Tema: Nuevos Lenguajes y Educacióncación. Su efecto es de velocidades y tiempos distintos. Trágicamente,esta relación tiempo espacio muestra de qué manera lasestrategias educativas son altamente descontextualizadas, puesno logran insertarse a estas lógicas siempre cambiantes; lo queconocemos como “crisis generacionales”, por ejemplo, no sonmás que evidencias de un sistema mundo que captura las subjetividadespor etapas sobre la apariencia de lo nuevo o de lovanguardista, sin que exista una referencia del proceso completoen clave histórica que permita a los individuos una toma de posiciónal respecto, es decir, una preferencia por lo intensivo y nopor lo superficial.Se trata entonces de que a partir del conocimiento de las manerasen que se generan en la actualidad las esferas de producciónde subjetividad, basadas en dispositivos de economía neuronal,se permita al individuo un repliegue en sentido de epojé al reconocimientoy mapeo de los mecanismos aparatico-mediáticosque pugnan por su deseo emancipatorio y libertario propio de lacondición planamente humana. Dado que:“Podríamos afirmar que esa nadería que llamamos sujeto noes otra cosa que el efecto por excelencia (por supuesto sinexclusión de ninguna de las muchas otras prácticas que tambiénal respecto son constituyentes) de los actos de representación,de visionado y escopia, de su participación en lasredes de intercambio -producción, consumo y circulacióndela imagen, de la visualidad” (Brea, 2003, p. 2).Más allá de una -otra- teoría reivindicatoria y de una críticaanacrónica hacia los medios y su influencia, se trata más bien delempoderamiento de los mecanismos actuales; que, como partede esas dos visiones de culturización (expandida ó intensiva), seamoscapaces de reorganizarlos, subvertirlos en clave de producción,creatividad e imaginación, por el despliegue de los recursostecnológicos, hacia un horizonte de posibilidad y de la potenciaindividual y colectiva para la emergencia de otras dinámicas deafectos, pues es probable:“Un proceso de asociación que tendrá consecuencias en laforma en la que el cerebro es esculpido por la experiencia cultural.La constancia y la repetición a mano, sobre todo cuandose distribuye globalmente, constituyen intensos directores dela atención. Lo chocante y lo novedoso son condiciones delos excesos culturales de la modernidad y la refutación artísticaque desestabiliza y disocia los dictados institucionalizados.Recientemente, lo chocante se ha abierto camino dentro delandamiaje institucional y es hoy utilizado como forma de administrarafecto” (Neidich, 2009, p. 122).Frente a la espectacularización, la distracción y el uso deltiempo libre en sociedades posfordistas articuladas a lógicasde productividad inmaterial (Cfr. Rodríguez, 2008, 2011), lacerebridad, es decir, el estudio, reconocimiento y empoderamientode nuestra red neuronal, de nuestro complejo cerebral,produce un sisma en la etapa de configuración de “celebridades”en el plano personal, que pugnan por destacarse al ritmode lo que la metafísica imperante denota como clave de éxito,es decir, de garantes de los afectos.El logro de las redes sociales, en este sentido, los blogs, laTv interactiva, la conectividad de contenidos de pantalla enpantalla, etc., se verifica cuando se propone en su uso y aplicaciónuna idealización de la libertad en tanto que signa a losusuarios (devenidos avatares) como gestores y productoresde “su propia imagen”, otorgándoles en clave fordista (producciónserial) un reconocimiento como detentores de suscriptores,número de seguidores, o número de visitas, dandocomo resultado la apariencia de reconocimiento como“celebridad” mediática en un mar de contenidos y flujos deexperiencias digitalizadas (Facebook, etc.), que pugnan porel poder representacional de “verdades” integradas a su alterego digital. (De otra forma no se explica, por ejemplo, cómoes posible comprar y vender seguidores en sistemas comoTwitter, para contribuir al efecto de credibilidad en tantomás o menos seguidores se posea).La organización de estos contenidos en un esquema de posproducción(Baurriaud, 2004 y 2006) resalta la inmanente presenciade dichos clichés en los comportamientos de las personas,elevándolos a la categoría de referentes de la cultura global. Unaeconomía de afectos que reproducen formas de comprender elmundo y que instauran una distribución de lo sensible particular,quizás una sola más cercana con los dominios hegemónicos tradicionales.El arte, la posproducción, la remezcla de contenidos yuna mirada estética alterna, pueden entonces alterar dichos flujosde reproducción en tanto que:“Al recurrir a conjuntos de métodos, procedimientos, instrumentosy materiales muy diferentes de los empleadospor la soberanía y el conocimiento institucional, el arte, laarquitectura, el cine, la poesía, el diseño, el sonido, el vídeo,la performance, la danza y la instalación escultórica, ejemplificany des-ejemplifican un mejunje “muy diferente” delos potenciales dinámicos en su producción de objetos, deno objetos, de materiales efímeros y de fragmentos textualesa distribuir en la cultura visual, auditiva y quinestética. El58 Educación y Ciudad N o 25 Julio - Diciembre de 2013 ISSN 0123-0425 pp. 51-62
educacióny Ciudad25poder del surrealismo, dadaísmo, situacionismo, fluxus, arteconceptual y feminista y de las prácticas globales o poscolonialescomo modificadores culturales y, por ende, neurobiológicos,son algunos ejemplos que refuerzan la consistenciade esas reclamaciones. Un proceso que, junto a sus efectos,he dado en llamar “redistribución de lo sensible” (Neidich,2009, p. 122).La cerebridad, por el contrario, llama a este ahora pueblo constituidoen red, a posibilitar la recuperación de la población neuronalindividual con ánimo de potenciarla y hacerla mucho mássofisticada que la red externa. En otras palabras, de producirsubjetividad desde un reconocimiento identitario en tanto dichaipseidad corre a contrapelo de una función identitaria rígida, higiénicay homogeneizante, en un escenario de conflicto por loidentitario, en el que Brea afirma:“En realidad, una lectura poco ingenua de las retóricas dela nueva publicidad reconocería rápidamente que lo que encasi la totalidad de sus juegos de imagen se vende no son los“productos” que ellas anuncian: sino la específica potenciade construcción de biografía que en su mismo espacio -fantasmático,imaginario- se pone en acto. No se trata entoncesde hacer deseable a lo lejos un tercer producto-mercancía,sino de conseguir que el propio dispositivo-anuncio -el sistemaimagen/música/texto que lo articula- se cargue depotenciales de identificación-deseo, capaces de concitar unefecto de re-conocimiento en el perceptor. La necesidad queéste siente de proveerse de materiales efectivos en esa cadavez más ardua tarea (por inocua e improductiva en el fondo)que es el construirse a sí mismo hará el resto, y la comprade la mercancía asociada -siempre que uno pueda pagarseel capricho crecientemente costoso de autohacerse- caerácomo por “efecto colateral”. Pero lo que se hace seductoren el anuncio, a lo que se dirige su efecto persuasivo, no esa mostrar las calidades propias del objeto tercero, sino, primariamente,a autoseñalar (sin que se dé demasiada cuentael anunciante, no vaya a ser que sospeche la verdad de lapublicidad contemporánea: que sólo se anuncia a sí misma)la cantidad directa de identidad -el coeficiente identitario, diríamos-que se impulsa desde su propio espacio, en el propiodispositivo simbólico” (Brea, 2003, p. 1).Así, la cerebridad, en contraste con la celebridad, ubica al sujetoen clave crítica frente a los contenidos que desbordan supropia capacidad interpretativa, dando lugar a un espacio de resistenciacomo figuración de una potencia para lo extraordinario,para la sofistificación del cerebro en tanto aparato mediático arcaicofundamental, como dispositivo de una arquitectura cognitivadiferente. Dice Sloterdijk al respecto:“Cada introspección sencilla nos deja en claro que nuestroscerebros siempre buscan el nivel homeostático máspróximo, es decir, un estado, en lo posible, cómodo yconservador en sus estructuras, que es vivenciado comoauto-satisfacción: ésta apoya la sensación de tener todala razón, prolonga la licencia de seguir adelante connuestros juegos de identidad. Todo el mundo sabe quelos hombres, en caso de necesidad, se vuelven inclusocreativos para evitar cambios de su auto-estado. Lamutación decisiva de la modernidad radica en el atrevimientode los cerebros humanos de más bien celebrarintegralmente las informaciones futuras, más que rechazarlas”(2008, p. 31).Como se nota, el juicio de valoración no está centrado en la calidadcomo tal, sino en lo que está ocurriendo con las audiencias,en sus búsquedas y gustos, pues es por lo menos inquietante queno sea la calidad del producto masivo lo que conduce a una acep-Escópica de videos confesionales en Youtube ¿Lugares de resistencia o Subjetividades en suspensión? - Édgar Giovanni Rodríguez Cuberos 59