aproin30responsabilidades, la obligación, sobretodo en la ley gallega promulgada porel tripartito, al mando en esta materia dela rama comunista del Bloque, de quesean los promotores privados los obligadosa llevarlas a cabo, en su lugar,al mismo tiempo que las libres y en losmismos lugares, yendo mucho más alláde la Constitución y con planteamientosradicalmente opuestos a los empresariales,sin siquiera poder venderlas alos clientes directamente, sino a quiense adjudiquen en un sorteo entre demandantesgeneralmente no solventesy consiguiendo con ello que la viviendalibre (la más demandada) se encarezca,al tener que soportar las pérdidasque ese tipo de viviendas ocasiona enel empresario, sobre todo al tener queconcurrir a un mercado libre del suelodonde reina la especulación que nohan sabido ni querido atajar, otro mandatoconstitucional no sólo obviado pornuestra clase política, sino, en general,la principal materia de soporte de lospartidos durante años.Este estado de cosas, libera anuestros políticos de obligaciones yproblemas, al tiempo que les da argumentosabsolutamente demagógicosy les proporciona, como culpables,a empresarios a los que señalary denostar continuamente, como sonlos promotores inmobiliarios, a quieneshipócritamente culpan de todoslos males en materia de vivienda, yahora, incluso de la crisis.Actualmente, al menos en Galicia,casi nadie desea una vivienda protegida,sometida a un sinfín de limitaciones,que hay que pagarla casi a losprecios de la libre, que los bancos nofinancian, que no se puede traspasara los hijos, ni vender libremente, etc.Un “regalo” envenenado a mayor gloriade la demagogia.El pasado año se vendieron en todaGalicia la ridícula cantidad de 51 viviendasde protección, pero el político siguenegándose a reconocerlo, a perder sudemagógico argumento que le permiteseguir haciendo promesas imposibles,engañando al ciudadano sorteando viviendasque sabe que el banco nuncava a financiar y culpar de sus mentirasa los promotores, unos empresarios sobrelos que el ciudadano amaestrado, aquien han acostumbrado a fiarse másde sus vísceras que de su cerebro, notiene inconveniente alguno en hacer residirtodos sus males.El PGOM de Vigo es el paradigmadel más absoluto y flagrante engaño,con la consecuencia de la más frustranteparalización de la ciudad en su construcción,todo ello a mayor gloria delpersonaje a quien el Bloque ha puestoen la alcaldía tras perder ambos estrepitosamentelas últimas elecciones, amparándoseen la cretinez de formar unamayoría natural o algo así, entre sociosque no sólo se odian, sino que se ponenla zancadilla permanentemente, sedisputan y se asignan la paternidad delas obras que hacemos los vigueses,como si ellos las pagasen, con cartelesinsultantes (alcaldía o tenencia dealcaldía) en un espectáculo bochornoso,a costa del ciudadano a quien hanvuelto a burlar en las urnas, habiendoconvertido un invento franquista comoes la vivienda de protección en su mejoraliado para seguir engañando a losilusos y a quienes se piensan que viviren una democracia no exige al ciudadanoformarse e informarse, que desgraciadamenteaún son legión, permitiéndoseincluso la sangrante burla derebajarse el sueldo, ¡como ejemplo desolidaridad en estos momentos de crisis!,en la reconfortante cantidad de ¡14euros!, algo que redundará sin duda enel progreso de la ciudad, al tiempo quenos endeudan a todos con la peticiónde un nuevo crédito de 27 millones deeuros, que ya veremos a costa de queprivaciones para la ciudad, a mayorgloria de la financiación de la campañaelectoral, para seguir llevando a cabomalas imitaciones “masivas” de las llamadas“humanizaciones” en la ciudad(alcaldía), o de levantar el pavimentohistórico de nuestro casco (tenencia dealcaldía) cargándoselo para, en su lugar,forrarlo de piedra recién salida dela cantera, llegando incluso, en su insultanteignorancia, a fotografiarse ufanamenteante el atentado, pensando quehan hecho una gran obra. El resultado,para Vigo, es el de ofrecer una muy cortaopción a la esperanza.El Congreso de la Vivienda de Galiciahabrá de servir para que el sectorponga sobre la mesa, si realmenteexiste conciencia de ello, todas estascuestiones relacionadas con la vivienday transmitir con ello, a nuestros“representantes”, las necesidadesreales del ciudadano en esta materiay la forma efectiva de afrontar elproblema, algo que más que esperar,deseamos, que dé sus frutos.Por otra parte, es necesario hacermejores viviendas, más asequibles, potenciarla opción del alquiler que te permitemayor libertad, mayores posibilidadesde movilidad, menor compromisofinanciero, etc. y ello pasa, entre otrasmuchas consideraciones, por acabardefinitivamente con la especulación delsuelo, algo que aunque sabemos comohacerlo y lo hemos publicado varias veces,difícilmente se acometerá si antesno se soluciona la financiación de lospartidos políticos, un asunto que no pintademasiado bien, al menos, ni a corto,ni a medio plazo.Finalmente, ¿cómo ve la actuaciónde los promotores inmobiliarios, y asu juicio, que hemos de hacer paraser cada vez mejores y ofrecer a laciudad lo que esta nos demanda?Hace más de 50 años, el promotorinmobiliario era un empresario (pocos)fuertemente capitalizado, generalmentepromotor-constructor, o que siendosólo promotor, se valía de grandes
31aproinempresas constructoras que llevabana cargo toda la obra y que para hacerfrente a su ejecución únicamenteprecisaba de las entidades financieraspara un bajo porcentaje del coste de lapromoción, en un ambiente en el quela especulación del suelo no era unelemento determinante.A mediados de 2007, cuando se iniciala crisis, el retrato tipo de un promotor(demasiados), con importantesexcepciones, se había convertido enun empresario pequeño, muy pococapitalizado, con una gran dependenciade las entidades financieras, en elmarco de una galopante especulacióndel suelo, que le obligaba a disponerde reservas de suelo financiadas engran parte con dinero ajeno, lo que lemantenía en un grado de dependenciafuertemente comprometido.A esta situación se había llegado porvarios motivos, pero entre ellos es decapital importancia la actitud de las entidadesfinancieras, quienes pasaron deprestar pequeñas cantidades, a finan-“El proyecto de reforma delEstadio de Balaidos parala celebración del Mundial´82, tuvo que hacerse conun préstamo personal de losfuncionarios municipales quelo redactamos”ciar, en algunos casos, hasta el 120%de los costes de la promoción, solarincluido (amparándose en una constanteespeculación), fundamentándoseen varios argumentos concatenados ydeterminantes: el hecho de la divisiónhorizontal, la concesión de grandescréditos al promotor, con la posibilidadde fragmentarlos a través de la subrogaciónen la figura del comprador, condevoluciones a un plazo cada vez máslargo, y el haber transformado con elloal promotor en un agente de colocaciónde hipotecas para la entidad financiera,a quien aportaba clientes, fidelizadospor la hipoteca, para toda la vida. Elresultado fue convertir en unos años aempresarios fuertemente capitalizados,con poca necesidad de financiaciónajena, en empresas fuertemente apalancadas,con poco margen de maniobray una capacidad limitadísima deafrontar situaciones adversas.Si pensamos en que los beneficiosde las empresas son similares a los decualquier otro empresario sobre el capitalinvertido, pero que en este caso,el capital lo ponía en su inmensa mayorparte la entidad financiera, el rendimientosobre el verdadero capital propioaportado (a veces nulo), era superioral de muchas otras actividades, lo queatrajo a la promoción, en gran medida,a personas que no eran realmente promotores,gente que de la promociónsabía muy poco, pero que además hicieronfortuna con una actividad ajena ala de la promoción, como es la especulacióndel suelo, ya que la actividad de