11.07.2015 Views

En nombre del folclore - Rolling Stone

En nombre del folclore - Rolling Stone

En nombre del folclore - Rolling Stone

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

pagando unos diez centavos el verso. No está mal…”»31Esta anécdota jocosa le reveló al Yupanqui de los comienzos dosenseñanzas. Por un lado, que el <strong>folclore</strong>, en tanto género de música popular,formaba parte <strong>del</strong> mercado cultural, por más brutal que le resultasela reducción <strong>del</strong> hecho artístico a la lógica monetaria. Y por otrolado, que aun bajo las duras condiciones de una crisis estructural ––lade aquel mundo de coyas y gauchos que su propio repertorio celebraba––,siempre había público, gente dispuesta a escuchar a quien tuviesela facultad de interpretar. «Parece que hay cantores», escuchó decira poco de empezar a pulsar su guitarra. Y entonces introdujo algunaspiezas cantadas: aquel público merecía ser complacido.Esta doble comprobación le generaría más de un conflicto interior,como si hubiera una exigencia mayor inalcanzable, a la que finalmentesiempre se traiciona. ¿Qué era entonces lo folclórico? ¿Un músicoparado en la puerta de una sala de concierto, ofreciendo sus númerosa quienes podían pagarlo, aunque el precio fuera, como en Metán, muybajo, de apenas «diez centavos el verso»? Y una vez aceptada esa condicióninapelable ––contra la que, no obstante, Atahualpa se rebelaríamuchas veces, tocando gratis, en un estado de gracia auténticamentefolclórico––, ¿cómo se debía responder a la demanda <strong>del</strong> público?¿Había que satisfacerla o contrariarla? A esta última pregunta, Yupanquile buscaría una respuesta matizada, si bien manteniendo siemprela soberanía sobre su repertorio.Bajó desde Salta hacia Tucumán, donde permaneció unos días observandoel trabajo en los cañaverales. Fue el comienzo de un rescate:el de aquel viaje que había hecho de niño al interior <strong>del</strong> Tucumán. Perono se quedó mucho tiempo. Necesitaba imperiosamente absorbertodo el país, o al menos experimentar de golpe, con voracidad, el Nor-8430 «Le tengo rabia al silencio», disco Odeón número 21.597. Grabado el 28de noviembre de 1956.31 Eduardo Martolio (1978), «Yupanqui a los 70. Con sabiduría y guitarra»,La Semana, Buenos Aires, número 112, 20 de diciembre, pág. 52.879 Blanca Rébori (1997), «Atahualpa Yupanqui. Cuando la música es argentiname gusta mucho», La Maga Colección, Buenos Aires, marzo.10 Antonio Carrizo, La vida y el canto, Radio Rivadavia, 2 de septiembre de1978. También en sus memorias inconclusas (op. cit.) Yupanqui cuenta sufugaz paso por Crítica.11 Muy reservado en lo concerniente a su vida privada, la única referencia altema se encuentra en «Siesta en una casa de citas», <strong>del</strong> disco Testimonio 3.12 Ariel Gravano (1985), El silencio y la porfía, Buenos Aires, Corregidor.13 Atahualpa Yupanqui (2008), El canto <strong>del</strong> viento, op. cit., pág. 49.14 Ibídem, pág. 5.15 Ibídem, pág. 5.16 «Para un historia de la televisión argentina», Folklore, junio de 1972. Setrata de la transcripción de un programa especial dedicado a Yupanqui yconducido por Julio Márbiz por canal 11. <strong>En</strong> esa ocasión, Yupanqui cuentainteresantes anécdotas de sus primeros años en Buenos Aires, etapa no documentadade su vida.17 Emilio Pedro Portorrico (1997), Diccionario biográfico de la música argentinade raíz folklórica, edición <strong>del</strong> autor, Buenos Aires.18 Crítica, Buenos Aires, 14 de junio de 1928. Si es verdad, como afirmó Yupanquien más de una oportunidad, que fue a ver a Gar<strong>del</strong> a una semana deestar en Buenos Aires, entonces viajó desde Junín a principios de 1928. Nopudo haber sido antes.19 Atahualpa Yupanqui (2008), Este largo camino, op. cit.20 Atahualpa Yupanqui (2004), El payador perseguido, Universidad Nacionalde San Luis, San Luis.21 Atahualpa Yupanqui (2008), Este largo camino, op. cit.22 <strong>En</strong> la biblioteca personal de Yupanqui figuran algunos ejemplares de Laguitarra, una Revista Artístico-Musical, publicación editada en Buenos Aires

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!