12.05.2017 Views

Valerie Tasso. Diario de una ninfómana

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Todavía no entiendo realmente por qué Jaime me ha hecho eso, a mí<br />

precisamente. Tiene a todas las mujeres a sus pies, y muchas, con mucho más<br />

dinero que yo.<br />

He <strong>de</strong>scubierto que aquel pote que supuestamente provenía <strong>de</strong> <strong>una</strong> farmacia,<br />

contenía cocaína pura, y confieso que he estado tratando <strong>de</strong> justificarle durante<br />

unos días. Porque le quiero. A partir <strong>de</strong> ahora tengo que luchar contra dos<br />

enemigos: contra él y su recuerdo, en primer lugar, pero también contra mí, para<br />

no recaer.<br />

Agosto <strong>de</strong> 1999<br />

Han pasado unos largos meses <strong>de</strong> letargo, <strong>de</strong> los que no tengo memoria. Me he<br />

encerrado en mi casa, con todos los muebles <strong>de</strong> la mudanza colocados sin or<strong>de</strong>n<br />

contra las pare<strong>de</strong>s. No como, no llamo a nadie, no me aseo, me <strong>de</strong>jo<br />

sencillamente llevar. Me quiero anular. Me estoy <strong>de</strong>jando morir e incluso <strong>una</strong><br />

noche, he suplicado con todas las fuerzas que aún me quedan que mi fin no se<br />

haga esperar <strong>de</strong>masiado.<br />

La casa<br />

Un lugar don<strong>de</strong> la vulnerabilidad y la fragilidad <strong>de</strong> los seres humanos están<br />

siempre a la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l día<br />

Tenía treinta años cuando tomé la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> entrar en la casa. Fue a raíz <strong>de</strong> mi<br />

ruptura con Jaime, a quien no perdonaba haberme <strong>de</strong>jado <strong>una</strong> cuenta corriente<br />

vacía y <strong>de</strong>udas <strong>de</strong> por vida y haberme abandonado con <strong>una</strong> tripita que nunca llegó<br />

a crecer. Estaba <strong>de</strong>strozada porque se habían esfumado <strong>de</strong> repente mis creencias<br />

sobre el amor verda<strong>de</strong>ro.<br />

Había estado madurando esta posibilidad durante medio año, cada día, cada<br />

noche. Ya lo había pensado antes, pero nunca pu<strong>de</strong> concretarlo. Supongo que<br />

hacía falta algo más para po<strong>de</strong>r darme el valor <strong>de</strong> hacer tal cosa. Las mujeres, sea<br />

cual sea nuestro nivel socioeconómico —lo sé por haberlo hablado con amigas<br />

mías—, en algún momento <strong>de</strong> nuestra vida hemos pensado en ello. Pero<br />

raramente se lleva a cabo porque forma parte, tan sólo, <strong>de</strong> nuestro repertorio <strong>de</strong><br />

fantasías eróticas, y no pasa <strong>de</strong> ahí. Ciertamente yo había tenido fantasías acerca<br />

<strong>de</strong> ello. Pero miraba con miedo a esas mujeres. Siempre las veía en un mundo<br />

gris y violento, como víctimas <strong>de</strong> un chulo que las vigilaba veinticuatro horas.<br />

www.LeerLibrosOnline.net

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!