aproin22cia para no herir, todo ello con una faltageneral de entrenamiento del menorpara la autonomía de su futuro, solucionándolestodos sus problemas a travésde una sobreprotección que les alejade potenciar sus propias iniciativas, deequivocarse y corregirse, de esforzarsey trabajar, incapacitándoles para lalucha por la vida y ahogándoles cadavez más profundamente en un mundode consumo, de equiparación materialcon los del grupo, so pena de ser rechazado,de búsqueda instantánea delo fácil y de huir de las responsabilidades.Afortunadamente no es general,pero existe una tendencia a ello muygeneralizada.Desgraciadamente, ello lleva muchasveces a los jóvenes, a la hora detener que enfrentarse con auténticosproblemas, en un número cada vezmayor de casos, a la droga (el país demayor consumo de Europa), la violencia(en considerable aumento), el aborto(uno de los países del mundo dondemás madres en proyecto acaban con lavida que llevan dentro), el robo, la agresióna los padres o educadores, etc.:la salida, que aunque difícil, se les antojamás fácil e inmediata a efectos desacarse el problema de encima a muycorto plazo, que apañar a largo plazocon la responsabilidad de sus propiosactos, o sus propios problemas.Cuando ves que, ante una falta alarmantede previsión y formación, cadavez más jóvenes se quedan embarazadas,y en lugar de ofrecerles ayudamoral, sicológica e incluso materialpara concebir al hijo que llevan en suinterior, por encima de todo y por todoslos medios, la salida que se les ofrece,desde una alegría insultante, revestidade derecho y de orgullo, es el matar asu futuro hijo, no sólo sin que eso seani siquiera mal visto, sino sintiéndoseorgullosa de ejercer su “derecho” ano hacer lo que no le apetece con sucuerpo, a costa del cuerpo de otro, un“valor” que colocan muy por encimade la vida humana de su propio hijo,a quien pueden cargarse impunemente(¡a tu propio hijo!), a los 3 meses ymedio, cuando en las ecografías seobserva a una persona absolutamentehecha, viva, e incluso con expresionesclaramente detectables, ofreciéndolesque incluso lleven a cabo el macabroacto sin comunicárselo siquiera a suspadres, que bien informados, pudierandarle el apoyo moral que necesitan,como se ha dado, afortunadamente, entantos casos, y ayudarle a desistir detamaña barbaridad, y ello se alienta, nodesde la clandestinidad o desde la brujeríade países tercermundistas, sinodesde un Parlamento, a propuesta deuna Ministra, coreada por “miembras”que han tenido la suerte, para ellas yellos, que sus madres, se supone queevidentemente con otro sentido de laresponsabilidad, pero que no han sabidotransmitir, no hubieran pensadocuando decidieron parirlas, como piensanellas ahora. Nos hubieran evitadoAidos y Pajines, y quizá con ello menosmadres en potencia hubieran acabadocon la vida de sus futuros hijos, al nodársele otra alternativa más salvaje queesa, pero se hubiera privado de la vidaa dos seres humanos, sin la menor moral,pero que, sobre cualquier otro derecholibertario menor, tienen ante todo elderecho a nacer. La libertad de actuarcon el propio cuerpo es perfectamenteválida para estos seres, cuando de pasarlobien se trata, pero no para apañarcon las consecuencias de la falta deprevisión o de la alegría de la inconsciencia,justificando la muerte, alegandoque de nuevo se trata de un acto delibertad hacia el propio cuerpo, cuandose trata, no de poner fin a tu vida, sinoa la de otro ser que ya no forma partede tu cuerpo, sino que simplemente senutre de él para poder llegar a la vida.Lamentablemente, la pérdida de valores,principalmente en las más altas esferas,es absolutamente alarmante.Todo ello está siendo una equivocaciónsangrante de generaciones quehan querido para sus hijos lo mejor,pero de forma altamente equivocada.Algo difícil de corregir, sobre todocuando el modelo que se les vende alos jóvenes, desde la política, la propiasociedad, y a veces en su propia casa,o en colegios excesivamente “progresistas”,es el que ellos persiguen inconscientemente,desconocedores delmundo de lucha en el que pronto sevan a ver abandonados a su suerte yque, salvo a los que se apuntan al solque más calienta, sólo se puede afrontarcon ciertas garantías, si se cuentacon valores sólidos.O recuperamos los valores adecuadosy los transmitimos desdequien enseña a quien aprende, paraque éste pueda tener armas moralespropias de subsistencia, o iremos dejandoun mundo cada vez peor y másdeshumanizado.Aparejador municipal en el Ayuntamientode Vigo desde 1972, en plenadictadura, hasta 1993, ¿cómo juzgalos cambios producidos en su funcionamientodesde entonces?En el año 1953, cuando llegué aVigo, era alcalde Tomás Pérez Lorente,el mejor alcalde que Vigo ha tenido ensu historia, de lejos. Ya más adelante,Vigo volvió a tener un alcalde polémico,pero que marcó un antes y un después:Rafael Portanet, quien, todos los días, alas 7 de la mañana pasaba revista a laciudad, entre otras muchas cosas.En 1972, cuando yo entré en elAyuntamiento, era alcalde Antonio RamiloFernández Areal, un destacadoempresario de la piedra que comandabauna Corporación, elegida, no porsufragio universal, ni a través de partidospolíticos, sino a partir de los llamadostercios de electores (empresarial,sindical y familiar), resultando un
23aproinequipo variopinto en el que abundabagente comprometida con la ciudad, lamayoría empresarios directamente implicadosen el progreso de Vigo, genteen general heterogénea, pero que solíano dar un paso sin antes asesorarseconvenientemente con expertos enla materia de que se tratase, tanto enel desarrollo de los Plenos, como enla Comisión Permanente en la que seotorgaban las licencias, una labor quese llevaba a cabo en el antiguo edificioconsistorial de la plaza de la Princesa,con la defensa y la explicación delos informes por parte de los técnicos,algo que ha pasado a la historia, yaque actualmente, el voto, como todossabemos, da ciencia infusa y otorgasabiduría y prudencia a nuestros representantes,quienes conocen profundamentetodas las materias y para nadanecesitan apoyo de nadie y menos depersonal técnico y especializado.Existía el departamento de “organización,programación y métodos”,que no sólo se cuidaba de la correctaLa sentencia contra Colina deCastrelos se justifica en unafotografía, según la cual eledificio se sitúa justo encimadel Pazo. En realidad hay unadistancia entre ambos edificiosde más de 150 metros, algoque desde el TSXG, a 150 kmde distancia, y sin comprobarnada sobre el terreno, resultadifícil de apreciar.organización interna, de programar losobjetivos de la ciudad y de que se respetaseel presupuesto, sino que al igualque en cualquier empresa, cuidabaescrupulosamente de que las accionesresultasen eficientes, de controlarque las decisiones fueran llevadas a lapráctica en tiempo y forma, al igual queel trámite de los distintos expedientes,vamos, como ahora…En 1972, la dictadura, en su aspectomás controlador, hacía ya tiempoque había dado paso en España algobierno de los tecnócratas (los llamadoslópeces), con el que el país habíaavanzado espectacularmente. Era unaépoca en la que pocos cuestionabanel interés por Vigo y en la que primabanlas realidades y los acuerdos, sindemasiadas oposiciones hacia el crecimientode la ciudad.En materia de urbanismo, existía eldepartamento de Vias y Obras, conun ingeniero al frente, José Sáez Diez,desgraciadamente fallecido hace unosdías, y el de Edificación, al frente de unarquitecto, Emilio Bugallo Orozco, contres aparejadores: Manuel MartínezFranco, Miguel Vila Pumarega y yo, queademás llevábamos el departamento deobras municipales. Recién aprobado elPlan General de entonces, Vigo era unhervidero de obras, llegando a autorizarcerca de 150 edificios de vivienda