12.05.2017 Views

Valerie Tasso. Diario de una ninfómana

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Angelika se asusta <strong>de</strong> repente y me pone un <strong>de</strong>do encima <strong>de</strong> la boca.<br />

—¡Chisss! Te podrían escuchar. Pues sí —sigue susurrando—, hay micrófonos en<br />

todas las habitaciones, menos aquí en la cocina, y también registran todas las<br />

llamadas telefónicas.<br />

—¿Qué? —salto yo, aterrada.<br />

—Sí. ¿No te lo han dicho todavía las chicas? Es para controlarlas para que no <strong>de</strong>n<br />

sus teléfonos a los clientes. Y el teléfono está pinchado, para ver si las<br />

encargadas hacemos bien nuestro trabajo. Parece <strong>de</strong> película, ¿verdad?<br />

—¡Peor! —recalco—. ¡Me parece <strong>una</strong> barbaridad y <strong>una</strong> violación <strong>de</strong> la intimidad<br />

<strong>de</strong> las personas! ¿Cómo se pue<strong>de</strong> controlar <strong>de</strong> esta manera? A<strong>de</strong>más, si la chica<br />

quiere dar su teléfono a un cliente, ¿quién se lo pue<strong>de</strong> impedir?<br />

—¡Está claro! —afirma Angelika—. Si tienes un servicio en un hotel, pue<strong>de</strong>s hacer<br />

lo que te dé la gana. Pero hay que ir con mucho cuidado con el dueño, Manolo. Su<br />

mujer Cristina es un encanto, pero él...<br />

—Todavía no lo conozco.<br />

—¡Es horrible! Tiene <strong>una</strong> pinta <strong>de</strong> camionero que no pue<strong>de</strong> con ella. Yo le llamo<br />

un tío «básico», ¿sabes lo que te quiero <strong>de</strong>cir? Es vulgar y superagresivo. Ya lo<br />

conocerás. Practican un doble juego: él pega las broncas y ella consuela. Pero<br />

controlan a todas las chicas, como si fueran sus propios padres.<br />

¡Por fin! ¡Ha aparecido mi famoso chulo camionero, con el cual he soñado! Y<br />

encima, ¡«básico»! El asunto promete.<br />

—Ya tendrás tiempo <strong>de</strong> confirmar que todo lo que te digo es verdad. Pero, por<br />

favor, no le digas a nadie que te he dicho esto, ¿vale? —me pi<strong>de</strong> Angelika, con<br />

voz preocupada—. No quiero per<strong>de</strong>r este trabajo. Estoy mal <strong>de</strong> dinero y hago<br />

alg<strong>una</strong>s cosas <strong>de</strong> día. Pero este empleo me da <strong>de</strong> comer, ¿compren<strong>de</strong>s?<br />

—Sí, claro. No te preocupes. Me voy a la cama, empiezo a estar cansadísima.<br />

—¡ Ah!, y otra cosa. —El rostro <strong>de</strong> Angelika se pone más serio <strong>de</strong> lo normal—. No<br />

te fíes <strong>de</strong> Susana, la encargada <strong>de</strong> día. Es <strong>una</strong> loca. —Vale. Gracias por<br />

<strong>de</strong>círmelo —contesto bostezando y sin darle <strong>de</strong>masiada importancia al<br />

comentario.<br />

Y salgo para acostarme otra vez, preguntándome por qué Angelika me acaba <strong>de</strong><br />

hacer tantas confesiones sin conocerme. Me parece muy rara la situación, pero<br />

<strong>una</strong> cosa es cierta: aquí pasan cosas y tengo que andar con cuidado. Manolo, los<br />

www.LeerLibrosOnline.net

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!