aproin24vieron la feria desde dentro y pretendenbeber en una sola fuente, actualizandola historia a base de relatos de segundamano. En el Ayuntamiento de Vigo, sepasó de una primera fase (dos o tresaños) en la que había que cambiarlotodo y a casi todos, estuviera funcionandoo no (era igual), a una segunda(unos 20 años) en la que la corrupciónpolítico-económica marcaba la pautaen gran parte de los asuntos de ciertaimportancia, e incluso a veces en laspequeñas cosas, para terminar en elperiodo actual, en donde la corrupciónpolítica, en el sentido no precisamenteeconómico del tema, el único que al parecerle preocupa a la mayoría de losciudadanos, sino en el estrictamentepolítico, ha llegado a mayores cotas,con los llamados gobiernos de coalición(un puro reparto del poder), en losque tales coaliciones no sólo no existencomo gobierno, sino que ante la imposibilidadde ser reales, al ser los liderese incluso los partidos incompatibles, hapropiciado el que se haya llegado a unade las mayores aberraciones políticas,similares a cargarse los tres poderes,haber convertido una teórica democraciaen una real partitocracia oligárquica,o limitar los comicios a listas cerradasy blindadas no confeccionadas porlas bases, sino por las cúpulas o loscaciques de cada partido, evitando alos mejores en pro de los más serviles(las mayores cargas antidemocráticasen España), como es el de partir ahoralas instituciones, algo que no sóloestá presente en ciertos ayuntamientoscomo el de Vigo, sino hasta hace bienpoco en la propia Xunta de Galicia, loque, a la luz de la poca cultura políticay democrática de nuestro pueblo, noescandaliza demasiado, ni siquiera alos medios, pero que es de una importanciafundamental e intolerable parael progreso hacia la democracia real,de un país que intenta codearse conotros países europeos que en esto dela democracia le llevan siglos de ventaja,propiciando con estas cosas el quecada vez nos alejemos más de ellos.Concretamente en mi caso, el solicitarla excedencia para crear la Asociacolectivaal año, amén de multitud deviviendas unifamiliares, otro tipo de autorizacionesy la ejecución de bastantesobras municipales. Las licencias nuncademoraban más allá de tres meses, elcrecimiento real de la ciudad era palpabley en el Ayuntamiento el problemalaboral, al menos en urbanismo, brillabapor su ausencia.Pasados cerca de 40 años, el panoramaactual resulta desolador, e inimaginablepara aquellos que, con 40 añosmenos, con la importante carga de ingenuidad,buenas intenciones, empujeque da la juventud y carga ideológicafamiliar, teníamos puestas todas nuestrasesperanzas en un cambio de régimen,y en que con ello todo sería pocomenos que perfecto.Al menos en el Ayuntamiento deVigo, el advenimiento de la democraciafue algo parecido a la conquistadel oeste, o al ascenso del Pontevedraa primera división, cuando se decíaaquello de que “por Pasarón pasaránlos que nunca pasaron”. Llegaban a lacasa grande todo tipo de personajes,desde gente bien preparada, de buenafé y con ideas, hasta los clásicospescadores de río revuelto, que generalmenteacababan llevándose el gatoal agua y propiciando que los buenos,poco a poco, fueran retirándose a suscuarteles, no dispuestos a sumarse albotín que a tantos encandilaba.Ahora, desde la distancia y desdelo políticamente correcto, todo parecemuy romántico y muy puro, sobre tododesde la perspectiva de quienes no vi-ción de Promotores en 1993, fue másproducto de la desilusión y del hartazgohacia un deterioro rampante y haciauna preocupante pérdida de valores yde ética en la política, que otra cosa,de ahí que nunca me haya arrepentidodel paso dado en su momento, desengañadodel destrozo que de nuestrasesperanzas habían masacrado nuestrospolíticos autoproclamados democráticosy cuya imagen, para nada secorrespondía con la esperada desdehacía tantos años.Hoy, desde la política municipal, elinterés político de “nuestros representantes”por su propia trayectoria personal,sobre todo los más altos, está muypor encima de cualquier otra consideracióny de cualquier interés real porla ciudad, por sus ciudadanos y porel progreso de la misma. La CorporaciónLocal está sometida a una férreadictadura, donde impera el engaño yla desconsideración constante hacia“los votantes”, a quien se miente díaa día por sistema, sin planteamientosde funcionamiento empresarial alguno,sin control político ni responsabilidadhacia el equilibrio entre ingresos ygastos, sin objetivos a medio y largoplazo, sin controles sobre los expedientes,sus tiempos de tramitación,sus criterios de funcionamiento e interpretativos,sin conciencia absoluta deestar al servicio del ciudadano a quienhan de ayudar por encima de todo, unauténtico caos, con funcionarios absolutamentedesmotivados, vendidos yutilizados por quienes más debían protegerlos,valorarlos y motivarlos, unainstitución diametralmente opuesta ala misión que se le asigna y a las esperanzasque de ella se tenían y tienenlos que no han vivido otra cosa.En materia de urbanismo, el caos esabsoluto, con un Plan General que impidecualquier inversión en la ciudad,una burocracia que se ha comido a lainstitución, un rendimiento laboral intocabley manifiestamente mejorable,una inseguridad jurídica absoluta, ytodo ello sin haber otorgado ni una solalicencia de vivienda colectiva en cercade un año y medio, aunque el número
25aproinde funcionarios adscritos a urbanismosea 10 veces el que tenía el Ayuntamientohace 40 años, necesitando, alparecer 40 funcionarios mas, y todoello con rendimientos absolutamenteinferiores a los de entonces.Desde la llegada de Zapatero alpoder, la Administración ha aumentadoen 41.000 el número de funcionarioscon relación a los que habíacuando gobernaba Aznar, algo típicode todos los gobiernos socialistas, nodigamos en Andalucía donde la Juntatiene más funcionarios que los del Estadoen toda España, lo que confirmala teoría de que en caso de buscar trabajoes preferible apuntarse al PSOEque al INEM, un contrasentido y unaprueba de corrupción a costa de todos,al más alto nivel, que está llevandoal país a cotas de una burocraciaabsolutamente paralizadora, parcial yde un coste insoportable, ya que es eldinero que produce, más que el queadministra, el que crea riqueza.Actualmente, el problema laboral enEspaña y sobre todo en la Administraciónes fundamentalmente de rendimiento,de productividad.En el departamento de urbanismode un Ayuntamiento, el coste laboralestá previsto y directamente relacionadocon las tasas por despacho de expedientes.Resumiendo mucho, pero para entendernos,si en el presupuesto municipalaprobado figuran unos ingresos portasas de 100, esos son los objetivos acumplir. Si el rendimiento tipo de trabajoestá determinado en 20 por funcionario,harán falta 5 funcionarios (no 40)La mayor parte de lassentencias en contra deesta ciudad, son debidas a laaplicación de un informe deun ex concejal de Urbanismoquien, para controlar losdesarrollos sin tener quepasar por la Xunta, pedíaque se llevasen a cabo comoestudios de detalle, figura ala que erróneamente atribuíacapacidad innovadora.Salvo Canaval, y ahí sin éxitoalguno, nadie ha exigido ningúntipo de responsabilidad.para cumplir los objetivos, de maneraque si se cumplen tales objetivos el funcionariocobre el sueldo establecido,con incentivos si se superan y sancionesen caso contrario, de forma que siel jefe consigue que sus subordinadosalcancen tales rendimientos, mantengasu sueldo y sea también sancionado encaso de no conseguirlos. De esa forma,el interés por el cumplimiento de objetivos,actualmente inexistente, seríael principal motivo de rendimiento y elmejor acicate para que los jefes impusieranla productividad (actualmente nose preocupan lo más mínimo por ello),sin que prácticamente se produjesenbajas laborales. Eso de cobrar exactamentelo mismo los que obtienen losrendimientos fijados, que los que nodan golpe (en la Administración existengrandes diferencias), no tiene elmás mínimo sentido, no se entiende enningún lado, es lo que nos recriminanen Europa, lo que nos hace muy pococreibles y lo que más desanima a losbuenos.En el caso de la concesión de licencias,la desidia, los impedimentos,el temor y la falta de interés por otorgarlas,llegan hasta el punto de quelos ingresos por tasas, e incluso la recaudaciónde impuestos para cubrir elpresupuesto y dar un mejor servicio,no le preocupan a nadie lo más mínimo,algo radicalmente contrario a laempresa privada, en la que la consecuciónde objetivos, la productividad yel rendimiento por capital invertido sonfundamentales.En las condiciones actuales, la Administraciónno puede funcionar, y si lohiciera sería un milagro.No es cuestión, como apoyan ahoraciertos políticos, de bajar el sueldo a losfuncionarios indiscriminadamente, esoes una injusticia, sino de exigir productividadpara todos, los de abajo y sobretodo los de arriba, los que deben ordenarcorrectamente el trabajo, impulsarloy fiscalizarlo para la obtención de losobjetivos propuestos.Lo malo es que siempre que se tratade aplicar la lógica, o bien los políticosno lo consideran rentable para sus particularesintereses electorales, o los sindicatos,o esa especie de cosa en quese han convertido, cada día más ajenosa los intereses reales de los trabajadoresy a años luz de los problemas