Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Esta vez, me siento muy mal por Susana. La está tratando como a un animal. Ella<br />
se va corriendo a la cocina, y salen Isa y Sara.<br />
—Y vosotras, ¿qué estáis haciendo en la cocina? —pregunta Manolo a las chicas.<br />
—¿Puedo hablar contigo un momento, Manolo? —le pi<strong>de</strong> <strong>de</strong> repente Isa.<br />
Me echa <strong>una</strong> mirada malévola, y entiendo que le va a mencionar lo sucedido. Opto<br />
por callarme la boca y esperar la continuación <strong>de</strong> los acontecimientos, mientras<br />
Isa se encierra con Manolo en la habitación pequeña. Están un largo rato, hasta<br />
que Manolo hace su reaparición con Isa.<br />
—No hay problema. ¡Así me gusta!, que me avisen con tiempo. Tómate dos<br />
semanas en<br />
Navidad —le dice Manolo a Isa, mientras se <strong>de</strong>spi<strong>de</strong> <strong>de</strong> nosotras.<br />
Isa no le ha dicho nada, solamente le ha avisado <strong>de</strong> que se va a ver a su familia a<br />
Ecuador en diciembre. Pero también sé que ha hecho todo eso a propósito para<br />
asustarme.<br />
Cuando se va Manolo, Isa me hace enten<strong>de</strong>r con la mirada: «la próxima vez, te<br />
meteré en problemas».<br />
El plástico es fantástico<br />
15 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1999<br />
La Barbie no habla, no opina, no sonríe, no mira. La Barbie sólo se toca el pelo.<br />
Pasa horas y horas tocándose el pelo. Aparece David, el cliente australiano, con<br />
quien estuve la primera noche que conocí a Angelika. Ha venido a la casa porque<br />
ha salido <strong>de</strong> marcha con sus amigos y, luego, tras el cierre <strong>de</strong> todas las discotecas<br />
<strong>de</strong> la ciudad y sin ganas <strong>de</strong> volver solo a su casa, ha <strong>de</strong>cidido darse un poco <strong>de</strong><br />
alegría al cuerpo.<br />
Nunca ha estado con la Barbie, porque cada vez que ha llamado, ella nunca<br />
estaba disponible. Pero esta noche, sí. Y la Barbie se presenta ante David, con el<br />
pelo alisadísimo <strong>de</strong> tantas horas acariciándoselo <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l espejo. Él la elige<br />
enseguida.<br />
—Me da morbo —le confiesa a Angelika—. ¡Tiene un pecho gordísimo! Y la Barbie<br />
<strong>de</strong>saparece con él en la suite, toda orgullosa.<br />
www.LeerLibrosOnline.net