12.05.2017 Views

Valerie Tasso. Diario de una ninfómana

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—¡Vamonos ya! —le or<strong>de</strong>no cuando ya estoy cansada. Subimos los dos al coche<br />

y, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> pisar varias veces el acelerador, conseguimos seguir nuestro<br />

camino. Cuando llegamos a la pequeña población encima <strong>de</strong> la colina, la vista <strong>de</strong><br />

Lima es inigualable. Un montón <strong>de</strong> niños ro<strong>de</strong>an el coche y siguen nuestro paso,<br />

corriendo <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> nosotros. Paramos un momento.<br />

—Toma fotos <strong>de</strong> la ciudad —le pido a Rafa—. Y <strong>de</strong> los niños. , Pue<strong>de</strong> ser?<br />

—Sí, jefa. Pero quédate quieta, ¡por favor! No quiero tener problemas con esta<br />

gente.<br />

¡Fíjate cómo nos miran!<br />

Se está amontonando gente que va saliendo <strong>de</strong> unos bares construidos con<br />

cartones y ma<strong>de</strong>ra, curiosos por saber quiénes son los que se han aventurado en<br />

un territorio solamente reservado a los pobres, a los sin nada.<br />

Veo parabólicas encima <strong>de</strong> las chabolas.<br />

—¿Cómo pue<strong>de</strong>n tener antenas parabólicas? ¡Ni siquiera yo tengo <strong>una</strong> en mi casa<br />

en España! —pregunto, completamente <strong>de</strong>sconcertada.<br />

—El gobierno les ha hecho llegar electricidad y agua. Parece increíble, pero es<br />

así. Hasta hay autobuses que llegan hasta aquí. Son guaguas privadas. Por medio<br />

sol, pue<strong>de</strong>n subir o bajar a la ciudad. Muchos ven<strong>de</strong>n fruta en el centro <strong>de</strong> la<br />

ciudad durante el día, y luego vuelven a sus casas —me explica mientras enfoca a<br />

los niños con su cámara.<br />

Éstos se divierten haciendo muecas raras y sacándonos la lengua.<br />

—Toma <strong>una</strong> foto, Rafa. —Es lo que intento hacer.<br />

En aquel mismo instante, me doy cuenta <strong>de</strong> que todavía tengo la bragueta <strong>de</strong> mis<br />

pantalones abierta. Con dificultad intento subirla, pero unos golpes tremendos<br />

contra el coche me lo impi<strong>de</strong>n. Al levantar la cabeza, me doy cuenta <strong>de</strong> que la<br />

gente, con cara <strong>de</strong> pocos amigos, está intentando volcar el auto.<br />

—Agárrate, jefa, que nos vamos <strong>de</strong> aquí pitando —me grita Rafa.<br />

Tira la cámara sobre mis piernas y mete primera con gran nerviosismo.<br />

La gente se va dispersando y, poco a poco, lo único que vemos es el polvo <strong>de</strong> la<br />

tierra que se va levantando <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> nosotros.<br />

www.LeerLibrosOnline.net

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!