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Tejiendo voces por la casa común

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sembrando en muchas partes. Algo de lo que nos<br />

dijeron fue que tenían una práctica distinta y una<br />

capacidad de producción social diferente, que tenían<br />

una práctica que en sí misma era teoría, pero<br />

que les hacían falta conceptos. Nos compartieron<br />

su metáfora del vigía en medio de <strong>la</strong> tormenta: alguien<br />

con pensamiento crítico que esté analizando<br />

lo que pasa y advirtiéndonos de lo que viene. Hace<br />

falta alimentar esa mirada. Necesitamos nuevas<br />

pa<strong>la</strong>bras, nuevos conceptos. Los viejos ya no sirven,<br />

no nos permiten entender lo que pasa ni mucho<br />

menos construir el mundo nuevo.<br />

En esta iniciativa sentimos una c<strong>la</strong>ra urgencia<br />

de invitarnos a pensar, a reflexionar, a estar juntos,<br />

a intercambiar ideas, experiencias y luchas, para<br />

que en este intercambio podamos ir tejiendo nuevas<br />

ideas, nuevos conceptos, nuevas pa<strong>la</strong>bras que<br />

nos permitan iluminar nuestro caminar, luchando.<br />

Las pa<strong>la</strong>bras son puertas de <strong>la</strong> percepción. Según<br />

<strong>la</strong>s que usamos, así experimentamos el mundo.<br />

Estamos invadidos <strong>por</strong> pa<strong>la</strong>bras amibas, y han<br />

ido perdiendo sentido muchas de nuestras viejas<br />

y buenas pa<strong>la</strong>bras. Una tarea central, que p<strong>la</strong>nteamos<br />

con urgencia, es cómo le damos nuevo sentido<br />

a viejas pa<strong>la</strong>bras, o inventamos nuevas que nos<br />

permitan ver el nuevo lugar, <strong>la</strong> nueva época en <strong>la</strong><br />

que estamos.<br />

Esta iniciativa tiene ante todo esa tarea. Ha sido<br />

creada hoy, se instituye a diario, una red que no l<strong>la</strong>mamos<br />

red, sino tejido, en congruencia con nuestro<br />

nombre, un tejido de un grupo de 42 personas<br />

que nos podemos sentar juntos para pensar, desde<br />

diferentes partes de México, desde varias partes<br />

del mundo, para previsualizar juntos ese nuevo camino,<br />

esas pa<strong>la</strong>bras, esas posibilidades. Es una red<br />

inicial que se ampliará rápidamente.<br />

Este mismo día nace una intención. Los compañeros<br />

de colectivos, pueblos, comunidades y movimientos<br />

que participaron nos dijeron que les había<br />

dado gusto encontrarse con otros y otras como<br />

ellos, y querían seguirse encontrando, y acordar<br />

nuevos encuentros en el curso del año próximo.<br />

Éstas son <strong>la</strong>s dos iniciativas que salen del encuentro<br />

y que, a partir, de hoy vamos a estar tratando<br />

de tejer. Pueden verse de inmediato cuáles son<br />

<strong>la</strong>s dificultades que tenemos, y se observan en esta<br />

mesa. ¿Cómo hacemos un tejido que tenga sentido?<br />

Tenemos ese análisis feroz y contundente de<br />

C<strong>la</strong>udia, que nos pone frente a <strong>la</strong> catástrofe, con<br />

algunos tintes apocalípticos, pero que no nos deja<br />

en el fin del mundo, sino que nos rega<strong>la</strong> también<br />

un aliento de esperanza. ¿Qué hacemos? ¿Cómo<br />

podemos tejer esa voz, ese discurso construido en<br />

<strong>la</strong> sociedad cosmopolita occidental, con <strong>la</strong> voz de<br />

Memo, <strong>la</strong> voz de un buen rarámuri que viene de allá,<br />

desde el norte del país, de esa sociedad peculiarmente<br />

dispersa de ser, que en un sentido preciso es lo<br />

opuesto a este lugar en que estamos, en este monstruo<br />

de 25 millones de habitantes que tienen una<br />

noción completamente diferente de <strong>la</strong> vida? ¿Cómo<br />

tejemos <strong>la</strong> voz de C<strong>la</strong>udia con <strong>la</strong> de Memo, y con<br />

este esfuerzo que están haciendo desde <strong>la</strong> propia<br />

base social los pueblos indios y los maestros de<br />

Oaxaca? Hubo muchas <strong>voces</strong>, algunas que no están<br />

pensando lo mismo, que no están yendo en <strong>la</strong><br />

misma dirección, que quizá comparten <strong>la</strong> misma<br />

angustia, <strong>la</strong> percepción del horror, pero que no tienen<br />

nada en <strong>común</strong>. Al parecer.<br />

En esta iniciativa no estamos buscando crear<br />

un partido ni un grupo dirigente. No estamos tratando<br />

de crear una nueva corriente política. Sólo<br />

tejer nuestras distintas <strong>voces</strong> para caminar juntos.<br />

No hay un aparato, no habrá una oficina, no vamos<br />

a tener una dirección específica en <strong>la</strong> cual alguien<br />

pueda decir “tú puedes entrar a nuestra iniciativa y<br />

tú no; tú puedes inscribirte, registrarte o cualquier<br />

cosa”. La decisión de participar en <strong>la</strong> iniciativa es<br />

de quien participa, de nadie más. Para concertarnos<br />

vamos a utilizar algunos medios electrónicos<br />

modernos cuya administración se está descentralizando<br />

todos los días. Por lo pronto, iremos encontrando<br />

ahí quienes deciden participar. Y así iremos<br />

tejiendo juntos el camino para enfrentar el horror<br />

y para construir el mundo nuevo.<br />

Quiero subrayar que sólo estamos empezando.<br />

De alguna manera, hoy es el día oficial en que <strong>la</strong>nzamos<br />

<strong>la</strong> iniciativa, pero llevamos un año tejiendo<br />

algunas vocecitas aquí y allá. En este momento<br />

nos sentimos suficientemente fuertes como para<br />

<strong>la</strong>nzarnos a <strong>la</strong> aventura, <strong>la</strong> que hoy arranca de manera<br />

oficial.<br />

No puedo concluir esta intervención sin expresar<br />

mi más sincera gratitud y nuestro profundo<br />

agradecimiento a <strong>la</strong>s universidades que nos cobijaron,<br />

en particu<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> Universidad Autónoma del<br />

Estado de Morelos, a <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana<br />

y a <strong>la</strong> Universidad de <strong>la</strong> Tierra. Me resulta imposible<br />

mencionar a todas <strong>la</strong>s personas que pasaron<br />

sin dormir muchas noches, que realizaron una inmensa<br />

cantidad de esfuerzos, que gastaron muchísimas<br />

energías, que pusieron una inmensa pasión<br />

y compromiso en que esto pudiera tener lugar; es<br />

una lista muy grande y seguramente quedaría incompleta.<br />

Les agradecemos a todas el<strong>la</strong>s, a todos<br />

ellos, el esfuerzo que hicieron, y a todos ustedes su<br />

presencia al estarnos acompañando en esta sesión<br />

de c<strong>la</strong>usura, aquí o a distancia. Muchas gracias.<br />

Alejandro Vera<br />

Rector de <strong>la</strong> Universidad Autónoma del<br />

Estado de Morelos<br />

La idea de aire fresco en el espacio universitario<br />

no es algo menor. La institución universitaria que<br />

conocemos llega a su fin. Hace tiempo dejó de<br />

cumplir su función original y se está agotando <strong>por</strong><br />

sus vínculos con el capital. La universidad debe ser<br />

repensada, tiene que ser resignificada, recreada en<br />

función de <strong>la</strong> emergencia que enfrentamos.<br />

Hoy, en Morelos, pero también en muchos puntos<br />

de <strong>la</strong> geografía nacional, se vive una profunda<br />

tragedia humanitaria, se vive el terror de <strong>la</strong> ausencia<br />

de Estado, cuando no <strong>la</strong> complicidad y so<strong>la</strong>pamiento<br />

dde éste a los grupos delincuenciales. En<br />

el contexto de <strong>la</strong>s tres guerras que se viven en México<br />

nos tenemos que preguntar, parafraseando a<br />

Ignacio El<strong>la</strong>curía, ¿es hoy posible una universidad<br />

distinta? No lo sé de cierto, pero sí sé, como el<br />

propio El<strong>la</strong>curía lo dice, que no podemos dejar de<br />

intentarlo, no tenemos derecho a no intentarlo.<br />

“El sentido último de <strong>la</strong> universidad –afirma<br />

El<strong>la</strong>curía– debe mesurarse desde el criterio de su incidencia<br />

en <strong>la</strong> realidad histórica en <strong>la</strong> que se da y a<br />

<strong>la</strong> que sirve. Debe mesurarse, <strong>por</strong> lo tanto, desde un<br />

criterio político”. Esta afirmación puede parecer que<br />

implica una politización desfiguradora de <strong>la</strong> auténtica<br />

<strong>la</strong>bor universitaria, en lo que tiene de esfuerzo<br />

teórico <strong>por</strong> saber y <strong>por</strong> posibilitar un hacer desde<br />

ese saber.<br />

No tiene que ser así. Y para que no lo sea, es<br />

necesario preguntarse explícitamente <strong>por</strong> <strong>la</strong> dimensión<br />

política de <strong>la</strong> universidad. El carácter distinto<br />

de <strong>la</strong> universidad no estará, entonces, en no<br />

cumplir con su misión política, sino en cumplir<strong>la</strong><br />

de otra manera.<br />

Permítanme compartirles lo que en este momento<br />

estamos viviendo en Morelos y en <strong>la</strong> Universidad<br />

Autónoma del Estado de Morelos, lo cual<br />

ilustra, desde nuestro análisis, lo certero de <strong>la</strong> tesis<br />

de Ignacio El<strong>la</strong>curía, en particu<strong>la</strong>r cuando hab<strong>la</strong> de<br />

que para que <strong>la</strong> universidad no se quede sin norte<br />

debe afrontar el tema de <strong>la</strong> dimensión política.<br />

En días pasados se hizo público que <strong>la</strong> Fiscalía<br />

General del Estado de Morelos “cuenta con sus<br />

propias fosas comunes c<strong>la</strong>ndestinas donde inhuma<br />

NUEVOS HORIZONTES<br />

sin permiso y de manera subrepticia cadáveres que<br />

nadie rec<strong>la</strong>ma, algunos de los cuales ni siquiera<br />

cuentan con número de carpeta de investigación ni<br />

siquiera constancia alguna del levantamiento del<br />

cuerpo” (revista Proceso).<br />

“Todo esto se desprende de <strong>la</strong> investigación realizada<br />

<strong>por</strong> <strong>la</strong> familia de Oliver Wences<strong>la</strong>o Rodríguez<br />

Hernández, quien fue secuestrado y luego asesinado<br />

en 2013, y cuyo cadáver forma parte del grupo de los<br />

150, mismo que fue colocado ‘<strong>por</strong> error u omisión’<br />

en una de estas fosas c<strong>la</strong>ndestinas <strong>por</strong> personal de<br />

<strong>la</strong> Fiscalía, a pesar de estar plenamente identificado<br />

<strong>por</strong> <strong>la</strong> familia, pero también, no obstante que existía<br />

una prueba de ADN que confirmaba plenamente <strong>la</strong><br />

identidad del cadáver”.<br />

A partir del descubrimiento de estas fosas c<strong>la</strong>ndestinas<br />

de <strong>la</strong> Fiscalía de Morelos, el día 12 de noviembre<br />

se publicó en <strong>la</strong> prensa de Morelos y en el<br />

periódico La Jornada de <strong>la</strong> Ciudad de México, una<br />

carta abierta suscrita <strong>por</strong> colectivos y familiares<br />

de víctimas, así como <strong>por</strong> movimientos y personas<br />

defensoras de los derechos humanos y de <strong>la</strong>s<br />

víctimas, dirigido al Presidente de <strong>la</strong> República, a<br />

<strong>la</strong> procuradora general de <strong>la</strong> República, al gobernador<br />

del estado de Morelos, al secretario de gobierno<br />

del estado de Morelos y al fiscal general del<br />

mismo estado, exigiendo el esc<strong>la</strong>recimiento de <strong>la</strong><br />

fosa c<strong>la</strong>ndestina de <strong>la</strong> Fiscalía de Morelos que se<br />

encuentra en el pob<strong>la</strong>do de Tetelcingo del municipio<br />

de Cuaut<strong>la</strong>.<br />

En mi participación durante el inicio de este encuentro<br />

internacional aproveché para hacer mío en<br />

lo personal y como rector de <strong>la</strong> máxima <strong>casa</strong> de estudios<br />

de Morelos, el contenido de <strong>la</strong> carta abierta<br />

citada y puse públicamente al servicio de quienes<br />

<strong>la</strong> suscriben <strong>la</strong>s capacidades técnico-científicas, así<br />

como humanas y políticas de <strong>la</strong> universidad.<br />

Evidentemente, <strong>la</strong>s reacciones desde el poder se<br />

manifestaron de inmediato. La primera de el<strong>la</strong>s fue<br />

cuestionar si <strong>la</strong> universidad estaba certificada para<br />

realizar <strong>la</strong>bores forenses; <strong>la</strong> segunda, días después,<br />

se presentó al nombrar al nuevo titu<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> Coordinación<br />

Central de Servicios Periciales y recaer<br />

este nombramiento en un destacado y reconocido<br />

profesor universitario, nombramiento que buscaron<br />

hacer aparecer como un acercamiento de <strong>la</strong> universidad<br />

con <strong>la</strong> Fiscalía, como una disposición de <strong>la</strong><br />

universidad a coadyuvar con <strong>la</strong> fiscalía.<br />

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