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Tejiendo voces por la casa común

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de Ayotzinapa, en Cherán, Palestina, y así podríamos<br />

nombrar <strong>la</strong>s miles de luchas.<br />

En <strong>la</strong> construcción de este tejido, pensamos que<br />

resistir es como respirar: no podemos dejar de hacerlo<br />

<strong>por</strong>que morimos. Resistir es defender nuestra<br />

<strong>casa</strong> <strong>común</strong>. Resistir es tener esa rebeldía de creer<br />

que <strong>la</strong> leyenda que nos cuentan nuestros abuelos<br />

mayas de <strong>la</strong> soga que unía a los pueblos, que los<br />

españoles cortaron, sigue ahí y tenemos que unir<strong>la</strong>.<br />

La resistencia es tener <strong>la</strong> esperanza de que podemos<br />

seguir tejiéndonos. Resistencia y rebeldía también<br />

es seguir exigiendo que aún nos faltan 43 y<br />

miles más.<br />

Pedro Chávez<br />

Cherán Keri<br />

Queremos manifestar, primero, que <strong>la</strong> resistencia<br />

en Cherán no surge <strong>por</strong> gusto, sino como una necesidad<br />

más de los pueblos originarios; es un proceso<br />

<strong>la</strong>rgo de resistencia a este coloniaje, que se da<br />

desde 1492. A partir de 2011, el pueblo de Cherán<br />

pone <strong>la</strong> mirada sobre <strong>la</strong>s raíces y dice: “La lucha, el<br />

movimiento y <strong>la</strong> resistencia tienen que darse con<br />

base en algo que es nuestro, que es nuestra cosmovisión<br />

y forma de resistencia a este modelo de<br />

muerte; y decimos que a pesar de lo ocurrido en<br />

1492, con todo este sistema de colonización, del<br />

sistema educativo castel<strong>la</strong>nizador, de toda una aniqui<strong>la</strong>ción,<br />

pareciera que <strong>la</strong> cultura no quiere llegar<br />

a <strong>la</strong> muerte”.<br />

Se empezó con una resistencia en 2011 <strong>por</strong> defender<br />

lo que nos dejaron nuestros papás, que son<br />

los bosques. Y entonces resurgió un l<strong>la</strong>mado ético,<br />

un l<strong>la</strong>mado de esa parte del amor a <strong>la</strong> vida, y nació<br />

el movimiento en defensa de <strong>la</strong> <strong>casa</strong> <strong>común</strong>,<br />

que es <strong>la</strong> madre Tierra. A partir de 2011, Cherán<br />

se manifiesta ante <strong>la</strong> devastación criminal que se<br />

da no so<strong>la</strong>mente con los bosques, sino también en<br />

<strong>la</strong> naturaleza en general; manifestarse ante <strong>la</strong> crisis<br />

que hay en nuestro estado y en el país, en busca de<br />

<strong>la</strong> seguridad y <strong>la</strong> justicia.<br />

La madre Tierra hace el l<strong>la</strong>mado. La madre Tierra<br />

da signos de alerta y eso nos convierte en sujetos<br />

sociales no sólo pensantes, sino también de<br />

acción. Hab<strong>la</strong>r de un proceso de resistencia no es<br />

so<strong>la</strong>mente hab<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> lucha que ocurre contra los<br />

ta<strong>la</strong>montes, contra el crimen organizado, contra<br />

un sistema de muerte, sino además de cómo nos<br />

manifestamos y hacemos nuevas formas de vida. Si<br />

hay prácticas que nos definen, son <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción y el<br />

amor, y no sentirnos dueños de <strong>la</strong> naturaleza, sino<br />

parte de el<strong>la</strong>. Esta necesidad se da en un contexto<br />

donde, en primer lugar, lo que está en mayor riesgo<br />

es <strong>la</strong> defensa o el cuidado de <strong>la</strong> <strong>casa</strong> <strong>común</strong>. Una<br />

cuestión que es grave y que nos preocupa en <strong>la</strong> actualidad<br />

es un epistemicidio de los pueblos originarios.<br />

Si bien los datos no nos ayudan en <strong>la</strong> parte<br />

de <strong>la</strong> lucha de los pueblos originarios, sí reflejan<br />

una esperanza. La parte que menos se ha explotado<br />

es donde viven más re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> madre<br />

Tierra, con el ser humano, pues son <strong>la</strong>s partes donde<br />

no se ha invadido de manera total, como en los<br />

pueblos originarios.<br />

2011 fue un año de resistencia, que surge a través<br />

de <strong>la</strong>s mujeres y los jóvenes; ése es otro dato<br />

que nosotros queremos visibilizar: <strong>la</strong>s mujeres y<br />

los jóvenes son los que finalmente ponen <strong>la</strong> pauta<br />

para definir los modos de resistencia. Lucha de resistencia.<br />

Algunos teóricos, y lo decimos con todo<br />

respeto, lo pueden definir de diferentes maneras,<br />

premodernidad, comunalidad, modo de vivir, colectividad.<br />

Nosotros decimos que es una necesidad<br />

ante algo que sentimos propio, pero ante todo es<br />

una responsabilidad.<br />

Decían los compañeros en 2011, cuando <strong>por</strong><br />

primera vez tomamos <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra en esta lucha de<br />

resistencia: “La comunidad nos está l<strong>la</strong>mando a<br />

ser buenos comuneros, a responder al l<strong>la</strong>mado del<br />

comunero, a defender el territorio, pero sobre todo<br />

a no caer en esta indiferencia e individualidad que<br />

nos ha hecho el sistema”. Hoy tenemos un l<strong>la</strong>mado<br />

que nos hace <strong>la</strong> madre Tierra. Resistir no es fácil,<br />

resistir ante el Estado, resistir ante el crimen organizado,<br />

resistir ante el hambre de <strong>la</strong> propia comunidad<br />

que tiene <strong>la</strong> necesidad de hacer uso de <strong>la</strong><br />

naturaleza… Lo que hacemos es no dejar ais<strong>la</strong>da<br />

ninguna lucha en defensa de <strong>la</strong> <strong>casa</strong> <strong>común</strong>. Defender<strong>la</strong><br />

desde estas partes.<br />

Esta resistencia se da hoy, o se retoma, de manera<br />

más contundente que el 15 de abril, y se da <strong>por</strong><br />

algo <strong>común</strong>: <strong>la</strong> defensa de los bosques. A partir de<br />

ahí, lo que nosotros hacemos, que define este modelo<br />

de resistencia, pudiera traducirse en algunos<br />

ejes: uno, defender algo <strong>común</strong>, de todo sujeto, no<br />

nada más de los de Cherán; dos, lo que nos decían<br />

nuestros abuelos: los partidos llegaron a dividirnos,<br />

y <strong>por</strong> definición de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra, parten, y si nos parten,<br />

nos debilitan; y tres, no puede haber justicia<br />

cuando no se sirve de manera desinteresada: lo tenemos<br />

que hacer en colectivo. En Cherán no hay un<br />

presidente, hay un consejo.<br />

La responsabilidad es resistir, pero no lo vamos<br />

a lograr solos, <strong>por</strong> eso estamos aquí con ustedes.<br />

Estamos haciendo este modo de resistencia. No<br />

puede quedarse de manera ais<strong>la</strong>da en este contexto,<br />

en este infierno neoliberal. Pareciera que es una<br />

noche eterna que no quiere amanecer. Pensamos<br />

que esas pequeñas chispitas del amanecer empiezan<br />

desde estos espacios. Agradecemos que <strong>la</strong><br />

mirada se esté poniendo también en los pueblos<br />

originarios. Aunque a veces cometemos más errores<br />

que aciertos, parece que estamos recuperando<br />

nuestras raíces, y <strong>la</strong>s raíces dicen: no podemos matar<br />

a <strong>la</strong> propia vida, que es a <strong>la</strong> par nuestra madre<br />

naturaleza.<br />

DEFENSA DEL<br />

TERRITORIO<br />

Armando García<br />

San Francisco Xochicuaut<strong>la</strong><br />

Ojalá todos entendamos que tenemos <strong>por</strong> dentro lo<br />

que es el arraigo a <strong>la</strong> tierra, el amor a esa tierra que<br />

nos vio nacer, y sobre todo amar el lugar donde vivimos,<br />

valorar lo que tenemos a nuestro alrededor.<br />

Quizás es lo que nos hizo falta en un principio, aferrarnos<br />

cuando nos aten, cuando se nos comunica,<br />

que <strong>por</strong> ahí va a pasar una autopista. En 2007, sin<br />

previo aviso, se estaban haciendo levantamientos y<br />

<strong>la</strong> curiosidad nos hace preguntar de qué se trata. Se<br />

nos informa que son estudios que están haciendo<br />

los ingenieros y que <strong>por</strong> ahí va a pasar una autopista.<br />

Y uno se pregunta en ese momento <strong>por</strong> qué <strong>por</strong><br />

ahí. Nosotros tenemos 1 901 hectáreas como posesionarios<br />

de una comunidad con régimen comunal,<br />

es decir, no pagamos impuestos, los beneficios que<br />

nos presta el municipio lo hacemos en mitad y mitad,<br />

ellos ponen el recurso y nosotros <strong>la</strong> mano de<br />

obra. Así siempre se ha estado trabajando.<br />

Lo que hacemos es ver cuando se nos comenta<br />

qué tipo de proyecto es el que va a pasar <strong>por</strong> ahí, es<br />

que obviamente no nos conviene. Primero, autopista<br />

de cuota; segundo, el lugar <strong>por</strong> donde va a pasar.<br />

Nosotros como comunidad indígena tenemos<br />

nuestros lugares sagrados, somos otomíes, y para<br />

nosotros esos lugares son sagrados, no se pueden<br />

tocar. Tenemos esa cultura arraigada, un servidor<br />

tiene tanta fe aunque sea en una piedra; así nos enseñaron<br />

nuestros abuelos, nuestros ancestros, es<br />

algo que ya se trae <strong>por</strong> dentro, en <strong>la</strong> sangre, y que<br />

dice cuidado, ahí no toques <strong>por</strong>que te puede ir mal.<br />

Eso es, <strong>por</strong> un <strong>la</strong>do, y es parte de nuestra cultura,<br />

que estamos defendiendo.<br />

Territorio. Pues nada más se van 22 hectáreas<br />

lineales y son bosques. En el proceso de lucha de<br />

nueve años que ya estamos <strong>por</strong> cumplir nos damos<br />

cuenta de <strong>por</strong> donde va a pasar, un área natural<br />

protegida <strong>por</strong> decreto presidencial, que lo hicieron<br />

en el sexenio de Jorge Jiménez Cantú, y que<br />

no les preguntaron a los que vivían ahí, o pidieron<br />

el permiso; son nueve municipios que van desde<br />

Ocui<strong>la</strong>, hasta el cerro de <strong>la</strong> Bufa y está considerado<br />

como parque Otomí-Mexica. Nos damos cuenta de<br />

que así se l<strong>la</strong>ma y estamos en un lugar que, viendo<br />

<strong>la</strong>s especificaciones, en territorio del bosque no se<br />

puede abrir ni siquiera un camino. En el periodo<br />

del gobernador, que hoy es nuestro presidente, le<br />

pusieron el sobrenombre de Santuario del Agua,<br />

subcuenca tributaria del río San Lorenzo; es una<br />

zona rica en captación pluvial, donde en su mayoría<br />

hacia <strong>la</strong> parte baja están los mantos acuíferos<br />

y de ahí se extrae el agua que ustedes consumen.<br />

Tenemos conciencia de todo el daño ecológico<br />

que va a provocar ese proyecto. ¿Por qué lo defendemos?<br />

Porque nos damos cuenta de que formamos<br />

parte del pulmón que nos queda en México,<br />

como parque otomí; son 22 kilómetros de bosque,<br />

y se modificaría esa magnitud hacia abajo, <strong>por</strong>que<br />

estamos hab<strong>la</strong>ndo de <strong>la</strong> cordillera que divide al valle<br />

de México y al de Toluca. Detrás de todo este<br />

proyecto hay otro que se l<strong>la</strong>ma reserva Santa Fe y<br />

si resultara, sería aquí donde estamos.<br />

La empresa nos dice que <strong>la</strong> construcción de <strong>la</strong><br />

carretera es de primer mundo. De primer mundo<br />

no tiene nada. Ya derribaron árboles, cerros; de<br />

primer mundo no tiene nada, ¿no? Son carreteras<br />

comunes como cualquier otra que recorre el país,<br />

y eso es lo que nos preocupa y estamos ocupados<br />

en <strong>la</strong> resistencia. Gracias a ustedes, los estudiantes,<br />

que nos han dado ideas, hemos so<strong>por</strong>tado<br />

este tiempo de lucha, <strong>por</strong>que cada vez que salimos<br />

siempre cosechamos algo, <strong>por</strong> lo menos ideas de<br />

cómo seguir manteniéndonos de pie.<br />

Ahora puedo decir les que el gobierno, al ver que<br />

no pudo convencernos optó <strong>por</strong> utilizar su última<br />

carta, que es <strong>la</strong> expropiación. Antes no nos quería<br />

reconocer como indígenas <strong>por</strong>que no vestimos así,<br />

o sea, nos presentamos varias veces en diferentes<br />

dependencias, y siempre tratábamos de hacer <strong>la</strong>s<br />

minutas en <strong>la</strong> comunidad indígena de San Francisco<br />

Xochicuaut<strong>la</strong>, lo primero que decían: “no, momento,<br />

ustedes no son indígenas”, pues no creo que traiga<br />

sangre francesa o españo<strong>la</strong>.<br />

Pero en su decreto expropiatorio sí somos indígenas,<br />

<strong>por</strong>que <strong>por</strong> ser comunidad comunal tuvieron<br />

que apoyarse en el convenio 169 de <strong>la</strong> Organización<br />

Internacional del Trabajo, para darle visibilidad<br />

a ese proyecto y tener acceso. Ahora dicen que<br />

fuimos consultados y ponen fechas. Un servidor,<br />

como autoridad, debió <strong>por</strong> lo menos haber sido<br />

notificado, ¿no? Porque soy el primer delegado.<br />

Tuvimos que formar un consejo supremo para que<br />

también nos creyeran que somos indígenas y lo hicimos<br />

<strong>por</strong> usos y costumbres, ahí <strong>la</strong> convocatoria<br />

fue abierta en <strong>la</strong> elección de los delegados.<br />

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