Revista Llamas # 105
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REVI STA LLAMAS {~<br />
Para proteger estos fines, las annas de los<br />
Estados Unidos no son provocadoras, se controlan<br />
minuciosamente, están diseñadas para<br />
disuadir y se pueden utilizar selectivamente.<br />
Nuestras fuerzas armadas están comprometidas<br />
con la paz y eiercen un autocontrol disciplinado.<br />
Nuestros diplomáticos tienen instrucciones<br />
de evitar agravios innecesarios y la hostilidad<br />
puramente retórica.<br />
Porque podemos lograr relajar la tensión sin<br />
relajar nuestra guardia. Y, por nuestra parte, no<br />
necesitamos recunir a amenazas para demostrar<br />
que somos resueltos. No necesitamos interferir<br />
las emisiones extranjeras por temor de que se<br />
erosione nuestra fe. No estamos dispuestos<br />
a imponer nuestro sistema a gentes que no<br />
están dispuestas a aceptarlo, pero estamos en<br />
disposición y somos capaces de entrar en una<br />
competencia pacifica con cualquier pueblo de<br />
la Tierra.<br />
Entreta.oto procuraro_Qs reforzar la Organización<br />
de las Naciones Uoidas~ayudar a resolver sus<br />
problemas financieros convertirla en un instrumento<br />
más eficaz para la pa~ desarrollarla para<br />
que se transforme en un sistema de seguridad<br />
mundial genuino un sistem_a capaz de resolver<br />
las disputas basándose en la ley de garantizar<br />
la seguridad de grandes y pequeños por igual<br />
y de crear las condiciones que permitan abolir<br />
las armas en t'iltimo térm.J.OQ,<br />
Al mismo tiempo, procuramos mantener<br />
la paz en el seno del mundo no comunista,<br />
donde muchas naciones, todas ellas nuestras<br />
amigas, están divididas respecto a problemas<br />
que debilitan la unidad occidental, incitan a la<br />
intervención comunista o amenazan desembocar<br />
en una guerra. Nuestros esfuerzos en Nueva<br />
Guinea Occidental, en el Congo, en Oriente<br />
Medio y en el subcontinente indio han sido<br />
persistentes y pacientes a pesar de las criticas de<br />
ambos bandos. También hemos intentado servir<br />
de ejemplo a los demás, tratando de ajustar las<br />
diferencias pequeñas pero importantes con nuestros<br />
vecinos más próximos, México y Canadá.<br />
Y hablando de otras naciones, deseo dejar<br />
claro un aspecto. Estamos vinculados a numerosas<br />
naoones por medio de alianzas. Esas alianzas<br />
existen porque nuestras preocupaciones y las<br />
suyas son, en gran medida. coincidentes. Nuestro<br />
compromiso de defender Europa Occidental<br />
r Benin Occidental, por e¡emplo, se mantiene<br />
intacto a causa de la identidad de nuestros intereses<br />
vitales. Los Estados Unidos no pactarán<br />
nada con la Unión Soviética a expensas de otras<br />
naciones y otros pueblos. no solo porque son<br />
~ socios. sino también porque nuestros<br />
intereses y los suyos convergen<br />
"LA CONSECUCIÓN DEL DESARME<br />
HA SIDO UN ESFUERZO DE ESTE GOBIERNO<br />
DESDE LA DÉCADA DE 1920"<br />
Nuestros intereses convergen sin embargo<br />
no solo en lo tocante a defender las fronteras de<br />
la libertad sino también a recorrer los caminos<br />
de la paz. Nuestra esperanza y la finalidad de las<br />
PQlíticas aliadas es convencer a la Unión Soviética<br />
de que también ell~e pennrtir que cada nación<br />
decida su propio futuro siempre y cuando<br />
esa elección no interfiera con las decisiones de las<br />
demás. El intento de los comunistas de imponer<br />
su sistema económico y politico a los demás<br />
es la principal ca..u.s.a de tensión mundial en la<br />
actualidad. Porque de lo que no cabe duda es<br />
de gue si todas las naciones se abstuvieran de<br />
interferir en la autodeterminación de las demás<br />
seóa mucho más sencillo garantizar la paz.<br />
Para ello se necesitará un nuevo esfuerzo<br />
que pennita lograr el derecho mundial, un<br />
nuevo contexto para los debates mundiales. Se<br />
necesitará un mayor entendimiento entre los<br />
soviét1Cos y nosotros. Y para lograr un mayor<br />
entendimiento se necesitarán más contactos y<br />
más comun icación. Un paso en esta dirección es<br />
la propuesta de una línea directa entre Moscú y<br />
Washington, a fin de evitar, por ambas partes.<br />
!os peligrosos retrasos, malentendidos y mahnterpretaciones<br />
de las acciones de la otra parte<br />
que pueden suceder en momentos de crisis.<br />
También hemos hablado en Ginebra sobre<br />
otras medidas que constituyen el primer paso<br />
para controlar el armamento. diseñadas para<br />
limitar la intensidad de la carrera armamentística<br />
y reducir los riesgos de una guen-a accidental.<br />
Nuestro primer interés a largo plazo en Ginebra<br />
es sin embargo el desaone completo y<br />
generalizado- diseñado en una serie de fases<br />
que permitan desarrnllos políticos paralelos<br />
destinados a construir las nuevas instituciones<br />
de la paz que deberán sustituir a las armas. La<br />
conseoKión del desanne ha sido un esf11erzo<br />
de este Gobierno desde la década de l 92Q,<br />
Las tres administraciones anteriores han tratado<br />
de conseguirlo con urgencia. Y por tenues que<br />
parezcan nuestras posibilidades en este momento,<br />
es nuestra intención continuar con este<br />
esfuerzo, continuar con él para que todos los<br />
países, incluido el nuestro, puedan comprender<br />
cuáles son los problemas y las posibilidades del<br />
desanne.<br />
El área más importante de estas negociaciones<br />
en la que se puede ver el fina!. pero<br />
que es imperativo reanudar desde cero. es un<br />
tratado para prohibir los ensayos nudeares. La<br />
conclusión de ese tratado. tan próxima y. sm<br />
embargo. tan le¡ana cootrolaria ~ esp,ral de la<br />
carrera armamentíst1Ca en uno de sus aspectos<br />
más peligrosos. Situaria a las potencias nucleares<br />
en una posición que les permitiera abordar<br />
con más eficacia uno de los mayores riesgos a<br />
los que se enfrenta el ser humano en 1963: la<br />
proliferación de armas nucleares. Aumentarla<br />
nuestra segundad, y reduciría las probabilidades<br />
de guerra. Sin duda. este objetivo es lo bastante<br />
importante para exigimos que intentemos conseguirlo<br />
sin flaquear, sin rendimos a la tentación<br />
de ~ejar de esforzamos ni a la tentación de dejar<br />
de 1nsist1r en que se apliquen salvaguardias vitales<br />
y responsables.<br />
Por consiguiente, aprovecho esta oportunidad<br />
para anunciar dos decisiones importantes<br />
en este sentido.<br />
La primera: el Presidente Khrushchev, el<br />
Primer Ministro Macmillan y yo mismo hemos<br />
acordado iniciar en breve debates de alto<br />
nivel en Moscú, con el objetivo de alcanzar un<br />
acuerdo temprano sobre un tratado exhaustivo<br />
de prohibición de ensayos nucleares. Debemos<br />
templar nuestra esperanza con la precaución<br />
de la historia, pero nuestra esperanza es la de<br />
toda la humanidad.<br />
La segunda: para dejar clara nuestra buena<br />
fe y nuestras convicciones solemnes sobre e/<br />
tema. declaro en este momento que los Estados<br />
Unidos no tienen intención de realizar ensayos<br />
nucleares en la atmósfera mientras que otros<br />
estados no lo hagan. No vamos a serlos p1lmeros<br />
en reanudarlas. Esta declaración no suo:;+1t:~ye a<br />
un tratado vinculante fonnal. pero esp