrado portanta simpatía . Había estado junto a la cumbre más elevada<strong>de</strong> la erudición y la ciencia y no sentí el aire enrarecido. Y estaba rendido ante ese milagro biológico yespiritual <strong>de</strong> un hombre <strong>de</strong> casi noventa años <strong>de</strong> edad,con el uso <strong>de</strong> todas sus faculta<strong>de</strong>s ( plenos po<strong>de</strong>res, diríaNeruda). No sé si volveré en mi vida a tener sensacionestan fuertes como las experimentadas en ese atar<strong>de</strong>cer <strong>de</strong>octubre <strong>de</strong> 1957, remoto y tan presente. Es su imagenla que nunca per<strong>de</strong>ré . Puedo <strong>de</strong>cir que vi a Iberia y hablécon ella en ese día.Y todavía no soy un filólogo , un historiógrafo ni uncrítico <strong>de</strong> textos medievales . ¿Cómo explicar ese entusiasmopor P¡dal que , antes que nada , es un investigador,como lo fueran Milá y Fontanals, Pelayo, Teófilo Braga?¿Sedujo alguna vez la erudición a los que no son <strong>de</strong> sucorte? Las sensibilida<strong>de</strong>s ¡ das, <strong>de</strong> tiempos viejos , ¿ pue<strong>de</strong>ninteresar seriamente al presente?A todo esto , respondo <strong>de</strong> que Pida¡ no es un autor<strong>de</strong> una mera obra filpígica, crítica e historiográfica, yno es genial porque su erudición es simplemente fabulosa.Menén<strong>de</strong>z Pelayo , fallecido en 1912, tuvo todavía laoportunidad <strong>de</strong> comprobar que su discípulo era poseedor<strong>de</strong> un "método preciso, severo , verda<strong>de</strong>ramente científico".Eso es lo que caracterizó a Pida¡, su ciencia, quees <strong>de</strong>l mismo or<strong>de</strong>n objetivo y riguroso que la <strong>de</strong> otroRamón , el Nóbel <strong>de</strong> histología hispánica Santiago Ramóny Caja¡ (1852-1934). ¡ Pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse pretensión elque un erudito <strong>de</strong> la investigación literaria e histórica haga...ciencia ! Pues Pida¡ era ese científico nato que enlugar <strong>de</strong> bacterias estudiaba romances <strong>de</strong> la tradiciónpopular o la morfología <strong>de</strong> un vocablo. Un erudito comienzaa ser científico cuando or<strong>de</strong>na los hechos <strong>de</strong> lainvestigación en una estructura , una teoría , un sistema.El erudito no es hombre que infiera estructuras . El eruditono elabora necesariamente una ciencia . Si tiene alma <strong>de</strong>científico, entonces se lanza a los conjuntos explicativos.De ahí la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Pida¡, que era erudito-científico, oun científico nato que se hizo erudito , a construir vastasinterpretaciones <strong>de</strong> tipo histórico sobre la base <strong>de</strong> unahipótesis. la erudición servirá sólo para probar la hipótesis.Los hechos lingüísticos sólo obtienen su auténticosignificado cuando se interrelacionan con los hechos literar¡os, jurídicos , políticos y sociales . Sólo las estructurasevi<strong>de</strong>ncian y explican el sentido <strong>de</strong> las realida<strong>de</strong>spretéritas. De aquí se alejaba Pida¡ <strong>de</strong> la filología positivista(las lenguas , una evolución ciega ), <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>alismo filológico<strong>de</strong> Bene<strong>de</strong>tt o Croce y <strong>de</strong> Karl Vossler , porquepara el liberal <strong>de</strong> Nápoles , como para el rector <strong>de</strong> Munichy antinazi , en el lenguaje se exaltaban valores estéticos,y <strong>de</strong> otras corrientes unilaterales . No. Pida¡ teníaun concepto íntegro <strong>de</strong>l lenguaje como fenómeno humano,y situaba la lingüística entre las formas totalizadoras<strong>de</strong> la vida y la cultura . Este concepto suyo llegaría a revelarsehasta obsesivo en su discípulo más <strong>de</strong>stacado,el también gran<strong>de</strong> Américo Castro, para quien el hecholiterario es sólo un hecho entre otros que lo iluminan, elfluir vital <strong>de</strong> una persona teledirigida por un conjunto.Croce dijo que la materia <strong>de</strong>l arte no son las cosas, sinolos sentimientos . Era esta búsqueda total <strong>de</strong> los sentimientosla que buscaba también Pida¡ y que da sentidoa su obra variada , aparentemente heterogénea ; pero ligadainmensamente por el mismo escrúpulo : <strong>de</strong>scubrirel interior <strong>de</strong>l ser <strong>de</strong> España , <strong>de</strong>l ser español.Hay arqueólogos que reconstruyen un ánfora griegatan sólo por la posición <strong>de</strong> un pedazo . Hay antropólogosque diseñan un cráneo milenario con sólo dos o treshuesos dispersos. Menén<strong>de</strong>z Pida¡ tuvo el mismo talento:<strong>de</strong>scubrir las síntesis (mejor dicho, el perfil <strong>de</strong> España,o mejor todavía , el perfil <strong>de</strong> Iberia) por medio <strong>de</strong> losfragmentos . Es sólo un científico el que se vuelve en esaforma alpinista <strong>de</strong> la teoría que... los hechos confirmarán<strong>de</strong>spués . A lo largo <strong>de</strong> su vida , el sabio confirmócon nuevos libros lo que fuera hipótesis . A lo largo <strong>de</strong>los años, muchos investigadores confirmaron las teorías42/NORTE

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