fracciones. Una, cada vez mayor, de los que no consiguenempleo alguno por no tener las calificaciones requeridas.El otro grupo, pequeño pero creciente, es de los admitidosporque poseen todas las competencias exigidas por losavisos, pero que las podrán usar sólo en la mitad, ya que lafunción no las requiere.Esto nos lleva a una conclusión, se están contratando cóndorespara volar en una jaula.Alguien podrá, con justa razón, señalar que la empresa estámirando en el largo plazo: siendo portador de tantos talentos,el funcionario podrá ir siendo preparado para asumirresponsabilidades cada vez mayores.En una empresa que conocí, cayeron en esa trampa. Admitieronun montón de gente súper calificada y las conversacionesen el café eran de tal nivel que un visitante distraídopodría pensar que estaba en el auditorium de la FundaciónAlfred Nobel. Lamentablemente, esa empresa se debatehoy entre los malos resultados, los despidos, las reunionesde coordinación, unido a la rectificación mensual del presupuesto.Hace unos días un grupo de auditores fueron a visitar lafábrica de esa empresa. En medio de la carretera, el neumáticode la 4x4 se pinchó. Como los celulares no funcionabanen ese sector, lo que quedaba era confiar en donManuel, el chofer del todo terreno. Ahí descubrieron queel tal Manuel hablaba inglés, tenía sólidos conocimientosde sistemas, poseía energía y creatividad. Sin mencionarque estaba haciendo un post grado en mecánica multivalvular.Sólo que no supo sacar la rueda, menos ponerla.Por ahí pasó un sujeto en bicicleta. Para horror de todosse expresaba con términos como “aguaite un poco patrón”y cosas parecidas. En no más de 5 minutos instalóel neumático y entre todos los auditores le juntaron $300de propina, y se fue feliz. Ese ciclista anónimo es el perfilque las empresas evitan contratar, porque no impresionana nadie.ContactoFernando Vigorenaconferencista@fernandovigorena.clwww.fernandovigorena.cl50
“Mi vida es mi mensaje” (Gandhi)Por German RetanaSin saberlo, fue “coach”de muchos que tuvimosel privilegio de conocerle.Estar en su presenciademandaba tres requisitos:estar atentos a sus preguntas,disfrutar su fino sentido del humor yestar dispuestos a aprender.Convirtió la pregunta en un mediopara enseñarnos que las respuestasque buscamos están más dentro denosotros mismos que lo que imaginamos.Siempre nos sorprendió consu inaudita capacidad de escucharnuestras respuestas para agregar otrapregunta, hasta soltar una sonrisacomo diciéndonos… “ya entendiste,ya te entendiste”. Este coach sabía quesu papel era enseñarnos que el lídertiene más preguntas que respuestas, ypor eso solía estimularnos desafiandonuestros conceptos básicos para quelos reafirmáramos. Luego de su ráfagade cuestionamientos, nos levantabala moral indicándonos la validez denuestros planteamientos. ¡Qué maestrode maestros!En una ocasión le pregunté cuál era susecreto para desarrollar empresas dirigidaspor equipos gerenciales con grantalento, y me respondió: “¡La mejor manerade dar una orden es preguntando,¿no es así? Cuando ordenas el otro nopiensa, cuando preguntas el cerebro seactiva”.Cuando hacíamos los talleres de trabajoen equipo (“cuerdas”) en la fincaEl Limón, él ayudaba directamente adistribuir las hamburguesas y gaseosasa los ejecutivos de sus empresas queestaban sudorosos enfrentando losdesafíos típicos de esos talleres. Susencillez era tal que con gran naturalidaddaba el ejemplo: el líder está paraservir a su gente y no para ser servido.“El respeto se gana con respeto, lacalidad de respuesta se gana con buentrato!”, dijo una vez que participó enun seminario de liderazgo. No es cuestiónde títulos ni posiciones, si queremosque otros nos escuchen debemosrespetarles. Al saludarle se debía estardispuesto a compartir con él nuestroestado de ánimo, la situación de nuestrafamilia y todo aquello que influyenuestra calidad de vida. Nos hacíasentir importantes, humanos, amigos.Su exquisito sentido del humor; ¡quédeliciosa herencia que todos debemosseguir disfrutando! El mundo necesitaesperanza, mentes positivas, fe enmedio de las tribulaciones, sensatezy personas que siembren alegría enmedio de tanta tristeza y él se esforzópor brindarlo. El “coach” siempredesplegó con su presencia optimismo,sonrisas, deseos de seguir adelante. Suespíritu empresarial no tuvo límitesy sus ideas inundaron de ilusión amuchos hogares ligados a él y a sufamilia. Su credibilidad era suficientepara que sus ideas cayerancon alegría y reto en tierra firme.El sentido del humor es propio dementes tranquilas, de concienciasen paz, de gente de bien. Acercarsea sus noventa años le permitió demostrarnosque verdaderamente lajuventud es un estado del espíritu.¡Gracias, joven Alberto!Su apellido quedó grabado parasiempre en la sede del INCAE enCosta Rica, donde miles de jóvenesalegres nutrirán sus conocimientosen el Centro Académico EstudiantilAlberto y Roberto Motta. A ellosles dijo como invitado de honora una graduación: “Encontrarándecisiones difíciles. La vida no esun concurso de popularidad. No sécomo ser un éxito, pero sí sé comoser un fracaso, y es, tratando desatisfacer a todo el mundo. Aquí merefiero a decisiones donde tendránque poner en la línea sus valoresy principios. Si ustedes actúan enbase a sus valores y principios, estarántomando siempre la decisióncorrecta a largo plazo. Recuerdenque la honestidad y la integridadnunca pasarán de moda…Es imposiblesólo recibir. En mi país hay51